Publicado: 10/06/2016 04:00
El desánimo en las filas socialistas estaba sembrado mucho antes de conocerse este jueves el sondeo del CIS que coloca a Podemos como primer referente de la izquierda. La encuesta no ha hecho, pues, más que confirmar los temores que al PSOE le venían anticipando con muestras mucho más débiles la mayoría de los sondeos conocidos desde comienzos de año. Fuentes de la ejecutiva se aferran a modo de consuelo al 32% de indecisos que arroja el barómetro, pero admiten las altas posibilidades que hay de que se produzca el adelantamiento y de que al día siguiente de las elecciones haya que decidir entre dar la presidencia del Gobierno a Pablo Iglesias o facilitar la investidura de Mariano Rajoy.
El PSOE se aferra al consuelo de que todavía hay un 32% de indecisos en la encuesta del CIS
"Si nos ponemos en lo peor, estoy seguro de que lo que más nos hundiría como partido sería un pacto con Iglesias, más que abstenernos para que el PP forme Gobierno, aunque esta última decisión tendría que ir acompañada de unas condiciones muy estrictas", afirma un destacado dirigente socialista que cree compartir criterio con el grueso de la actual dirección. "Después de lo que hemos conocido desde diciembre, un acuerdo de Gobierno con Podemos sería suicida para nosotros si se confirma que quedamos en tercera posición, sería una apuesta que generaría solo inestabilidad y, además, fracturaría el partido en dos", vaticina la misma fuente.
Al poco de conocerse el barómetro, desde Podemos se emplazaba al PSOE a despejar sus opciones. "Pedro Sánchez tiene que aclarar si apostará por una gran coalición con el PP o por gobernar con Unidos Podemos", sentenció el secretario de Organización de la formación morada, Pablo Echenique. En el Partido Socialista, se impuso la cautela y se intentará rehuir esta pregunta durante toda la campaña, a sabiendas de que cualquier respuesta que se ofrezca puede dañar aún más sus expectativas electorales.
Los agujeros negros que el CIS abre para los socialistas son numerosos. El principal procede de la obligación que tendrán de retratarse eligiendo entre el PP o Podemos cuando Pedro Sánchez ha acentuado que no quiere saber nada de Rajoy y que a Iglesias le considera un traidor. Según la encuesta conocida ayer, Rajoy le saca a Sánchez entre 40 y 41 escaños, frente a los 33 del 20D, mientras que Iglesias le aventaja en hasta 12 diputados, cuando hace cinco meses fue el PSOE el que se distanció de Podemos y sus confluencias en 19 escaños.
Contrariedad con la actuación política de Sánchez
El barómetro refleja también que con Pedro Sánchez, su partido no ha dejado de perder aceite por la izquierda: casi el 62% de los encuestados califica de mala o muy mala su actuación política. No llegan al 6% los que la consideran buena, porcentaje que sube hasta el 10% en Podemos y hasta el 11% en IU.
Además, el CIS refleja que Sánchez lo tiene muy complicado para superar los 80 escaños, como máximo, que le otorga el sondeo, teniendo en cuenta que está atrapado en un bucle diabólico: no le conviene escorarse en la campaña ni a la derecha ni a la izquierda ya que, entre los indecisos, hay un porcentaje muy similar, que ronda el 8%, entre los que dudan si votar al PP o al PSOE, los que no saben si apoyarán al PSOE o a Ciudadanos y los que acabarán eligiendo entre el PSOE y Podemos.
Pedro Sánchez intentará rehuir el emplazamiento de Podemos a que despeje sus opciones postelectorales
Como alivio, en el comité de campaña socialista se comentaba el jueves que en voto directo y voto más simpatía, la ventaja del PP sobre el PSOE no supera los dos puntos y no se refleja el sorpasso al que sí apunta la estimación de voto. También se acentuó que Sánchez queda mejor valorado que Pablo Iglesias y Mariano Rajoy y que suscita menos rechazo que ambos. Y, por último, que la mayoría del electorado sigue instalado en el centro izquierda, lo que explica que este bloque ideológico (PSOE+Unidos Podemos) sume en la encuesta entre 166 y 172 diputados, frente a los 156/160 del bloque formado por el centro derecha (PP+Ciudadanos).
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