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¿Tuvo Granados otra cuenta suiza? ¿Qué hizo 39 horas en Costa Rica? Los enigmas de Púnica

Francisco Granados, en prisión por la 'Operación Púnica', en una imagen de archivo.

El enorme puzle del 'caso Púnica' aún tiene muchas piezas sin encajar. Dos de ellas afectan directamente a Francisco Granados, exsecretario general del PP madrileño y senador hasta el año pasado, a quien el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Eloy Velasco, señala como uno de los 'cerebros' de la trama de corrupción. La primera es la existencia de una supuesta cuenta con 1,5 millones de euros cuya existencia saltó a la prensa a comienzos de 2014 y que le llevó a dimitir de su cargo en la Cámara Alta. La segunda, el viaje exprés que hizo en abril de 2013 a Costa Rica, uno de los epicentros de la trama de lavado de su socio, David Marjaliza. Tras meses de investigación, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil aún no han logrado aclarar estos extremos.

La Guardia Civil no ha podido aclarar aún si la cuenta suiza que obligó a Granados a dimitir como senador es la misma que destapó el 'caso Púnica'

En el caso de la cuenta corriente, la información sobre movimientos sospechosos de dinero que las autoridades suizas remitieron a la Fiscalía Anticorrupción, y que permitió iniciar la investigación que desembocó en la 'Operación Púnica', hablaba de una cuenta de Granados y de varias de su socio Marjaliza en sucursales en Ginebra del BNP Paribas y el USB. Sin embargo, ninguna de ellas era aparentemente la que había salido a la luz por una información de El Mundo y que terminó provocando que el político abandonase su escaño en el Senado en febrero de 2014. De ésta se llegó a afirmar en prensa que tuvo saldos de hasta 1,5 millones de euros, mientras que de la que informó Berna únicamente figuraban 350.000 euros.

El propio Granados mantuvo el misterio en su declaración ante el juez tras su arresto. El 31 de octubre pasado, el político habló al magistrado sólo del depósito que desató la investigación. Aseguró que lo abrió en 1994 en el Crédit Lyonnais (después BNP Paribas) "con un poco de dinero" que le dio su padre y que la fue engordando con sus remuneraciones "y lo que iba operando en Bolsa". Incluso afirmó que decidió cerrarla cuando llegó a la alcaldía de Valdemoro en 1999, pero que la entidad financiera le complicó dicha gestión y tuvo que traspasársela en 2000 a Marjaliza. También destacó que fue éste quien le rembolsó los 340.000 que, aproximadamente, tenía en la misma. Sin embargo, su firma ha aparecido en documentos para autorizar operaciones en 2006, seis años después, un hecho que intentó explicar con la excusa de que tuvo que plasmar su rúbrica en documentos en blanco.

Similares, pero diferentes

Sobre la supuesta segunda cuenta, Granados no fue interrogado ni él tampoco habló de ella. Además, en aquel momento las pesquisas se centraban exclusivamente sobre aquella de la que habían informado la Justicia helvética, según confirmaron a este diario fuentes cercanas a la investigación. Ahora, sin embargo, la Guardia Civil busca datos que confirmen la existencia de la realidad o, simplemente, que en realidad sólo hubo una y que aquellas informaciones periodística se referían en realidad a la ya conocida. No obstante, los investigadores aún están convencidos de que son distintas pese a ciertas similitudes entre ambas.

Granados aseguró al juez que el depósito investigado lo abrió en 1994. En un comunicado de 2014 hablaba de 1996 para la que le costó el puesto

De hecho, aunque las dos estaban en la misma entidad, el BNP Paribas, las fechas de apertura de las mismas difieren en dos años. Así, la incluida en el sumario de la Púnica fue abierta en 1994, según aseguró el propio Granados al juez. Por el contrario, la otra lo fue en 1996, según reconoció el dirigente 'popular' en un comunicado que hizo llegar a la prensa antes de su dimisión como senador en febrero de 2014. Además, en este último escrito, el político no hablaba de ninguna donación familiar como origen de sus fondos, sino de su "actividad profesional en banca de inversión" antes de su entrada en la política. Nunca transcendió la numeración de la misma.

