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España

El PP recluta a 1.400 voluntarios de fuera de Cataluña para controlar la jornada del 27S

Mariano Rajoy, entre María Dolores de Cospedal y Javier García Albiol, paseando por Barcelona.

Hace dos semanas, parlamentarios del PP fuera de la circunscripción  de Cataluña recibieron una carta de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, en la que se les invitaba a sumarse de forma voluntaria al ejército de interventores y apoderados llamados a controlar que las elecciones del próximo domingo se celebren con las debidas garantías y limpieza democrática. El objetivo de la misiva es conseguir a 1.400 compromisarios que sirvan de refuerzo a los militantes del PP en esta comunidad y, según fuentes de Génova, 13, casi se ha logrado. De hecho, se han reservado las plazas correspondientes para el regreso a Madrid de estos voluntarios en un AVE que saldrá de Barcelona a última hora de la noche del domingo una vez haya finalizado el recuento de votos y se conozcan los resultados oficiales. La ventaja de estos horarios es que el PP se ahorra el pago de una noche de hotel, aunque obliga a los diputados y altos cargos que se han sumado a la tarea a bregar con una jornada de más de 16 horas de trabajo.

Hay afiliados que tienen miedo a participar en las mesas electorales por temor a represalias

El reclutamiento de militantes de fuera de Cataluña para controlar el proceso electoral del 27-S obedece a la deficiente estructura que el PP tiene en este territorio, a pesar de que dice contar en él con cerca de 30.000 militantes. “Tenemos muchos afiliados que están viviendo este momento con una gran angustia, ya que se respira miedo a hablar e intentan evitar verse retratados en las mesas electorales pues les pueden hacer la vida imposible en su comunidad de vecinos, en su barrio o en las empresas donde trabajan”, explican fuentes del partido.

Los voluntarios tienen como misión seguir las votaciones en los 2.681 colegios electorales y 8.181 mesas repartidas por las cuatro provincias, donde en total trabajarán el domingo más de 24.000 interventores, 49.000 suplentes y 3.885 representantes de la administración.

Según las encuestas más fiables, el PP podría perder en estos comicios seis diputados quedándose con 13 de los 19 que obtuvo en las elecciones de 2012. Se situaría así como la cuarta o la quinta fuerza política, por debajo de Ciudadanos que se colocaría como la segunda, con 21 diputados, 13 más de los obtenidos hace tres años.

El papel asignado a los interventores y apoderados

El PP ha repartido el trabajo de los voluntarios entre interventores y apoderados. Los primeros pueden examinar las papeletas y facilitar las de su partido, comprobar que el votante está inscrito en el censo, reclamar si tiene dudas y formular, en su caso, los oportunos requerimientos. También pueden obtener una copia del escrutinio de la mesa, firmar los sobres de documentación que deben enviarse a la Junta Electoral con el recuento hecho y acompañar al presidente de la mesa y a los vocales al juzgado  en cuya demarcación esté situada para entregar la documentación. También tienen derecho a participar en las deliberaciones de los miembros de la mesa con voz pero sin voto.

Para ahorrarse una noche de hotel, el PP ha previsto el regreso a Madrid en AVE a última hora del domingo

Los apoderados del PP y del resto de los partidos que controlarán  las elecciones del próximo domingo tienen unos derechos parecidos a los de los interventores, pero con la posibilidad de ejercer la vigilancia en cualquier mesa de la circunscripción donde se realice el escrutinio.

En total, están llamados a votar más de 5,5 millones de ciudadanos, de los cuales poco más de 195.000 reside en el extranjero y figuran inscritos en el censo de residentes ausentes. Datos provisionales de la Generalitat reflejan que hasta ahora han pedido votar por correo cerca de 109.000 electores.

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