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España

El PSOE da una tregua a Pedro Sánchez hasta mayo mientras el CIS delata sus puntos negros

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Palabras de un alto dirigente socialista: “La señal de que corremos el riesgo de perder la hegemonía de la izquierda nos llega sin un programa de Gobierno alternativo, sin alianzas definidas y con el liderazgo del secretario general en el alero”. El diagnóstico complementa los puntos negros del PSOE que refleja a las claras el barómetro del CIS conocido este miércoles: el 91% de los encuestados da la espalda a la forma en que gestiona la tarea de oposición, el 78% desconfía de Pedro Sánchez, más del 40% del electorado no le votaría en ningún caso y, por añadidura, mejora tímidamente la opinión de los españoles sobre la situación económica.

El 91% de los encuestados por el CIS da la espalda al PSOE en su tarea de oposición

En la ejecutiva socialista prima el enroque –“Nuestro principal adversario sigue siendo el PP”, dijo ayer el diputado Antonio Hernando-, pero sus miembros admiten en privado que todas las cartas pintan mal: Podemos sigue su ascenso y el PP aguanta el tipo en la salida de la crisis. Pero casi nadie en las filas socialistas ve ahora la oportunidad para cambiar de caballo, al menos hasta las elecciones de mayo. La mayoría de los barones regionales y miembros destacados de la ejecutiva federal no tienen buena opinión sobre el primer semestre de Pedro Sánchez, pero ahora quieren tranquilidad para poder afrontar sin alborotos internos la campaña electoral. Todo el partido, no solo Sánchez, se la juega en las municipales y autonómicas y la experiencia dice que los enfrentamientos restan. “Esto no quiere decir que vayamos a permanecer quietos, de hecho las circunstancias han impuesto el sálvese quien pueda, lo que conduce a que cada uno vayamos a defender nuestro territorio a conveniencia, sin estar atados a la mercadotecnia de Ferraz”, asegura un barón autonómico.  

Pendientes de los movimientos de Susana Díaz

La principal palanca que puede activar la rebelión interna contra Pedro Sánchez en el PSOE está en el sur y Susana Díaz también ha dejado claro al resto de los dirigentes regionales que no moverá pieza hasta medir su resultado en los comicios andaluces. Desde el 22 de marzo hasta el 26 de mayo, fecha de las autonómicas, median poco más de dos meses y en ellos la presidenta andaluza tendrá tiempo de sobra para ordenar su mapa de maniobras mientras se constata si el PSOE ha sido capaz o no de frenar su sangría y de parar el trasvase de votos a Podemos.

Fuentes de la ejecutiva comentan que si en el futuro Parlamento el PSOE quedara como tercera fuerza, escenario que anticipa la encuesta de ayer, encararía la coyuntura más compleja vivida desde el inicio de la Transición, pues quedaría en terreno de nadie. Si pactara con el PP para facilitar la gobernabilidad, cedería todavía más espacio electoral a la formación de Pablo Iglesias y si aproximara posiciones con Podemos le sería muy difícil recuperar el liderazgo de la izquierda y conservar su marca como formación de gobierno.

Las elecciones de mayo impiden al PSOE maniobrar para sustituir a Pedro Sánchez

Para no pocos parlamentarios socialistas la solución pasa por un cambio de liderazgo que ayude al PSOE a recuperar la credibilidad perdida a raudales desde que José Luis Rodríguez Zapatero tiró la toalla en 2011 anunciando elecciones con cuatro meses de antelación. Su fragilidad, con un candidato de cartón piedra como el que vaticinó Felipe González, permite al PP juicios como el que hizo ayer su portavoz parlamentario, media hora después de conocerse el barómetro del CIS. “Por primera vez el PSOE no es el referente de la izquierda y nuestro reto no es otro que el de intentar convencer a los ciudadanos que nos apoyaron hace tres años y que ahora están en el voto en blanco o en la abstención, de que mereció la pena”.

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