Ida y vuelta a Costa Rica

Algo parecido ocurre con el viaje exprés que Granados hizo a Costa Rica en abril de 2013, cuando ocupaba un escaño en la Cámara Alta y su socio Marjaliza estaba a punto de realizar una falsa compraventa de obras de arte para blanquear 4,2 millones de euros con la participación de una empresa fantasma que el constructor tenía en el país centroamericano. Hasta ahora, los investigadores no han encontrado explicación a dicho traslado ya que, en principio, descartan ya la implicación del exdirigente del PP madrileño en aquella operación de lavado. Tampoco han encontrado conexión alguna entre él y la compañía implicada, Droz & Co SA, ni con la otra sociedad registrada en este país por el constructor, Sheraton Trading, titular de varias de las cuentas de este último en Suiza. La Guardia Civil espera que la documentación solicitada a las autoridades judiciales de San José mediante una Comisión Rogatoria desvele el misterio.

El político hizo en abril de 2013 más de diez horas de viaje de ida y otras tanta de vuelta para permanecer en Costa Rica sólo 39 horas

Hasta ahora lo único que se sabe de dicho viaje es que Granados hizo más de diez horas de viaje de ida y otras tantas de vuelta para sólo permanecer en el país centroamericano 38 horas y 58 minutos, exactamente. Según el registro de la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica, el entonces senador llegó al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, el 2 de abril de 2013 poco después de las cuatro y siete minutos de la tarde. Apenas dos días después, a las siete y cinco de la mañana, volvía a pasar el control de pasaportes para abandonar el país, según refleja la documentación que adelantó en exclusiva Vozpópuli el pasado 7 de noviembre. Un viaje fugaz que, además, fue el único que consta que haya realizado a este pequeño estado.

Dos empresas 'fantasma'

En un primer momento, los investigadores sospecharon que la explicación a dicho desplazamiento era la creación siete años antes, en febrero de 2006, de una empresa por parte de su socio en aquel país. Era Sheraton Trading SA, a la que el juez Velasco situó desde sus primeros autos en el epicentro de la red creada presuntamente por ambos para el lavado de capitales ya que a nombre de ella figuraban depósitos bancarios millonarios en Suiza. Para crearla, el constructor se valió de una firma especializada en registrar empresas 'pantalla' en paraísos fiscales, como en aquel momento era Costa Rica. Se trataba de CAC Management, regentada entonces por el abogado español Antonio Guerrero -posteriormente fallecido- y su hijo Xavier. Éstos, a su vez, utilizaron a un familiar y otras personas de su entorno como testaferros para que figurasen como cargos de la misma. Como sede social, dieron la dirección de una humilde vivienda particular a las afueras de la capital costarricense donde no residía nadie, según mostró en su día la televisión local Teletica.

Marjaliza tenía registradas en Costa Rica dos empresas 'pantalla'. La UCO aún no ha encontrado la conexión directa entre éstas y Granados

Sólo unos meses después, Marjaliza registró una segunda mercantil en el mismo país. En esta ocasión, recibió el nombre de Droz & Co SA y, aunque se intentó inscribir en agosto de ese mismo año, formalmente no estuvo operativa hasta un mes después por culpa de un problema de traducción de su denominación, según refleja el acta del registro al que ha tenido acceso este diario. De nuevo fue la compañía CAC Management la que se encargó de los trámites y, otra vez, utilizaron los nombres de los mismos familiares y conocidos para 'rellenar' los cargos de las mismas. En 2007, sólo unos meses después de ser inscrita en el registro mercantil, Marjaliza la utilizó para abrir un nuevo depósito en el UBS en el que el beneficiario final era él mismo.

De ese depósito partió parte del dinero que, previo paso por Singapur, retornó a España como supuesto pago de la falsa compraventa de arte de julio de 2013. Esa coincidencia de fechas -entre el viaje de Granados a Costa Rica y el movimiento de dinero para el blanqueo sólo hay tres meses- hizo pensar a los investigadores que dicho desplazamiento exprés al país centroamericano estaba relacionado con ello. Sin embargo, las pesquisas realizadas hasta ahora por la Guardia Civil no han hallado tampoco ninguna conexión. De hecho, la hipótesis de trabajo es que esta operación de lavado de fondos es obra en exclusiva de Marjaliza y que Granados estuvo al margen. También consideran al político desvinculado de las dos sociedades 'fantasmas'. Entonces, ¿qué llevó al entonces senador 'popular' a cruzar el Océano Atlántico para permanecer únicamente 39 horas en aquel país? La UCO sigue investigando.

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