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España

Susana Díaz pone firme a Cándido Méndez: “Aquí se cumple la ley”

El secretario general de UGT, Cándido Méndez.

Alfredo Pérez Rubalcaba sostuvo hasta julio pasado con el secretario general de UGT, Cándido Méndez, una relación muy similar a la que ha venido marcada por la tradición sostenida entre el partido y el sindicato desde hace más de un siglo. Nunca le pidió a las claras que tirara la toalla y abandonara su cargo en la central, aunque a veces se lo sugirió, a pesar de que en los últimos años han sido bastantes los escándalos internos que pudieran haberle aconsejado a Méndez la jubilación. Fue algo que finalmente hizo, con efecto retardado, el pasado noviembre, cuando anunció que en 2016 y no en 2017, como estaba previsto, dejará la secretaría general. Han pesado como una losa en su decisión la implicación de UGT en el caso de los EREs de Andalucía o el protagonismo de la federación madrileña del sindicato en las ‘tarjetas black’ de Cajamadrid, zanjado con la dimisión de José Ricardo Martínez.

El líder de UGT acudió a Susana Díaz para encontrar comprensión ante los escándalos que han sacudido al sindicato

El caso es que Méndez intentó buscar también un asidero en la nueva dirección del PSOE surgida del congreso extraordinario de julio y lo ha podido encontrar solo a medias. Pedro Sánchez tuvo el gesto de entrevistarse con él antes que con el secretario general de Comisiones Obreras, José Ignacio Fernández Toxo, pero ambos mantienen una relación distante, nada que ver con la que el líder ugetista tenía con Rubalcaba. Sin embargo, el tropezón mayor, el que más le ha preocupado y dolido a Cándido Méndez, no le ha venido de Sánchez, ni de algunos miembros de la actual ejecutiva socialista, sino ni más ni menos que de la presidenta andaluza, Susana Díaz.

Fuentes socialistas informan que Méndez acudió a la lideresa para explicarle su opinión sobre el terremoto surgido a finales de 2013 en la federación andaluza tras conocerse el trapicheo de facturas falsas por importe cercano a los dos millones de euros, que obligó al secretario general de la central en esta comunidad, Francisco Fernández Sevilla, a presentar la dimisión. La respuesta de Susana Díaz al ver que Méndez “iba de coleguilla”, fue muy rotunda: “Cándido, relación fraternal, toda la que quieras, pero aquí se cumple la ley”.

Méndez tomó buena nota de que en el PSOE, alguien que manda tanto como la presidenta andaluza, lo que le quería transmitir es que se habían acabado las componendas, eso de que “bueno, hemos podido hacer alguna irregularidad, pero era para favorecer al partido…”. De hecho, hay quien opina dentro del Partido Socialista que esta actitud tan fría y cortante de la andaluza fue la que acabó conduciendo al secretario general de UGT a anunciar en noviembre pasado que no agotaría su mandato y que adelantaría el congreso del sindicato un año, a 2016, para ceder su sillón y favorecer, además, el relevo generacional.

Denuncia contra Méndez en la Audiencia Nacional

Mientras los socialistas andaluces piensan todavía en cómo recuperar 1,8 millones de euros que salieron de la Junta a través de facturas no justificadas, el desprestigio de UGT ha ido en aumento. “Habrá responsabilidades políticas, dimitir está en nuestro acervo”, señaló Méndez hace solo unos meses al conocer la envergadura del escándalo de los EREs y las presuntas malversaciones de fondos en Andalucía. El mismo no se aplicó esta medicina cuando el sindicato Manos Limpias le denunció ante la Audiencia Nacional acusándole, junto al tesorero de la central, de presuntos delitos de falsedad en documento mercantil, estafa, malversación de caudales públicos, delitos contra la Hacienda pública y apropiación indebida.

"Cándido es honesto al cien por cien, pero no hubiera estado de más haber facilitado antes su relevo", aseguran en la dirección del PSOE

Estamos convencidos de que Cándido es honesto al cien por cien y de que nunca se ha llevado un duro”, aseguran en la dirección del PSOE. Pero, a continuación, añaden: “No hubiera estado de más haber facilitado su relevo, en un momento especialmente delicado tanto para el partido como para la UGT, sobre todo después de conocerse la implicación que ha tenido el sindicato en el escándalos de las tarjetas negras”.

Las mismas fuentes informan de que el plante de Susana Díaz a Cándido Méndez está influyendo también y mucho en la comunicación de este último con la actual dirección socialista, nada que ver, insisten, con la que operaba en la etapa de Rubalcaba.

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