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España

Ni aborto, ni impuestos, ni copago: el PP abre en Valladolid su Convención del aplauso

Precedido de la tormenta de las deserciones, las renuncias, las declaraciones y las ausencias, el PP abre este viernes su Convención Nacional en Valladolid con el objetivo de mostrar una imagen de cohesión, de unidad sin fisuras y de fortaleza para encarar la cita electoral de mayo.

Dolores Cospedal ha vivido unas jornadas previas al cónclave de enorme trasiego a causa de los contratiempos sobrevenidos. El más severo ha sido la creación de Vox, donde se han hecho fuertes importantes voces críticas como Santiago Abascal, Ortega Lara o Vidal-Quadras, que ha avivado el debate ideológico en el seno de la formación. Incluso se han producido situaciones impensables como algunas descalificaciones públicas desde el PP vasco a Maria San Gil.

Llegó luego el episodio sobre la renuncia de Mayor Oreja como cabeza de lista a las europeas, algo que nadie le había ofrecido. Y finalmente el estruendo del portazo de José María Aznar, tan estrepitoso como su protagonista pretendía. El expresidente del PP ha devuelto así el bofetón que le propinó Moncloa al boicotear la presentación de su último libro. Ni un ministro acudió en su día a obsequiar con su presencia la soirée de Aznar.

Sublevación frustrada

Demasiadas turbulencias a las puertas de una convención. Algunos veteranos recordaban las vísperas de Valencia, con un amago de sublevación y golpe de mano, finalmente conjurada. No hay ahora para tanto pero la inquietud sacude las terminales nerviosas de la formación.

Es momento, por eso, de apaciguar los ánimos, sacar a pasear la sonrisa y ofrecer una imagen de familia bien avenida. Ninguno de los asuntos que incomodan o que provocan disensiones en el seno del partido saldrá a relucir. Ni el proyecto de ley del aborto, ni la financiación autonómica, ni el IVA, ni el copago... Las reuniones y la sesiones de trabajo entre ministros y "barones", entre dirigentes de Moncloa y representantes regionales, versarán especialmente en profundizar en los mensajes que se han de trasladar a la sociedad.

Tres jornadas de calmachicha, sin apenas novedades, sin casi ningún contenido. No hagan olas, podría ser el lema de las jornadas, a juego con el edificio Miguel Delibes que ejercerá de anfitrión. Esa especie de homenaje al mar diseñado por Ricardo Bofill y plantificado en el corazón de la vieja capital castellana. Llega el momento de explicar los logros conseguidos, después de dos largos años de sacrificios, recortes, impuestazos y pesadumbre. De la economía macro a la economía familiar. Del negro horizonte al cielo azul esperanza.

Otra vez hacia el centro

El objetivo es movilizar a los propios y recuperar a los desencantados. Y a los cabreados. Pedro Arriola, el gurú electoral y demoscópico de Rajoy, sugiere una vez más un desplazamiento hacia el territorio del centro. Algunos líderes de opinión le hacen el juego. Los estrategas del partido consideran incluso positiva la aparición de Vox, ya que diluirá o dividirá un voto que ahora parece asegurado para Ciudadanos o UPyD.  Pero las encuestas ofrecen, a cuatro meses de las urnas, un empate técnico entre el PP y el PSOE, según los datos de Génova publicados por este diario.

No había tampoco novedades en cuanto al organigrama del partido, ni en cuanto a nombramientos, como por ejemplo en Andalucía, donde el PP padece un vacío de liderazgo desde que Javier Arenas regresó a Madrid y dejó aquella plaza al albur de los designios de Susana Díaz, la lideresa del PSOE. Tampoco se despejarán las dudas sobre las listas electorales a Europa, ya que podría eclipsar el propio desarrolo de la Convención.

Ni fisuras, ni tensiones ni controversias. El PP necesita, en estos momentos, ofrecer una imagen de serenidad, unidad y de potencia. Con la tranquilidad que ofrece una oposición 'convulsa', tal y como señaló la propia Cospedal y con la inquietud de que las corrieentes internas puedan derivar en algo más que un episodio pasajero.

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