Quantcast

España

De Cabo, 'liquidador' de Marsans, se ofrece al juez para declarar contra Díaz Ferrán

En breve, la Operación Crucero puede ver aumentar su velocidad en varios nudos. Uno de los principales implicados en el presunto saqueo del Grupo Marsans, el empresario Ángel de Cabo, se ha ofrecido al titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, para aportar información sobre la trama que permitió descapitalizar la principal empresa del que fuera presidente de la CEOE, Gerado Díaz Ferrán, y sobre el papel que jugó presuntamente este último en todo ello.

Fuentes jurídicas creen que De Cabo pretende descargar parte de la responsabilidad del 'saqueo' de Marsans en Díaz Ferrán ante la postura de éste de presentarse como una víctima más

Encarcelado desde el pasado mes de diciembre, De Cabo se había negado a declarar hasta ahora, por lo que su petición supone un cambio en su estrategia de defensa. No será el único. El que fuera su 'mano derecha' durante años, Iván Losada, detenido como él en la Operación Crucero y también mudo desde entonces, igualmente ha solicitado al magistrado comparecer para prestar nuevo testimonio. El juez Eloy Velasco ha accedido a ambas peticiones. Los dos están citados para el próximo miércoles 24 de abril en la Audiencia Nacional.

Fuentes jurídicas apuntan que la intención de De Cabo y Losada no es otra que la de descargar gran parte de la responsabilidad de toda la operación de saqueo de Marsans en Díaz Ferrán y su socio, el ya fallecido Gonzalo Pascual. Estas mismas fuentes señalan que es su forma de hacer frente a la estrategia de defensa del expresidente de la CEOE, quien hasta ahora ha adoptado la postura de mostrarse ante el juez como una víctima más que cayó en las redes del 'liquidador' y sus hombres. Vozpópuli se puso ayer en contacto con el despacho del abogado Ignacio Peláez, defensor de De Cabo, para conocer su versión sobre los motivos de la nueva declaración, pero el letrado declinó responder a las preguntas de este diario.

Arrepentimiento sospechoso

La petición de De Cabo de comparecer ante el juez de forma voluntaria no ha cogido desprevenido ni a éste ni a los investigadores. Desde su ingreso en la prisión de Soto del Real (Madrid) y tras imponerle el magistrado la mayor fianza de la historia judicial española, 50 millones de euros, el empresario ha hecho varios amagos de 'arrepentimiento' que, sin embargo, no han convencido a los responsables de las pesquisas. Éstos siempre han considerado estos gestos como maniobras del 'liquidador' para dilatar el proceso e intentar poner a salvo parte del supuesto patrimonio que aún no ha sido localizado por la Policía en el extranjero.

Los investigadores sospechas que el 'arrepentimiento' del liquidador es una maniobra más para dilatar el proceso y poder ocultar parte de su patrimonio no localizado

Más credibilidad para los agentes y el juez han tenido las declaraciones de dos de sus empleados, Jorge García Tellez y José Vicente Semper Berenguer, testaferros de De Cabo en las empresas fantasmas con las que vaciaba todas las compañías en apuros que adquiría. Como adelantó este diario, el sumario de la Operación Crucero incluye varias declaraciones de ambos trabajadores en las que admiten haber participado en reuniones claves con el expresidente de la CEOE y haber ejercido de 'hombres de paja' en empresas de la trama de De Cabo utilizadas para que el dinero de Marsans no llegara a sus acreedores. Ambos dieron numerosos detalles de cómo se produjeron las negociaciones entre ambas partes e, incluso, dónde se guardaban importantes documentos que imputaban a los cabecillas de la operación.

De hecho, el testimonio de ambos ha sido clave para desvelar la compleja trama de una docena de empresas en el extranjero que De Cabo organizó para poner a salvo de los acreedores los millones de euros que consiguieron con la venta fraudulenta de los activos de Marsans. También para conocer cómo 'diluyeron' en poco más de un año 34 millones de dólares (25 millones de euros) que una de las empresas del grupo Marsans había recibió de Airbus a través de un centenar de cheques y transferencias que llevaron el dinero a decenas de empresas y cuentas con un denominador común: todas estaban controladas por testaferros de De Cabo, el hombre que ahora parece 'arrepentirse'.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.