El 10 de diciembre de 2010, esta mujer también indica que su marido limita su libertad: "No quiere dejarme salir sola de casa a devolver un libro a la biblioteca, obliga a E. a venir conmigo, alegando que es de noche" y "no le gusta que vaya de noche a llevarle un broche a Piedad (a su casa)".
"No puedo poner figuritas, ni rostros esculpidos en la casa", "no podemos ver películas, "no podemos ir al cine", "no podemos ir a la piscina" y "no podemos ir a la playa"
Pero en su hogar, las limitaciones para Marta también se ven reflejadas en el manuscrito: "No puedo poner figuritas, ni rostros esculpidos en la casa", "no podemos ver películas, "no podemos ir al cine", "no podemos ir a la piscina" y "no podemos ir a la playa".
Tampoco esta mujer podía poner adornos de Navidad o fotos: "Si hay alguna foto la tapa a le da la vuelta". En este sentido, escribe en un párrafo diferente: "Ha guardado o ha roto todas las fotos en las que sale él o su familia".
Y por supuesto, en la casa de Abdeslam El Haddouti y Marta tampoco se podía escuchar música. A consecuencia de ello, este mujer redacta el 22 de diciembre de 2010: "E. ha suspendido música, pues no puede estudiar en su casa".
"No quiere recortarse la barba"
El diario de Marta recoge también una serie de hechos, que definen a su marido: "No quiere recortarse la barba, dice que es haram", (que está prohibido), "siempre debemos interrumpir algo porque es hora de rezar", "siempre está leyendo libros religiosos, que son los únicos que pueden leer los niños", indica el documento.
Los agentes de la Comisaría General de Información de la Policía consideran evidente, tras analizar las pruebas, que Abdeslam El Haddouti busca inducir a sus hijos al extremismo.
"Como se aprecia en las observaciones sobre su línea telefónica lo primero que suele preguntar a su mujer cuando la interroga por el despertar de sus hijos, es si han realizado ya sus rezos. A sus hijos, a los que con temperaturas elevadas obliga a acompañarle a la mezquita de Villaverde, una prueba cuya dureza obliga a su mujer a plasmar en sus diarios", confirman los agentes de la Policía.
A la mezquita de Villaverde
De esta forma, los Policías hacen referencia a uno de los pasajes del manuscrito, en el que Marta escribe: "Ayer les llevó a la mezquita de Villaverde andando (con 39 grados), volvieron andando, a las 15:00 de la tarde, y luego a las 20:00 volvieron a ir andando. ¿Querrá que de mayores corran una maratón? Más bien creo en facultades mentales perturbadas, pero, juzguen ustedes por sí mismos".
Abdeslam El Haddouti también impone limitaciones a la educación de sus hijos, según el diario de Marta, que dice: "Los niños no pueden leer libros en español, sólo árabe".
Me ha dicho que los niños no necesitan estos libros, que con el colegio tienen suficiente, porque estos libros (como todos los que no son de su religión) no dicen nada más que mentiras"
En este sentido, esta leonesa completa en otro momento de su manuscrito que su marido no ve bien determinadas lecturas infantiles: "Son aproximadamente las 8:00 de la tarde. Me han traído los libros de El Círculo para los niños, los libros de Gerónimo Stilton. Me ha dicho que los niños no necesitan estos libros, que con el colegio tienen suficiente, porque estos libros (como todos los que no son de su religión) no dicen nada más que mentiras".
Otros párrafos muestran la poca ayuda que esta española recibe de su marido para cuidar de sus hijos: "Llevé a E. al hospital a las 7:30 de la mañana, le dije si me podía llevar y se metió en la cama a dormir".
Las imposiciones del yihadista generan una evidente tensión en la pareja, tal y como se puede comprobar con la lectura del diario de Marta, que llega a asegurar: "Dice que mis hijos siempre han estado solos, porque trabajo fuera de casa", tras lo que escribe: "Dice que voy a llevar a mis hijos al infierno".
Me ha dicho que le tendí una trampa al quedarme embarazada y ha puesto en tela de juicio que uno de mis hijos sea suyo"
Unos párrafos después, esta mujer escribe incluso sobre los malos tratos psicológicos que sufrió: "Me ha dicho que le tendí una trampa al quedarme embarazada y ha puesto en tela de juicio que uno de mis hijos sea suyo".
"Hoy, 21 de noviembre de 2010 ha dicho que son hijos de la cama, también que me estoy enterrando viva", continuó Marta, que también fue objeto de gritos y otros insultos, ya que su marido le acusó de entrometerse cuando él reprendía a sus hijos.
Hoy me ha dicho algo bueno. Nunca se junta con basura, eres una basura, una basura total"
La relación de la pareja empeora con el tiempo, tal y como se puede leer en otro cuaderno intervenido, que después de la fecha 31 de julio de 2011, indica: "Hoy me ha dicho algo bueno. Nunca se junta con basura, eres una basura, una basura total. Me habla muy cerca, le toco con la mano para que mantenga una distancia prudencial y me retira con fuerza tres veces la mano. Dice que voy acabar sola, como la basura. Dice que va a encontrar a alguien mejor que yo mil veces y que a partir de ahora no le dirija la palabra".
Incluso otro episodio de las anotaciones de Marta muestran actitudes violentas de Abdeslam El Haddouti: "Intento dar un paseo por la noche. Me dice que dónde voy, no me deja salir. Me tira el móvil y luego el portátil. Y me empuja para que me siente en el sofá", para una línea más abajo escribir: "Insiste en que soy mentirosa y les he enseñado a mis hijos a mentir, cuando sólo lo hacen por instinto de supervivencia", completa esta mujer, que también lamenta que su marido no felicite a uno de sus hijos: "Porque ellos no celebran cumpleaños".
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