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España

Desarticulado en Asturias un grupo de distribución de cocaína que se aprovisionaba en el País Vasco

La Guardia Civil de Gijón ha detenido a seis personas en el marco de la denominada Operación Takin, dirigida a la lucha contra el tráfico de drogas y que ha permitido desarticular un grupo de distribución de cocaína que se aprovisionaba en el País Vasco así como en Cantabria y Madrid. La operación se ha desarrollado a lo largo de siete meses bajo dirección del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Villaviciosa.

Los detenidos son D.N.B. de 39 años y vecino de Gijón, quien ejercía de líder o cabecilla del grupo; F.J.A.A. de 55 años de edad, vecino de Villaviciosa y M.A.S. de 40 años, vecino de Cantabria, que eran los que conformaban el escalón intermedio y llevaban a cabo el suministro de la droga. Y por último J.M.S.E., de 36 años, vecino de Noreña, L.F.C., de 56 años, y J.I.Z.I., de 36 años ambos vecinos de Gijón. Estas tres personas conformaban el escalón inferior, realizando la distribución al menudeo de la droga.

Las investigaciones comenzaron a principios del mes de diciembre del año pasado, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la existencia de una persona que, presumiblemente, se dedicaba a la distribución de importantes cantidades de cocaína en Villaviciosa, y Gijón. Tras la primera fase de la investigación, en la que los agentes pudieron identificar a todos los miembros de la organización y sus conexiones mediante la realización de discretas vigilancias, se pudo determinar que esta persona lideraba una organización dedicada a la distribución de cocaína en Asturias.

Aprovisionamiento

Esta organización manejaba diferentes vías de aprovisionamiento, recurriendo a unas u otras en función de sus necesidades o de las condiciones más beneficiosas de obtención de la droga. Habitualmente, se abastecían en las Comunidades Autónomas de Cantabria, Madrid y País Vasco. El traslado de la cocaína hasta Asturias se realizaba por carretera empleando un vehículo acondicionado con un hueco oculto o "caleta". Dicho hueco era de muy difícil acceso, siendo necesario para su apertura el uso sucesivo de diversas herramientas y acoples también escondidos en diferentes partes del vehículo.

Las abundantes medidas de seguridad empleadas por el grupo tales como el empleo de la ya mencionada "caleta" para ocultar la droga, así como el uso de telefonía móvil encriptada para sus comunicaciones, dificultaron la obtención de indicios probatorios a los agentes. Según ha informado la Guardia Civil, una vez obtenida la droga, utilizaban un piso de seguridad para su almacenamiento, solo conocido por el líder de la organización, quien mantenía una discreción absoluta sobre sus actividades ilícitas, así como en su nivel de vida, añadiendo mayor dificultad a la investigación del entramado delictivo.

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