Publicado: 20/10/2015 18:48
Inmovilizado en plena calle desde hace doce días. Benjamín Martín Vasco, quien fuera concejal y diputado regional del PP y actualmente está imputado en el caso Gürtel, ha denunciado en la Audiencia Nacional que el vehículo de alta gama que él y su esposa utilizan en sus desplazamientos ha sido precintado judicialmente e inmovilizado por la Policía Municipal de Madrid en una glorieta de la capital aparentemente sin causa justificada. El político asegura que, si bien el automóvil está sometido a un embargo provisional para responder a las hipotéticas responsabilidades económicas a las que pudiera ser condenado en el juicio por la trama de corrupción, no le consta que ni el juez José de la Mata ni su antecesor, Pablo Ruz, hayan dispuesto la nueva medida. Además, denuncia que los agentes que procedieron a precintar el coche se negaron a llevarlo a una dependencia del Ayuntamiento porque "la Administración de Justicia no se hace cargo de los gastos de traslado y depósito". Martín Vasco considera que dejar el coche en plena calle hará que el mismo se deteriore "rápidamente" por los actos vandálicos y finalmente no tenga ningún valor. Vozpópuli ha comprobado que el coche seguía este martes allí.
El coche, un BMW X5, fue precintado por la Policía Municipal el 8 de octubre cuando estaba aparcado en una glorieta del madrileño Barrio de El Pilar. Allí permanece doce días después
El escrito detalla que el vehículo, un BMW modelo X5 de color negro, fue precintado el pasado 8 de octubre por agentes de la Policía Municipal en la Glorieta Reales Academias, en el madrileño Barrio de El Pilar. El político popular destaca que, según recoge el acta que le entregaron los agentes [ver imagen al final del texto], la orden "procede de este Juzgado [el número 5 de la Audiencia Nacional] y se ha dictado en la presente causa [Gürtel]", donde el automóvil estaba sometido a un embargo judicial desde el 4 de septiembre de 2012. En este sentido, destaca que, pese a ello, no consta en el sumario ni se le ha comunicado ningún auto recientemente que acuerde dicha inmovilización. Recuerda que la Ley de Enjuiciamiento Criminal no recoge en su articulado una medida de dicho calibre salvo por "el tiempo indispensable para practicar alguna diligencia de investigación en él", algo que considera no ocurre en este caso.
Temor al "vandalismo"
Martín Vasco añade que el precinto es, además, perjudicial para el objetivo que se buscaba con el embargo preventivo del bien que se acordó hace tres años ya que "un vehículo a motor es un bien mueble que pierde valor con el mero transcurso del tiempo y que se deteriora rápidamente si permanece largo tiempo inmovilizado, sin funcionar ni ser objeto del correspondiente mantenimiento". Una disminución de su valor que, recalca, es mayor "si donde está 'depositado' es en la calle con la etiqueta de precinto (con el vandalismo que acompaña a este tipo de situación) y si el procedimiento penal al que está sujeto es el caso Gürtel, lo que garantiza años en esta situación". Por ello, el escrito augura que "en pocos meses no habrá bien que algo valga, no habrá bien que embargar".
El político popular también alega que la inmovilización del vehículo "está causando un perjuicio innecesario a los propietarios y usuarios del vehículo", que no son otros que él y su mujer como reconoce, ya que no pueden utilizarlo pese a que el embargo, que "es una medida cautelar y no definitiva", si se lo permitía hasta ahora. En este sentido, insiste de nuevo en que mantener el coche en la calle a la intemperie no "servirá para garantizar hipotéticas responsabilidades penuciarias porque la conservación del bien ni está asegurada ni es posible en esas condiciones". Por ello, solicita que se levante el precinto acordado sobre su BMW X5.
Este martes, el vehículo seguía aparcado donde fue inmovilizado por la Policía Judicial, frente a un edificio del Inserso. En sus puertas y cerraduras aparecían dispuestos los precintos judiciales con la referencia al Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audencia Nacional. Prácticamente todos aparecían ya rotos, al menos parcialmente, según pudo comprobar este diario.
Documento del precinto policial
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