Quantcast

España

La juez de los discos duros rechaza admitir a trámite la recusación promovida por el PP

La tesorera del PP, Carmen Navarro.

La formación de Mariano Rajoy ha conseguido enfadar, y mucho, a la juez que debe decidir si envía a los populares como persona jurídica, a su tesorera Carmen Navarro, a su presentante legal, Alberto Durán y al jefe de sistemas José Manuel Moreno a juicio por los delitos de encubrimiento y daños informáticos. Se trata de la titular del Juzgado de Instrucción Número 32 de Madrid, Rosa María Freire, instructora del caso de los discos duros, quien ha rechazado de plano este miércoles tramitar el incidente de recusación que el Partido Popular presentó contra ella pidiendo que fuera apartada de este procedimiento antes de que dictara el auto de apertura de juicio oral, que llevaría a los 'populares' al banquillo por las destrucción de las memorias internas de los ordenadores de su extesorero Luis Bárcenas. 

En la resolución, la magistrada Freire explica que en el presente procedimiento no se cumplen ninguno de los requisitos previstos en la Ley que obligan a un juez a apartarse de una causa como pueden ser, por ejemplo, tener vínculo matrimonial o parentesco con algunas de las partes  personadas en el procedimiento o tener amistad íntima o enemistad manifiesta con cualquiera de ellas. 

Asimismo, la juez de Madrid argumenta que las recusaciones de los instructores deben plantearse en el momento en que se tenga conocimiento de que puede estar en duda la imparcialidad del juez. La magistrada añade que los motivos esgrimidos por el PP para apartarla de esta causa –uno de ellos era por ejemplo que el PSOE trató de promocionarla para que ocupase el Juzgado Central de Instrucción Número 3 de la Audiencia Nacional habiendo venido esa "promoción profesional"  de la mano del vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Álvaro Cuesta, "significadísimo miembro del PSOE- eran "todos" públicos y que, por lo tanto, la formación de Mariano Rajoy pudo tener conocimiento de los  mismos desde el mismo momento en que la juez Freire comenzó a instruir el caso de los discos duros.

La juez sostiene en su auto:  No sé si es "que soy extraordinariamente inteligente o que, por el contrario, soy un instrumento en manos de mentes privilegiadas, seguramente masculinas"

La magistrada recuerda que desde la reapertura del caso "se practicaron numerosas diligencias en la que las defensas del PP y demás investigados en ningún momento pusieron de manifiesto que estuviesen recibiendo un trato inadecuado, sesgado o parcial". "De todo eso parece derivar que el PP esperó a conocer el resultado de la resolución judicial que resolviese su solicitud de sobreseimiento para hacer valer caso de que no fuera favorable (...) otras estrategias derivas de la información pública y accesible sobre la instructora de la que ya disponía y que se materializaron el incidente de recusación", afirma la juez.

Por ello, la magistrada considera que el porqué de la recusación hay que buscarlo en el auto del pasado 26 de julio en el que procesó al PP por la presunta comisión de un delito de daños informáticos y otro de encubrimiento por el supuesto borrado de los discos duros.

En el escrito de recusación, el PP argumentaba además que la "imparcialidad" de la magistrada ha quedado en entredicho por su "evidente cercanía" con el Partido Socialista y prueba de ello es que ésta ha sido "debatida" este verano en las tertulias de determinados medios de comunicación. Sobre este extremo la juez responde que es "poco serio y riguroso" pretender apartar a un juez de un procedimiento por los comentarios que hagan determinados tertualianos en programas de televisión. 

En el auto, Rosa María Freire responde que "no es por lo tanto el momento de entrar en el fondo del asunto ya que no es ésta la resolución que permite negar todas y cada una de las acusaciones de falta de imparcialidad de la que suscribe y que me han convertido según el partido recusante en un eficaz instrumento de la acción política del PSOE" a la par que añade que desconoce "si esto significa a ojos del recusante que soy extraordinariamente inteligente o que, por el contrario, soy un instrumento en manos de mentes privilegiadas, seguramente masculinas". 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.