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España

Mas: "La desafección por España irá a más, el Estado es incapaz de dar una alternativa"

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, durante su intervención.

El presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, ha hecho este lunes un guiño a la CUP -10 escaños, frente a los 62 que dispone Junts pel Sí donde se integra el president- para que el martes le den su tan deseado voto a favor que permitiría su investidura, algo que hoy por hoy la formación de izquierdas radical no contempla. Pese a ello, Mas ha adoptado en su discurso como candidato a presidente de la Generalitat todo el programa social de la CUP y ha acentuado su mensaje puramente independentista para ilustrar su “camino hacia el buen puerto que una Cataluña independiente debe llegar ante las actitudes del Estado español”.

Mas prevé que su legislatura sirva para “separarnos de España” antes de que los catalanes vuelvan a votar en las urnas

Mas ha prometido que si es reelegido presidente de la Generalitat iniciará el “tránsito de Cataluña desde el autonomismo hacia la soberanía llena” en 18 meses, creará un “propio banco central catalán para proteger a los ahorradores catalanes y se pondrá en marcha una hacienda propia para pagar más y mejores pensiones porque habrá menos parados”, ha dicho el presidente catalán en funciones, que además ha culpado al “Estado español” de todos los males de Cataluña y de impedir su –a su juicio- desarrollo social, económico, artístico, científico y cultural. Mas prevé que su legislatura sirva para “separarnos de España” antes de que los catalanes vuelvan a votar en las urnas, ésta vez, por una “Constitución catalana”.

Legitimidad y victimismo de Mas

El candidato de Junts pel Sí se ha sentido “plenamente legitimado” para iniciar este camino, fuera del marco jurídico actual, tras las elecciones del 27 de septiembre debido a que éstas han dado una mayoría separatista de 72 escaños, aunque haya sido logrado con tan sólo el 47% de los votos. "Si quieren contar votos, encantados de la vida. Pero cuéntenlos bien. Y si quieren contar votos, hagamos como en Escocia y Quebec. Me quieren explicar cómo se puede hacer un referéndum así si ni el PP, ni el PSC ni Ciudadanos quieren coger el teléfono ni abrir el email", ha asegurado. Y ha vuelto a echar mano del victimismo provocado por “España” para justificar su órdago independentista al margen de la ley:

"La falta de reconocimiento y de respeto a la nación catalana está en la raíz de la desafección que parte de la sociedad catalana siente hacia el Estado español"

"El Estado no quiere entender, quiere destruir. Debemos decirlo alto y claro: el Estado tiene intolerancia a la realidad nacional catalana". Mas también ha cargado en su discurso “contra las élites económicas españolas, periodísticas e incluso religiosas”. Y ha dicho: "La falta de reconocimiento y de respeto a la nación catalana está en la raíz de la desafección que parte de la sociedad catalana siente hacia el Estado español". 

Artur Mas ha dedicado su discurso de investidura a imaginar una “independencia de Cataluña anhelada por muchos” como el único camino viable para un futuro mejor después del bloqueo que en su opinión ha impuesto el Gobierno central. Estas reflexiones en voz alta las ha realizado en el atril del hemiciclo del Parlament sin tener en cuenta que el 52% de los catalanes que votaron en las elecciones por opciones no separatistas.

“Siguen dando la espalda al diálogo y a la negociación”

Mas ha vuelto a acusar al Gobierno del Partido Popular de falta de actitud y de diálogo “para comprender el anhelo de independencia de una gran mayoría del pueblo catalán”, ha aseverado. “Siguen dando la espalda al diálogo y a la negociación”. "¿Quién quiere vivir en un Estado que trata a los demócratas como delincuentes?", se ha preguntado. El presidente en funciones de la Generalitat ha afirmado que la declaración separatista aprobada con el apoyo de la CUP por el Parlament este lunes no es una declaración unilateral de independencia sino el inicio de un proceso constituyente. Ha admitido que el 27-S no se logró el 50% de los votos para poder proclamar una declaración unilateral de independencia (DUI).

"¿Quién quiere vivir en un Estado que trata a los demócratas como delincuentes?", se ha preguntado Mas

El president en funciones ha dado un toque de atención a la CUP, que se niega a investirlo. "Sin investidura el proceso quedará encallado. Si no hay bastante sintonía entre el timón y las velas, no hay navegación". El líder convergente desprecia cualquier solución intermedia al órdago independentista y contra el marco jurídico constitucional que defiende y asegura que Cataluña lleva “más de 100 años” proponiendo terceras vías, la última, la del Estatut del 2006, y no han llegado nunca a buen término.

La culpa de los recortes, de Rajoy

Pionero de la “austeridad” y del déficit cero antes incluso de que lo aprobara el Congreso de los Diputados, Mas ha vuelto a utilizar una de sus “armas dialécticas” preferidas: acusar al Gobierno del PP. En su discurso, el president ha criticado al Gobierno de Mariano Rajoy de lo que antaño él llamaba ajustes. “Cataluña no hubiera tenido recortes si hubiéramos tenido un Estado propio”. Según Mas, Cataluña tiene uno de los Estados del bienestar más bien desarrollados del mundo, con una de las mayores esperanzas de vida, pero sufre una “infrafinanciación y continuos incumplimientos” por parte del Estado español que pone en peligro ese sistema.

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