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España

Colau hace la vista gorda con cuatro edificios 'okupados' para evitar más disturbios

Manifestación contra el desalojo del local okupado conocido como "Banco Expropiado" de Gràcia.

La oleada de disturbios que ha sacudido a lo largo de esta semana el barrio de Gràcia ha terminado cercando a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien nunca ha ocultado su simpatía hacia el movimiento 'okupa', al que ella misma ha estado vinculada. La gravedad de los altercados han llevado a la regidora a expresar públicamente su "rechazo total" a toda forma de violencia y a "defender la convivencia" tras una semana que ha definido como "complicada".

En busca evitar que la violencia antisistema pueda contagiar a otros puntos de la ciudad en los que existen edificios ocupados tal como el denominado "Banco Expropiado", Colau tolera actualmente la ocupación de cuatro edificios de propiedad municipal que podrían ser desalojadas si el Consistorio decidiera solicitarlo ante el juez según publica el diario El Mundo.

Can Vies, Sants

Trias lo intentó desalojar en mayo de 2014, pero dos años después, bajo el mando de Colau, los 'okupas' continúan apostados en Can Vies, un centro social de Sants. Después de cinco noches de disturbios, el ex alcalde aceptó que volvieran al edificio y siguieran en él hasta diciembre de este año, con la única condición de que pidieran una licencia municipal de obras para reconstruirlo, pero ese requisito no fue cumplido por los activistas, que tampoco mantienen interlocución con el Consistorio tras el relevo de acuerdo a El Mundo.

Hort de la Vila, Sarrià

El Consistorio abanderado por Colau también está permitiendo la 'okupación' de la casa bautizada como Hort de la Vila, un inmueble situado en el distrito de Sarrià que, según su calificación urbanística, tendría que estar acogiendo equipamientos. Aunque fue comprad por el Ayuntamiento para instalar un centro cultural, en diciembre fue usurpado de forma ilegal y, lejos de reclamar su desalojo, el equipo de Colau está negociando la cesión del control del espacio a los activistas a través de "fórmulas innovadoras de gestión comunitaria".

Segre 1, Sant Andreu

Con el ánimo de mantener la calma en las calles de Barcelona, la actual regidora también está permitiendo la ocupación de unas antiguas viviendas del barrio de Sant Andreu que deberían reconvertirse en zonas verdes y equipamientos. El edificio se encuentra concretamente en el número 1 de la calle Segre y la tolerancia a su usurpación supone un ejemplo más de la vista gorda de Colau para que los posibles altercados en caso de desalojo no continúen empañando su primer año de Gobierno.

Sant Bernat, Ciutat Vella

En el distrito de Ciutat Vella surge el último caso. Se trata de una finca municipal situada en pleno centro de Barcelona, en el número 9 de la calle Sant Bernat. Si bien antiguamente funcionaba como escuela de adultos, desde hace cinco años se encuentra sin más uso que que el de la 'okupación'. Aunque también tendría que acabar convertida en un equipamiento municipal, Colau continúa tolerando su toma ilegal.

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