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España

Mas advierte de que el rechazo de Rajoy al 'pacto fiscal' le llevará a esquivar la Constitución

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, durante la rueda de prensa tras la reunión mantenida con Rajoy.

El presidente de la Generalidad ha hablado en su ‘embajada’ en Madrid con un lenguaje más moderado que el que empleó para interpretar el grito independentista que salió de la Diada, pero no por eso más respetuoso con la Constitución. De hecho, ha advertido que aunque “la actitud de Cataluña es constructiva”, la Constitución de 1978 se elaboró bajo el “ruido de sables” y luego se reinterpretó bajo el estigma del golpe de estado de Tejero, “Si no se adapta, no puede anular la voluntad de un pueblo. Si Cataluña quiere emprender un proyecto de futuro, la Constitución no será una pared insalvable”. Para que no quedaran dudas, ha añadido que “ningún marco legal puede frenar la voluntad mayoritaria, pacífica y democrática de un pueblo”.

"Si Cataluña quiere emprender un proyecto de futuro, la Constitución no será una pared insalvable", afirma el presidente de la Generalidad

La misiva digital del Rey Juan Carlos en la que pide unidad para el momento tan crítico que vive España y sugiere huir de las quimeras, “no ha sido abordada ni treinta segundos” en la conversación que Mas ha mantenido hoy con Rajoy. Pero el presidente de la Generalidad ha respondido al monarca que, pese a no sentirse aludido por la carta Real, “también es una quimera que sin tocar la Constitución se pueda encajar a Cataluña dentro del Estado”. “El ‘pacto fiscal’, ha abundado, no es una quimera, es un proyecto consensuado por la sociedad catalana”.

El rotundo no de Mariano Rajoy a un concierto económico a la catalana se ha visto compensado por un ofrecimiento al diálogo en dos aspectos que son básicos para Cataluña: la pésima salud de su tesorería, con crecientes problemas para pagar las nóminas, y la negociación de un nuevo modelo de financiación, que toca renovar el año que viene. El primer aspecto está recibiendo el tratamiento adecuado gracias a las frecuentes reuniones que el equipo del consejero Mas-Collel mantiene con el equipo de Cristóbal Montoro. De hecho, el Gobierno ha garantizado a la Generalidad que podrá atender a sus vencimientos de deuda, por importe de casi 5.000 millones, que tiene pendientes hasta fin de año.

El rechazo de Rajoy al ‘pacto fiscal’ ha sido, en todo caso, la palanca que buscaba Artur  Mas para precipitar un adelanto electoral cuyo anuncio se ha reservado para la semana que viene cuando se celebre a partir del martes el debate de política general en el Parlamento catalán. En los próximos días, ha anunciado, tomará decisiones importantes, no improvisadas, cuyo contenido se ha negado a desvelar. En su entorno inmediato nadie duda de que el adelanto electoral está ya en su mente y la única duda son las fechas. Puede convocar a las urnas para este mismo otoño o, quizás, para la primavera.

Mas desvelará su calendario electoral en el debate de política general previsto en Cataluña para la semana que viene

Mas también ha anticipado que asistirá el próximo 2 de octubre a la conferencia de presidentes autonómicos que presidirá Rajoy, donde planteará un reparto equitativo entre el Gobierno central y las comunidades autónomas para cumplir con los objetivos de déficit.

La rueda de prensa del presidente de la Generalidad no ha estado exenta de algunas anécdotas desagradables. Primero ha empleado el catalán, luego se ha extendido en castellano, más tarde no ha traducido las preguntas que algunos periodistas le han hecho en catalán y, por último, se ha brindado a hablar en inglés para los medios extranjeros que lo requirieran. Ningún informador ha protestado ante tal desprecio.

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