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España

Descalabro en el PP catalán: perdería hoy 7 de cada 10 de los votos que obtuvo hace un año

Lo sondeos en Cataluña son un ejercicio de adivinaciones. El voto oculto se evidencia elección tras elección. Recelo, miedo, desconfianza. El votante no nacionalista no manifiesta la orientación de su papeleta. Partido Popular y Ciutadans logran siempre más apoyos en las urnas de lo que muestran las encuestas.

El Centro de Estudios de Opinión (CEO), que es una especie de CIS catalán, no ofrece buenos augurios para el partido de Alicia Sánchez-Camacho. El PP no sólo perdería cuatro o cinco escaños, sino que ella misma sigue siendo la dirigente menos valorada de todos los líderes catalanes. Nada nuevo por ese lado. Más llamativo resulta el hecho de que el PP es el partido que sufre más deserciones. Siete de cada diez personas que lo votaron hace un año en las autonómicas no volvería a hacerlo de celebrarse ahora los comicios regionales.

Muchos de esos votos se irían a Ciutadans, el partido fundado hace siete años y que sigue mostrando una tendencia creciente. Albert Rivera duda estos días en la posibilidad de dar el salto fuera de Catalauña y presentar su candidatura a las europeas. El Movimiento Ciudadano, su marca fuera de la comunidad catalana, cosechó enorme éxito en su presentación en Madrid. El 14 de diciembre hará lo propio en Valencia. Luego decidirá. Las encuestas le son favorables. Y la corriente de opinión le favorece. Los intentos por llegar a algún tipo de acuerdo con UPyD no prosperan, ante la intransigencia de Rosa Díez, por lo que tendría que ir en solitario a las urnas. Este sondeo de la Generalitat le da incluso 2 o 3 escaños en el caso de que se presentara a unas elecciones generales. Es sin duda el partido de mayor empuje en Cataluña puesto que ERC frena su impulso y Convergencia detiene su espectacular caída.

En el PP catalán se sigue confiando en que las encuestas de la Generalitat carecen de credibilidad y las que llevan a cabo empresas privadas siempre les castigan. Y no poco. Una media de cuatro o cinco puntos por debajo de la realidad. El factor de corrección del voto oculto ha de tenerse en consideración. Similar efecto padece Ciutadans aunque en menor medida.

En el PP catalán existe una cierta preocupación demoscópica. No tanto por que puede pasar a convertirse en la quinta formación del Parlament, lo que quedar relegado al papel de un partido irrelevante, sino porque no se advierten signos de reacción que hagan pensar en un cambio de rumbo. En Moncloa advierten que las autonómicas de Cataluña están aún demasiado lejos y antes hay que cerrar la operación de "salvar a Mas de las fauces de ERC". Esta operación debilita a los populares catalanes ante su electorado, que observa con reticencia las negociaciones subterráneas que se llevan a cabo entre Moncloa y la Generalitat. Lo denunció Núñez Feijóo hace una semana, cuando rechazó las negociaciones bilaterales 'a media luz' con ciertas comunidades y reclamó una conferencia de presidentes, que muy poco entusiasma a la Presidencia.

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