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España

Las órdenes a las ‘embajadas’ catalanas: “Debemos transmitir el proceso independentista”

El presidente de la Generalitat, Artur Mas

Tal es la presión a la que están expuestos los empleados catalanes de las oficinas de la Generalitat catalana en el mundo, a las que se conoce como “embajadas”, que prefieren hablar guardando el anonimato por miedo a perder su trabajo. Artur Mas ha dado orden a su fiel conseller de Presidencia, Francesc Homs, del que depende toda la política “de acción exterior” para que “extienda lo máximo posible” el discurso soberanista de su acción política.

Y de transmitir fuera de España el mensaje entre políticos, empresarios y personas influyentes de los países como Francia y Bélgica donde la Generalitat dispone de oficina propia en París y Bruselas, entre otras ciudades, de que “Cataluña vive oprimida por parte del Estado español y que quiere seguir con su camino hacia la independencia”.

“Trasladar un mensaje de apoyo al independentismo”

Según las declaraciones de uno de los empleados de una de estas oficinas catalanas en el exterior, que actúan como “sedes diplomáticas” que si bien tienen el objetivo de transmitir la cultura y tradiciones catalanas y dar asesoría empresarial, éstas van más allá en sus funciones y “nos piden que traslademos en nuestras reuniones un mensaje político claro y orientado hacia apoyar el discurso soberanista actual del gobierno catalán y ERC”, afirman las mismas fuentes.

La Generalitat transmite en París y Bruselas el mensaje de que "Cataluña vive oprimida por parte del Estado español"

Francesc Homs diseña la acción política exterior

Tras la celebración de la consulta ilegal del pasado 9 de noviembre y ante el horizonte del adelanto electoral del próximo 27 de septiembre, Artur Mas y Francesc Homs han dado fuerza a la red de oficinas catalanas en el exterior anunciando nombramientos de nuevos responsables y la ampliación de dicha red con 50 nuevas “embajadas” catalanas en el mundo.

Directores de “embajadas” catalanas afines a Convergència

Se da la circunstancia que los nuevos responsables de oficinas son todos “colaboradores” de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido independentista que conforma la federación nacionalista de CiU y han sido elegidos por sus “buenas relaciones” con Artur Mas. El sueldo de un director de oficina de la Generalitat en el exterior puede alcanzar los 80.000 euros brutos anuales.

Con esta idea, el gobierno catalán tiene la intención de abrir un total de 50 delegaciones en el extranjero, según ha confirmado el secretario de Asuntos Exteriores de la Generalitat, Roger Albinyana. A pesar de que las oficinas en el exterior deben reportar al Ministerio español de Asuntos Exteriores, en el caso de la Generalitat catalana estas oficinas “actúan como transmisoras del mensaje independentista y de que Cataluña quiere trazar su camino al margen de España”, como aseguran a este diario desde una de las delegaciones.

Un plan para abrir 50 delegaciones hasta 2016

La Generalitat dispone en la actualidad de cinco denominadas embajadas: Bruselas, Washington, París, Londres y Berlín. A estas, hay que sumar las de Viena y Roma, cuyos delegados tomaron posesión de su cargo esta semana.

El encargado de dirigir la oficina austriaca es Adam Casals, un experto en servicios de asesoría estratégica y comunicación en relaciones internacionales que colabora además con centros como el Instituto Alemán de Política y Seguridad Internacional. En la delegación de Viena se asumirán también las relaciones con Eslovenia, Croacia, Hungría, Chequia y Eslovaquia.

Se da la circunstancia que los nuevos responsables de oficinas son todos “colaboradores” de CDC

Por su parte, el delegado en Roma, Luca Bellizzi, es doctor en Políticas por la Universidad de los Estudios de Milán y hasta su nombramiento como alto cargo de la Generalitat trabajaba como director ejecutivo de una empresa inmobiliaria y forma parte de la secretaría de Relaciones Internacionales de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).

La versión oficial del gobierno catalán para justificar “el nuevo impulso a la red exterior de la Generalitat” es que los nuevos delegados en el extranjero deberán centrarse en potenciar la internacionalización de la economía catalana –conseguir nuevos clientes y permitir asesoramiento para que las empresas catalanas se instalen en el exterior-, la proyección de la lengua y la cultura así como la promoción del turismo.

Pero al margen de estas funciones, las oficinas en el exterior tienen un fuerte componente político, algo que no forma parte de la esencia por la que fueron creadas y que “vigila” muy de cerca el Ministerio de Exteriores que dirige García-Margallo. Y todo pese a que Artur Mas desarrolla esta política porque la ley española se lo permite al haberse aprobado a finales del pasado mes de diciembre la nueva ley de acción exterior de la Generalitat con el beneplácito del Gobierno de Mariano Rajoy, tal y como adelantó Vozpópuli.

“Del derecho a decidir al mensaje de la independencia”

Por otra parte, el Govern utiliza las oficinas en el exterior para reforzar su mensaje secesionista: pasar de la defensa del derecho a “decidir a plantear abiertamente el anhelo de una Cataluña independiente”, según el ideario nacionalista catalán. Se trata de impulsar las denominadas “estructuras de Estado”, un propósito que forma parte del reeditado acuerdo entre CiU y ERC. La cartera de Exteriores depende la conselleria de Presidència.

Y es precisamente Francesc Homs, abiertamente declarado a favor de la independencia de Cataluña, el que ha colocado a Amadeu Altafaj en la estratégica oficina de Bruselas, en el corazón del ejecutivo comunitario. Altafaj es exjefe de gabinete adjunto de Asuntos Económicos de la Comisión Europea en la etapa de Olli Rehn, como representante permanente de la Generalitat ante la UE.

Otro de los nombres destacados en la acción exterior del Gabinete de Artur Mas es el del periodista de TV3 –la cadena autonómica catalana posicionada en favor de la independencia- Martí Anglada, encargado de dirigir la delegación de París. Entre los próximos objetivos destaca la intención de abrir oficinas en Asia y América Latina.

Fuentes próximas al Ejecutivo catalán reconocen que la estrategia del ministro de Exteriores, José Manuel Margallo, de frenar cualquier iniciativa que pretenda promocionar el derecho a decidir de Cataluña ha afectado negativamente en algunas cancillerías.

La Generalitat pretende abrir este año y hasta 2016 –habrá que ver cuál es el Parlamento autonómico que se configura tras las elecciones del 27 de septiembre- nuevas oficinas en países de Europa del Este y del Norte, que entrarían en funcionamiento antes de 2016, unas representaciones que se sumarían a las nuevas delegaciones de Roma y Viena. 

El presupuesto dedicado a Acción Exterior pasa de los 16,5 millones en 2014 a 19 millones en 2015. De esta cantidad, 8,6 millones se dedican a cooperación y el resto (11,1 millones) es propiamente el gasto en la “diplomacia catalana”.

En relación con el presupuesto dedicado a Acción Exterior, su responsable en el Gobierno de Mas rechazó las críticas, apuntando que por cada 250 euros que gasta el Ejecutivo de Mariano Rajoy, la Generalitat destina un euro. 

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