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España

Las banderas de la polémica: Putin crea la del orgullo heterosexual

La bandera del orgullo heterosexual presentada por el partido de Vladimir Putin

El centro de la ciudad de Madrid se vistió de arcoíris hace unas semanas para acoger una de las mayores fiestas de la capital: el orgullo gay. Por primera vez, coincidiendo con la simpatía de la nueva alcaldesa Manuela Carmena por el colectivo LGTB,la bandera gay colgaba del Ayuntamiento de Madrid, la emblemática Cibeles se enfundaba también una iluminación acorde al orgullo, y muchos de los establecimientos del centro colgaban banderines multicolor, que rápidamente se identifican con la tolerancia, el respeto y la simpatía por la comunidad homosexual.

La cara amable: Manuela Carmena, el Orgullo gay en Madrid

En este caso el símbolo de la bandera que lleva los colores del arcoíris, representa una cara amable, que hace un llamamiento a no sólo no discriminar a las personas por su orientación sexual, sino integrarlas plenamente en la sociedad y dotarlas de los derechos que merecen como cualquier otro ciudadano.

Sin embargo, como nunca llueve a gusto de todos, también se recogieron quejas de varios ciudadanos que no acababan de ver con buenos ojos tanto ambiente “gayfriendly” en el centro de la ciudad.

La cara “P”, de Putin: el antigays

El presidente ruso Vladimir Putin no se molesta en esconder su animadversión por todo lo que represente una muestra de la libertad individual, y que, básicamente, le lleve la contraria. Sea en el ámbito que sea, pero tratándose de la homosexualidad, ésta parece irritarle aún más.

Vox populi es que para él los gays son personas “non gratas” dentro de sus férreas formas de dominar su patria rusa, pero por si quedara algún despistado, esta semana ha querido enfatizar su postura al respecto.

La organización política que lidera, Rusia Unida, en un intento por frenar los crecientes apoyos del colectivo LGTB en el país, ha creado la bandera del "orgullo heterosexual", coincidiendo además con la celebración allí del Día de la Familia, Amor y Fidelidad.

En la bandera se representa la familia "tradicional" por la que abogan Putin y los suyos: las siluetas de un padre, una madre y sus dos hijos y una hija cogidos de la mano.

Aunque la homosexualidad en Rusia es legal desde 2013, sí que hay una legislación que prohíbe el uso de símbolos que hagan propaganda de valores "no tradicionales". El portavoz del partido de Putin, Andrei Lisovenko declaró al periódico The Moscow Times: "Tenemos la obligación de advertir contra la fiebre gay aquí y apoyar los valores tradicionales en nuestro país".

Pedro Sánchez: bandera de España a lo grande

Hace unos días este diario se hacía eco de un fenómeno creciente en la comunicación política española: su americanización. Y no tendría sentido hablar de una americanización de la política, sin mencionar su símbolo estrella: la bandera.

Sólo hace falta haber visto alguna de las películas del legendario Clint Eastwood, en las que no hay casa americana que se precie sin su bandera ondeando en el porche de rigor; o acercándonos más al tema que compete, un discurso de cualquiera de sus líderes políticos. En ninguno, a lo largo de la historia de los presidentes estadounidenses, faltará una bandera americana de fondo.

Con ese gesto, pero con la bandera española, sorprendió el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, quien habló hace unas semanas para su público en el Teatro Circo Price de Madrid respaldado por una bandera de España de grandes dimensiones y que además, invitó a su sonriente mujer a subir con él al escenario ¿les suena de algo? En efecto, se trata de una imitación de la típica estampa del político americano: bandera por montera y su mujer al lado, simbolizando un matrimonio perfecto y estable que tanto gusta a su ciudadanía.

EEUU: parte de la sociedad pide la retirada bandera confederada

El pasado mes de junio la ciudad de Carolina del Sur se conmocionaba por el asesinato a manos de un joven blanco, Dylann Roff, de nueve personas, entre ellas el senador de un Estado.

Roff, de 28 años les abatió a tiros en una iglesia afroamericana de la ciudad, en un ataque racista. Se trata del tiroteo más grave en un centro religioso en Estados Unidos desde la matanza en 1991, de otras nueve personas en un centro de culto budista en Arizona.

En diversos perfiles de internet del asesino, éste se enorgullecía de su patriotismo, portando distintos símbolos racistas, entre ellos la bandera confederada de Estados Unidos, símbolo de los estados esclavistas del sur del país. Este nuevo y desgraciado crimen racial ha abierto una polémica en EEUU sobre la posible ilegalización de esta bandera.

El pasado viernes se retiraba entre vítores y en un gesto que ya pasará a la historia, la bandera de la discordia, que ondeaba frente al edificio del Capitolio en Charleston. Esto se produjo después de que el día anterior se firmara una ley que avala la retirada de la bandera, tras el asesinato de los feligreses a manos de Roff.

La población negra de este Estado llevaba pidiendo durante décadas que se dejara de venerar este estandarte de represión, racismo y supremacía blanca. Ha tenido que suceder lo que ya se conoce como "la matanza de Charleston" para que por fin se haya derribado ese símbolo de desigualdad, que tanto daño hace a una parte de la población tan importante como es la de raza negra en los Estados Unidos.

El presidente Obama ya ha pedido que esta desgracia sirva para que se dé un cambio profundo en el país. Una nación tan avanzada en unas cosas y tan terriblemente retrógrada para otras.

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