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España

La CUP se mantiene firme: no investirá a Artur Mas ni como presidente florero

Mas, junto a Romeva y Junqueras en el Parlament.

La CUP no quiere a Artur Mas de presidente de Cataluña por más concesiones que este haga. La reunión entre el grupo antisistema y los representantes de Junt Pel Sí arrojó el mismo resultado que todas las anteriores: nada. Y eso que, en esta ocasión, Mas lo intentó todo para recoger los apoyos de los diez diputados de la CUP, incluso ofreció colegiar el poder de la presidencia con tres vicepresidencias de peso. La respuesta de Antonio Baños fue clara: "No nos movemos". Para las dos formaciones separatistas, Junts pel Sí y la CUP (que suman 72 escaños de 135), elegir un presidente “transitorio y para 18 meses” es fundamental para continuar con su órdago independentista, recurrido por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional por ilegal. 

La estrategia de Mas de mantenerse como presidente de la Generalitat es algo que siempre ha rechazado la CUP

La idea era, en definitiva, que Mas aceptaba una especie de cargo 'florero' en el que se delegarían funciones ejecutivas a los tres nuevos vicepresidentes: el líder de ERC, Oriol Junqueras; el diputado comunista de Junts pel Sí, Raül Romeva; y la consejera en funciones Neus Munté

La propuesta de Mas suponía la cesión de competencias del president del gobierno de la Generalitat a tres vicepresidentes, algo inédito en la historia democrática de la administración catalana. Desde el primer momento, antes incluso de que Baños diese por zanjada la cuestión, había reticencias en las filas de las CUP. “Mañana se vota a un presidente de la Generalitat, no a un gobierno, por lo que en este punto no estamos de acuerdo con Junts pel Sí”, afirmaban a este diario fuentes de la formación antisistema. 

La proposición de Mas llegaba unas horas después de que el presidente del grupo Junts pel Sí en el Parlament, Jordi Turull, advirtiera a la CUP de todo lo contrario. Turull aseguraba en una entrevista en TV3 que no aceptarán una fórmula que diluya el papel del presidente de la Generalitat: "Mas no será "un presidente florero". Asimismo, señalaba que necesitan un Govern "nuevo y fuerte, lo que no quiere decir que no haya personas que van a repetir".

Reunión con la CUP

Además, Mas se ha reunido esta tarde durante dos horas con los diputados de la CUP, Antonio Baños, Anna Gabriel y Benet Salellas, en el Palau de la Generalitat, para intentar desbloquear la investidura en la segunda votación, que tendrá lugar este jueves en el Parlament, y lograr los apoyos de los 10 diputados de la CUP que ahora no tiene confirmados. La estrategia de Mas de mantenerse a sí mismo como presidente de la Generalitat es algo que siempre ha rechazado la CUP y habrá que esperar a comprobar si este jueves la formación antisistema da su voto a favor, en contra o se abstiene. 

Los diputados de la CUP apostaron este martes por el cabeza de lista de la coalición, Romeva

De hecho, el jefe de filas de la CUP, Antonio Baños, ha reiterado este mismo miércoles que sus diputados no cambiarán de criterio y tampoco apoyarán este jueves a Mas, al tiempo que ha emplazado a Junts pel Sí a cambiar de candidato. 

Los diputados antisistema apostaban este martes por el cabeza de lista de la coalición, Raül Romeva, como alternativa a Mas. La reunión, a la que no asiste Baños porque está enfermo, también tiene lugar mientras el Tribunal Constitucional delibera si admite a trámite la resolución independentista y suspende su aplicación.

Por su parte, ERC se ha mostrado dispuesta a ofrecer un "cheque en blanco" a la CUP para llegar a un acuerdo. En declaraciones recogidas por Efe, el número dos de ERC por Barcelona para las elecciones del 20D, Joan Tardà, ha asegurado este miércoles que su partido está dispuesto "a todo" para llegar a un pacto con la CUP para la investidura y formar un nuevo Gobierno, incluso a ofrecer un "cheque en blanco" para anteponer los intereses generales a los partidistas.

Junto al cabeza de lista republicano para las generales, Gabriel Rufián, Tardà ha advertido de que "el precio del desacuerdo sería enorme, casi un delito de alta traición a la voluntad del pueblo de Cataluña o un fraude a esa voluntad democrática". Por ello, ha remarcado que ERC "está dispuesta hasta el último momento a contribuir a la consecución de ese acuerdo", incluso a "firmar un cheque en blanco para que el proceso no sufra ningún tipo de escollo, dado que cada día que pasa sin acuerdo representa una baza mejor para los adversarios de las libertades de Cataluña". 

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