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España

Marjaliza no está solo: sus testaferros y colaboradores también tiran de la manta

David Marjaliza junto a Granados, en una de las pocas imágenes que existen de él.

El constructor David Marjaliza Villaseñor no es el único imputado en el 'caso Púnica' que está 'tirando de la manta'. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Eloy Velasco, apunta en el auto dictado este miércoles en el que dispone la libertad bajo fianza de 100.000 euros del socio de Francisco Granados que "la investigación [...]ha recibido informaciones que han procedido de sus testaferros y colaboradores más inmediatos". Según fuentes cercanas a las pesquisas, el magistrado se refiere a "varias personas de su entorno familiar y profesional", entre ellas su secretaria y persona de la máxima confianza, Ana María Ramírez. Tras la confesión del empresario del pasado verano, todas ellas han acudido en los últimos meses a la Audiencia Nacional a aportar documentación sobre las actividades delictivas de la trama.

Entre los imputados están la hermana, la esposa, el cuñado y el suegro de Marjaliza. A este último el juez lo señala como uno de los testaferros de la trama

En estos momentos, el juez Eloy Velasco mantiene como imputados en la causa a la esposa de Marjaliza, Adela Cubas Navarro; al hermano de ésta, Gonzalo, que además era alcalde 'popular' en la localidad madrileña de Torrejón de Velasco, y al padre de ambos, Eduardo Cubas Naranjo, un productor de patatas y cebollas que figuraba como presunto testaferro en operaciones urbanísticas y en un negocio de gasolineras de su yerno. En la lista también figura la hermana del propio constructor, Ana María Marjaliza Villaseñor, quien aparece como autorizada en la cuenta de una sucursal bancaria de Valdemoro donde se recibieron los 4,2 millones de euros desde Singapur blanqueados en una falsa operación de compraventa de arte. También regentaba un despacho de lotería a través del cual los investigadores sospechan que su hermano blanqueaba fondos. Ana María Marjaliza ya remitió el pasado mes de noviembre un escrito al magistrado para que le retirara la imputación.

Los testaferros y la secretaria

En la lista de encausados también figura otra media docena de personas que, según las investigaciones, ejercían el papel de testaferros en el amplio entramado societario del constructor para ocultar que muchas de esas empresas eran propiedad de éste. Según el auto del juez, algunos han comenzado a colaborar con las investigaciones. Uno de ellos es Antonio Cándido Ruiz García, quien alertó el pasado 1 de junio al juez Velasco de que cuatro de las empresas en las que figuraba como administrador único, y que en realidad eran de la mujer de Marjaliza, habían sufrido cambios meses después de que se produjeran las detenciones y dichas compañías fueran intervenidas judicialmente. Para corroborar sus palabras, facilitó al juzgado diversas actas notariales que recogían los mismos. En marzo, este hombre de paja ya había llevado a la Audiencia Nacional una factura de 16.536 euros que una de las empresas de Marjaliza aún pretendía cobrar cuatro meses después de las detenciones.

Un testaferro llevó en marzo una factura de 16.536 euros que una empresa de la trama quería cobrar cuatro meses después de las detenciones

Sin embargo, la gran colaboradora de la investigación, después del propio Marjaliza, es la secretaria de éste. Ana María Ramírez acudió a declarar ante el juez Velasco un mes después de que lo hiciera su jefe. En una comparecencia que duró dos horas y media, la mujer facilitó nuevos datos y se comprometió aportar más documentación. El magistrado ordenó entonces su puesta en libertad bajo fianza de 40.000 euros. Desde entonces, muchas veces siguiendo las indicaciones que recibía desde la cárcel del propio constructor, la mujer ha acudido a la Audiencia Nacional con información. La última vez, el pasado 4 de diciembre. Según fuentes jurídicas, ese día acudió con abundante documentación de gran valor que confirmaban muchas de las acusaciones que el constructor lanzó durante su confesión.

Ocho meses de colaboración  

La colaboración de Marjaliza y todo su entorno comenzó a fraguarse hace ocho meses. En concreto, el pasado 23 de abril. Aquel día, el magistrado ordenó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que registrara el número 14 de la Avenida de la Libertad, de Valdemoro, domicilio social de algunas de las sociedades del empresario, pero también residencia de sus padres. Los agentes buscaban nueva documentación sobre la trama, pero también obras de arte supuestamente utilizadas para blanquear dinero. Encontraron algunas de estas últimas, junto a trofeos de caza, en un trastero del edificio. Fue entonces cuando Marjaliza dio el primer paso e indicó a los guardias civiles que no buscasen documentación comprometedora en aquella vivienda porque no la había. Aseguró que todo lo referido al supuesto pago de comisiones y sobornos lo guardaba "aquí", señalándose la cabeza.

