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España

La trama del 'caso Rato' se enreda: sus testaferros también hacen negocios juntos

Rato, a su salida de la Audiencia Nacional tras un interrogatorio del 'caso Bankia'.

El complejo entramado societario del 'caso Rato' sigue creciendo. Dos de los imputados en la causa por haber colaborado supuestamente con el exvicepresidente del Gobierno en sus movimientos patrimoniales bajo sospecha no sólo tienen como nexo de unión al político, sino que ambos comparten cargos directivos en sendas empresas. Se trata de Alberto Portuondo Coll, el empresario detenido y encarcelado acusado de haber cobrado una comisión de más de 2 millones de euros y haberla repartido con Rodrigo Rato, y Miguel Ángel Montero Quevedo, detenido la pasada semana y presunto testaferro de la familia del político desde hace siete lustros. Ambos figuran en los órganos de administración de Young Potencial Development SL, dedicada a "impartir enseñanza a todo tipo de personas", y BPM Estudio Financiero SL, cuyo objeto social es "la prestación de servicios profesionales y empresariales", según recoge el Registro Mercantil.

Portuondo disolvió el 11 de febrero de 2014 la empresa con la que cobró la millonaria 'mordida' de Bankia. Dos días después entró en una de las dos sociedades en las que coincide con el otro testaferro

La doble conexión empresarial de ambos testaferros es conocida por los responsables de las pesquisas, aunque aún no se ha plasmado en una nueva línea de investigación, según admiten fuentes cercanas a la misma. Todos los esfuerzos están centrados ahora en recabar pruebas e indicios sobre el supuesto cobro irregular de 'mordidas' por la adjudicación de contratos de publicidad y marketing entre 2011 y 2012 en Bankia, en el periodo en el que Rato fue presidente de la entidad. De hecho, una de estas mercantiles, BPM Estudio Financiero SL fue constituida con posterioridad a dicha etapa. En concreto, el 12 de febrero de 2013. Sin embargo, las fechas de los cambios en sus cargos directivos sí la enlazan con una sociedad clave en la causa. En concreto, con Albisa Inversiones y Asesoramiento SL, la firma de Portuondo a través de la cual presuntamente cobró la millonaria comisión y desde la que pagó 835.000 euros al exvicepresidente del Gobierno. Según refleja el Registro Mercantil, esta última fue disuelta por Portuondo el 11 de febrero de 2014. Sólo dos días después, el empresario ahora encarcelado 'desembarcaba' en BPM Estudio Financiero SL como "administrador único". Una responsabilidad que ocupó durante poco más de siete meses, ya que salió de ella el 24 de septiembre del mismo año para ser sustituido, precisamente, por Miguel Ángel Montero Quevedo que es el que actualmente figura al frente de la mercantil.

La segunda sociedad en la que coinciden ambos imputados en el 'caso Rato' es Young Potencial Development SL. Creada en octubre de 2009, su primer administrador único fue, precisamente, Albisa Inversiones y Asesoramiento SL, la firma de Portuondo bajo sospecha en el cobro de las comisiones por la publicidad de Bankia. De hecho, este empresario figuró como representante entre el 3 de noviembre de aquel año y el 5 de abril de 2011. Entonces, Albisa deja de figurar y él, de ocupar dicho puesto. Se crea en aquel momento un consejo de administración en el que el único imputado encarcelado pasa a ocupar el cargo de consejero y consejero delegado mancomunado. Responsabilidades que mantiene a fecha de hoy, según el registro. También fue en aquella fecha cuando entró a formar parte de la compañía el segundo testaferro, Miguel Ángel Montero, con los mismos cargos y, además, como secretario del consejo. Junto a ellos figuran cuatro personas más.

Un detenido...  

Miguel Ángel Montero Quevedo es considerado una de las piezas claves del entramado societario del político y su familia. De hecho, lleva siete lustros figurando como directivo de las sociedades de los Rato. Su detención la pasada semana se produjo por su vinculación con VivaWay Limited, una mercantil constituida en septiembre de 2001 en Cardiff (Reino Unido) con un administrador del paraíso fiscal de la Isla de Gernsey y que, en realidad, es propiedad del propio exvicepresidente del Gobierno. El pasado 10 de marzo, menos de un mes después de que el juez Fernando Andreu impusiera al político la millonaria fianza para el caso Bankia, Montero apareció como director de VivaWay Limited en sustitución de Maurice Albert Perera, residente en la siempre sospechosa Gibraltar. Un cambio de testaferro por testaferro, porque así considera Hacienda y la Guardia Civil a este español con vivienda y despacho en Madrid, ambos registrados la pasada semana por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO). 

En la actualidad, Portuondo y Montero ocupan el cargo de consejeros en Young Potencial Development SL, una empresa creada en 2009 por el primero de ellos

De hecho, es prácticamente imposible encontrar una empresa de los Rato en la que no aparezca el nombre de este "administrador en la sombra", como lo calificaba uno de los primeros informes de la Agencia Tributaria en esta causa. Desde los años 80, ha sido directivo de un buen puñado de sociedades de la familia del político, sobre todo de las del ya fallecido Ramón Rato. Y cuando estalla el escándalo, el pasado mes de abril, figuraba en nueve de las 27 que en aquel momento se relacionaron con el exvicepresidente. Nada menos que un tercio del total. El pasado 30 de septiembre fue detenido por la Guardia Civil. Dos días más tarde el juez Antonio Serrano-Arnal le puso en libertad con la obligación de comparecer una vez al mes.

... y un encarcelado

Por su parte, Portuondo es algo más que un simple testaferro, según fuentes cercanas a la investigación. Detenido a mediados de agosto cuando iba a tomar un vuelo en el aeropuerto madrileño de Barajas para regresar a México, donde reside, ha sido calificado en los medios simplemente como un 'hombre de paja', aunque los investigadores consideran que esa denominación se le queda pequeña. Pieza clave en el supuesto cobro de la mórdida por la adjudicación de los contratos de publicidad de Bankia a las empresas Zenith Media y Publicis Comunicaciones España, su papel fue la de verdadero dinamizador de esta sospechosa operación. De hecho, de los más de 2 millones de euros que estas compañías pagaron, él se embolsó 1,2 millones. Sólo 835.000 acabaron en las cuentas de Rato.

Albisa Inversiones, la empresa de la 'mordida' por la publicidad de Bankia, figuró como administradora única de una de las empresas donde coinciden los testaferros

Sin relación directa con las empresas de la trama -en ninguna aparece como administrador o apoderado- su vínculo con el exvicepresidente del Gobierno es muy estrecho en los tiempos en los que éste dirigía Bankia. De hecho, fuentes de la propia entidad reconocen que era un habitual de la 'planta noble' donde acudía prácticamente todos los días como "asesor de Presidencia". Ocupando ese cargo, Portuondo cobró la millonaria comisión por la adjudicación de la publicidad del banco. Para ello utilizó a Albisa Inversiones y Asesoramiento SL, una empresa casi sin actividad y con escasos gastos en personal que también empleó para hacer los abonos mensuales de 40.000 euros por supuestas asesorías "verbales" a Kradonara 2001 SL, firma clave de Rato. También se hizo con otras dos adjudicaciones de 860.000 y 550.000 euros de la entidad financiera, para lo que se valió de sendas empresas también suyas, Lateral Mente SL y Plena Mente SL.

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