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España

Mas y su pequeño Nuremberg: rechaza elecciones anticipadas y amenaza con un nuevo 9N

El presidente de la Generalitat, Artur Mas

El presidente catalán y líder de CiU, Artur Mas, continúa con su desafío: ha afirmado que sólo avanzará las elecciones autonómicas "si son para hacer la consulta", de modo que sea una consulta en forma de elecciones, cuya convocatoria depende de Cataluña y el Estado no puede impedir. No las adelantará "si son elecciones para cambiar el Gobierno y la representación en el Parlamento catalán". No oculta su rebeldía: "Volveré a sacar las urnas cuando sea necesario sin miedo a querellas injustas". Sus palabras han sido recibidas entre aplausos en un auditorio con más de 3.000 personas y ante una escenografía que recordaba los desfiles de Nuremberg en la época de Hitler.

El presidente catalán exige unas elecciones planteadas con carácter plebiscitario, con una lista única a favor de la independencia que cuente con representantes de la sociedad civil y expertos para construir un Estado en un mandato de un año y medio.

Mas pide unas elecciones con carácter plebiscitario y con una lista única a favor de la independencia 

El presidente catalán ha admitido que el único instrumento que le queda para consultar a los catalanes sobre la independencia son unas elecciones que ha remarcado que sólo las adelantará si partidos y entidades asumen el compromiso de convertirlas en un plebiscito.

Durante su conferencia 'Després del 9N. temps de decidir, temps de sumar' en el Auditori Fòrum, que ha dicho pronunciar a título personal como presidente, Mas ha recordado que ya en septiembre de 2013 dijo que las elecciones no son el escenario que desea pero sí un último recurso si se pretende silenciar la voz de los catalanes, como considera que ocurre.

Mas ha afirmado que el Estado pretende silenciar e inhabilitar a los que quieren facilitar el voto de los catalanes, y ha añadido: "Ha llegado el momento de utilizar el único instrumento que nos queda para hacer la consulta que se nos niega".

Asimismo, ha llamado a "completar el camino" iniciado hace dos años a favor del derecho a decidir y, así, "hay que saber si una mayoría de catalanes están a favor de crear un Estado nuevo o no, y actuar en consecuencia". Mientras, "el Estado ejecuta un proceso de recentralización sin contemplaciones" vaciando de contenido todas las autonomías en general y la catalana en particular, donde se vive de otra manera, ha matizado.

"A la mayoría de catalanes el Estado nos ha fallado y nos sigue fallando", ha lamentado, y ha acusado al Estado de menospreciar cada vez más las movilizaciones por el proceso soberanista. Se ha preguntado si se puede esperar un cambio de actitud del Estado hacia el proceso soberanista, y se ha mostrado "personalmente bastante escéptico", aunque, como presidente, siempre debe dejar una puerta abierta a esa posibilidad, porque escepticismo no significa intransigencia, ha justificado.

"A la mayoría de los catalanes el Estado nos ha fallado y nos sigue fallando", ha lamentado Mas

Eso ocurriría si aceptara un referéndum acordado -como en Escocia y en Québec, lo que sería el mejor escenario para Mas- o bien que el Estado hiciera una propuesta concreta para afrontar la situación, pero no cree que eso pase por aceptar desde el Gobierno una reforma constitucional.

Pide urnas para grandes decisiones

Ha dejado claro que cualquier salida debe ser votada por los catalanes, porque "no se puede devolver a los despachos lo que la gente ya se ha ganado", frase que ha levantado los aplausos de los asistentes. "Siempre he puesto las urnas antes de tomar grandes decisiones", ha dicho también el presidente de la Generalitat.

Como errores del proceso desde Cataluña, ha pedido no confundir el rol de las instituciones y de la ciudadanía; en procesos complejos, no convertir la anécdota en categoría ocupándose de debates secundarios; coraje para vencer el miedo, que es comprensible; y que la ideología no pase por delante de los ideales.

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