Marjaliza reclamó en septiembre su "inmediata" excarcelación con el argumento de que le permitiría seguir "complementando" su confesión

Desde aquel día, y tras llegar a un pacto con la Fiscalía Anticorrupción para que su colaboración sea tenida en cuenta cuando se celebre el juicio, Marjaliza ha salido cuatro veces más de la prisión. En la primera, asistió a otro registro, el de las oficinas que tenía en el Edificio Éboli, de la localidad de Pinto. Allí los agentes localizaron con su ayuda un zulo en una buhardilla en el que había abundante documentación contable de su vasto entramado empresarial. La siguiente fue el 18 de junio. El destino en este caso fue el despacho en la Audiencia Nacional del juez Velasco. Aquel día, el magistrado y las fiscales del caso le interrogaron por el espacio de una hora y 57 minutos. En concreto, desde las 18:03 hasta las 20:00, según consta en el acta que se levantó al término de la misma. Era la primera de las tres comparecencias que realizaría. Había empezado a 'tirar de la manta'.

Para la siguiente no hubo que esperar mucho. Un día después, el socio y amigo de Granados estaba de nuevo frente al juez. En este caso inició su declaración a las 10:40 y terminó a las 13:34. En total, dos horas y 54 minutos. La tercera, sin embargo, se demoró seis días. El 25 de junio, Eloy Velasco le dedicaba prácticamente toda la jornada a Marjaliza en una maratoniana sesión que duró cinco horas y un minuto, exactamente. La inició a las 11:18 y la interrumpió a las 13:39. Tras la comida, comenzó a interrogarle de nuevo a las 16:37, para no dejarlo ya hasta las 20:17. En total, entre los tres días el constructor contestó preguntas durante 10 horas y 52 minutos. Más del doble del tiempo que, por ejemplo, estuvo declarando en julio de 2013 Luis Bárcenas cuando decidió 'tirar de la manta' y confirmar la veracidad de sus célebres apuntes contables.

Tres meses después de aquella última declaración, que aún permanece bajo secreto de sumario, Marjaliza presentó ante el juez un escrito para solicitar su "inmediata" puesta en libertad. Aunque ya la había pedido en marzo, ésta era la primera vez que lo hacía después de comenzar a colaborar. En ese momento, argumentó que su excarcelación le permitiría seguir aportando datos. "Es necesario el acceso a la libertad para poder aclarar varios extremos de la documentación incautada, complementando en su caso la declaración prestada en el Juzgado, lo que permitiría aclarar el contenido de las fuentes de pruebas ya incautadas", recalcaba. De hecho, calificaba la información que había aportado hasta ahora como "relevante" y fundamental para contribuir "al adecuado esclarecimiento de los hechos". Finalmente, este miércoles el juez Velasco ha aceptado su petición y dado luz verde a su puesta en libertad bajo fianza. "El encausado David Marjaliza ha adoptado una dinámica de colaboración con la Justicia, admitiendo hechos, aportando evidencias documentales incriminatorias y auxiliando al Juzgado en la recuperación de activos de origen delictivo", aseguraba el magistrado en el mismo auto en el que señala que no es el único, que sus testaferros y colaboradores también están 'tirando de la manta'

"SERÁ DIFÍCL RECAUDAR LA FIANZA"

El juez Eloy Velasco impuso este miércoles a David Marjaliza una fianza de 100.000 euros como condición previa para salir de la cárcel de Aranjuez. De esta forma, el instructor rebajaba considerablemente la cantidad de 250.000 euros que había solicitado la Fiscalía Anticorrupción para que se aceptase su excarcelación. Sin embargo, fuentes del entorno del constructor recalcan a este diario que su salida de prisión se puede retrasar bastantes días ya que aseguran que "será difícil" reunir esa cifra ya que tanto él como su familia tienen bloqueados todas sus cuentas y bienes tanto en España como en Suiza, único país en el que por el momento se le han intervenido fondos además de obras de arte. Si finalmente Marjaliza deposita esa cantidad en la cuenta del juzgado, su libertad no será, ni mucho menos, plena. De hecho, deberá comparecer cada quince días en la Audiencia Nacional, se le retirará el pasaporte y se le prohibirá salir del territorio nacional. El imputado deberá, además, facilitar un teléfono y domicilio al juzgado y avisar de cualquier cambio al magistrado.

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