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España

La Audiencia Nacional concede el sexto permiso carcelario a Antonio Toro, condenado por el 11-M

Antonio Toro, durante su declaración ante el tribunal que juzgó el 11-M.

Y van seis. Antonio Toro Castro, condenado en el 11-M por su implicación en la llamada trama asturiana de los atentados, volverá salir de prisión con un permiso. El titular del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis de Castro, ha autorizado con fecha del 30 de marzo la concesión de un nuevo "permiso ordinario", en esta ocasión de seis días de duración, para el cuñado del exminero Emilio Suárez Trashorras. El buen comportamiento tanto en prisión como en sus anteriores salidas de la cárcel ha sido clave para que el magistrado acceda a la petición del recluso, a la que en primera instancia se opuso Instituciones Penitenciarias y que previsiblemente contará también con el rechazo de la Fiscalía, que presenta recursos a todos los beneficios penitenciarios que se conceden a presos condenados por terrorismo. Toro Castro, ingresado en uno de los llamados 'módulos de convivencia-respeto' reservado a los reos que muestran su intención de reinsertarse de la cárcel pontevedresa de A Lama, no extinguirá su condena hasta el 30 de marzo de 2022. El anterior permiso se le concedió en noviembre pasado.

Hasta ahora, Instituciones Penitenciarias y la Fiscalía se han opuesto a estos permisos, pero los jueces han terminado dando la razón a Toro

El recluso está cumpliendo cuatro condenas, dos por delitos contra la salud pública y otras tantas por tenencia de explosivos, de tres causas diferentes, y que acumuladas suman los 18 años, cuatro de ellos por el 11-M. Esta elevada condena es, de hecho, el principal argumento que hasta ahora ha esgrimido la Fiscalía de la Audiencia Nacional para oponerse a los permisos ya que considera que Toro Castro aún está lejos de cumplir las tres cuartas partes de la condena que abren la puerta a la concesión a la libertad condicional. Para el Ministerio Público las salidas de prisión tienen como exclusivo fin "preparar a los reclusos para la vida en libertad", según destacaron en el recurso que presentaron al cuarto permiso que se le concedió Toro Castro. Frente a ello, tanto el juez De Castro como los magistrados que han resuelto los recursos han rechazado dicha visión restrictiva del beneficio penitenciario.

En este sentido, la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional dictó en octubre un auto en el que destacaban que "el penado tiene un buen comportamiento" en prisión que se había traducido en una docena de "recompensas" de los responsables de la cárcel de A Lama y en su participación "con eficiencia y normalidad" en el módulo de convivencia-respeto. Además, ya entonces recalcaban que los permisos que hasta aquel momento había disfrutado los pasó "en el domicilio de su madre, que sigue dispuesta a acogerle, sin [que] conste que se haya producido incidente alguno". Los magistrados ya insistían en aquel escrito que el permiso no era, por tanto, un simple mecanismo 'preparatorio' de la futura libertad condicional sino una forma de "comprobar con rigor la evolución del condenado y el avance del tratamiento".

Los requisitos "mínimos"

Por todo ello, en su auto los magistrados ya destacaban que Antonio Toro cumplía los requisitos "mínimos" para poder optar a este tipo de salidas ya que "se trata de un clasificado en segundo grado [penitenciario], que ha cumplido la cuarta parte de la condena y observa buena conducta". Por ello, consideraban que no había en aquel momento "motivos suficientes para suspender ahora el disfrute" de dichas salidas de la cárcel. No obstante, los tres jueces también reconocían que esto no supone que el reo acceda "automáticamente" al beneficio penitenciario. De hecho, recalcaban que el permiso tenía también sus condiciones ya que la misma pretendía "responsabilizarle por sus decisiones", para lo cual se le imponían "concretos deberes de reingresar al centro en el plazo señalado y de observar las reglas de conducta que se le impongan".

El pasado mes de noviembre, el juez de Vigilancia autorizó otro permiso para Toro Castro, pero rechazó concederle el tercer grado penitenciario como reclamaba éste

Hasta ahora, todas sus salidas de prisión de Antonio Toro han estado sometidas a un largo periplo judicial que retrasa el disfrute de los permisos a veces más de un año. Es lo que ocurrió, precisamente, con el cuarto. Toro Castro lo solicitó en el verano de 2013. En julio de aquel año la Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario se lo denegó, por lo que el preso presentó entonces una queja al titular del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria. Éste le dio la razón en abril de 2014, pero la misma no pudo ser efectiva porque la Fiscalía se opuso por partida doble. En la primera ocasión fue el magistrado quien tumbó la posición del Ministerio Público con un auto del 8 de julio. El segundo fue rechazado por la Sección Primera de la Sala de lo Penal Audiencia Nacional, que terminó dando el visto bueno a la salida en octubre. En total, 16 meses de trámite judicial.

Desde aquel fallo, el juez De Castro ha concedido otros dos permisos a Toro Castro. Uno es la salida de prisión que acaba de autorizar con fecha del 30 de marzo. La otra es de sólo cinco meses antes. En concreto, del 4 de noviembre pasado. Entonces, el permiso era, como el último, de seis días de duración. No obstante, no todo han sido buenas noticias para este condenado por el 11-M en los últimos meses. El 11 de noviembre pasado el mismo magistrado que ha autorizado sus salidas de prisión rechazó su pretensión de pasar al tercer grado penitenciario. De haberlo logrado, hubiera estado en disposición de conseguir mayor número de permisos e, incluso, el régimen abierto para sólo ir a dormir a prisión. Por ahora, se tendrá que conformar con los permisos. Y ya van seis.

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