Quantcast

España

La ANC presiona para que Romeva sea president frente a un Mas salpicado por la corrupción

Raül Romeva, en un mitin de Junts Pel Sí, rodeado por Oriol Junqueras, Carmen Forcadell, Muriel Casals y Artur Mas.

La Assamblea Nacional Catalana (ANC) está envalentonada después de que esta semana su expresidenta Carme Forcadell haya sido elegida con los votos de las formaciones independentistas de Junts pel Sí, de los antisistema de la CUP y cinco de Catalunya sí que es Pot (Podemos) como presidenta del Parlamento catalán. La entidad separatista, apoyada por Mas desde el año 2012 para organizar las movilizaciones en las calles y que preside Jordi Sánchez, también quiere imponer el nombre del futuro president de la Generalitat aprovechando el actual empuje “hacia la ruptura de Cataluña con España” y convenciendo a los dos partidos separatistas de que la mejor opción para ser el ‘president’ es la de Raül Romeva.

"No hay que desaprovechar la mayoría separatista de 72 escaños de Junts Pel Sí y la CUP", cuentan en la ANC

Fuentes próximas a la dirección de la ANC aseguran a Vozpópuli que “no hay que desaprovechar la mayoría separatista de 72 escaños de Junts pel Sí y la CUP para llevar a Cataluña hacia la independencia” y para ello “hay que escoger a un presidente independentista nuevo, limpio y sin vinculación con escándalos judiciales como lo es Raül Romeva porque Artur Mas no puede liderar este proceso nuevo”. Siguiendo esta estrategia, desde la ANC se está presionando a Junts pel Sí y a la CUP para que Romeva sea el candidato en el inicio del debate de investidura que debe comenzar el próximo 9 de noviembre.

Este apoyo a Romeva impulsado por un sector de la ANC intenta estos días convencer a la dirección de la candidatura de que la elección de Romeva sería “a favor del proceso de independencia”, pero son conscientes de que iría en detrimento de uno de los pilares programáticos de Junts pel Sí con el que concurrió a las elecciones autonómicas del pasado 27 de septiembre: si la coalición ganaba el candidato a la reelección sería Artur Mas.

Mas: “muy tocado y amortizado por la corrupción”

El giro en las negociaciones para decidir el próximo presidente catalán entre Junts pel Sí y los radicales independentistas de la CUP que pretende imponer la ANC con Romeva se produce “después de que a Artur Mas muchos en la asociación y en los dos partidos independentistas le consideren muy tocado y amortizado por los casos de supuesta corrupción que afectan a CDC y a la familia de los Pujol”, explican a Vozpópuli fuentes internas en la ANC.

“Nosotros lo que debemos garantizar al pueblo de Cataluña es que el próximo president no esté afectado por presuntos casos de corrupción, que esté limpio y que nos lleve de una vez por todas y en un plazo de un año y media hacia la independencia total de España. Y necesitamos una cara nueva que es Raül Romeva”, afirman las mismas fuentes desde la asociación independentista.

Romeva negociaría la hipotética secesión con Bruselas

El exlíder Raül Romeva abandonó la formación comunista de ICV en marzo de 2015 al discrepar del “modelo de Estado libre y soberano catalán” que él defendía dentro de una España plurinacional que apoyaba el partido. Otro de los puntos a favor que defiende un sector crítico de la ANC con la candidatura a president de Romeva es que su experiencia como exeurodiputado puede ayudar a “trasladar y negociar la independencia de Cataluña directamente con Bruselas sin pasar por el Gobierno central”, explican.

En este supuesto de aceptación favorable de la secesión por parte de las autoridades comunitarias es algo en lo que confían lograr los independentistas de las autoridades comunitarias pese a que éstas ya han dejado claro que la secesión unilateral no se contempla en los tratados y dejaría fuera a Cataluña de la UE.

El sector de la ANC que busca dar su apoyo a Romeva quiere coincidir con la voluntad repetida hasta la saciedad de la CUP –que cuentan con tan sólo 10 diputados en el Parlament- de buscar a un “president de consenso” sin dar su apoyo explícito a Mas.

La CUP no se moja por Mas y quiere un candidato de consenso

De hecho, la formación radical y antisistema lo ha dejado claro desde el comienzo de las negociaciones con Junts pel Sí: coinciden en impulsar la creación de "un estado catalán independiente en forma de república", pero este postulado no implica "nada a cambio". Es decir, que la propuesta de resolución firmada por ambos grupos no conlleva el compromiso de la fuerza anticapitalista para que Artur Mas sea investido 'president'. "El acuerdo no está ligado a la cuestión sobre quién debe presidir la Generalitat", ha insistido el diputado independentista Albert Botran. "Habrá un quién diferente a Artur Mas que sea de consenso", aseguran desde la CUP.

La formación antisistema todavía prosigue la negociación con Junts pel Sí en cuanto a contenidos concretos para impulsar el "proceso constituyente", aplicar medidas contra la pobreza y diseñar las actuaciones de "desobediencia". Aparte de elaborar leyes sobre la seguridad social y la hacienda catalana, el partido que encabeza Antonio Baños quiere que se trabaje con más ahínco para combatir la pobreza energética, para blindar la lengua y el modelo educativo frente a la 'ley Wert' y para no aplicar la 'ley mordaza'.

"Hay que poner en marcha un proceso hacia la independencia que no esté subordinado al Estado español. No entendemos que sea posible un proceso constituyente si no es con el horizonte de una república catalana", aseguran desde la CUP.

La ANC apoyará actos de desobediencia en las calles

Ante esta situación, la dirección de la ANC lleva ya semanas convencida de que está preparada para, si hace falta, llevar a cabo actos de desobediencia, y ha advertido de que la independencia no se ganará sólo con una proclamación en el Parlament. Su presidente, Jordi Sánchez, está dispuesto a desobedecer el actual marco jurídico del Estatut d’Autonomia y de la Constitución –que legitiman tanto al Parlamento catalán como a su presidente y al de la Generalitat como instituciones estatales- y si hace falta, están preparados para llevar a cabo actos de desobediencia, unas situaciones en las que la ANC deberá servir de canal de movilización.

El nuevo presidente de la ANC, Jordi Sánchez, está dispuesto a desobedecer el actual marco jurídico del estatuto de autonomía

"No ha habido movimiento social grande que haya planteado desafíos importantes al status quo, que haya ganado en estos desafíos sin plantear la desobediencia", ha llegado a decir Sánchez y tiene claro que el papel de la ANC tras las próximas elecciones será el de movilizar a los ciudadanos en este sentido.

Y ha puesto como ejemplo de desobediencia el hecho de pagar impuestos a una futura agencia tributaria catalana: "Este será un acto de soberanía que este país deberá hacer en algún momento de su trayecto hacia la independencia", expresó recientemente en una entrevista a Catalunya Ràdio.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.