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España

Ataque de pánico de Sánchez-Camacho ante el tirón de Ciutadans: "Rivera es como Rosa Díez, no hará nada"

La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho

Muy malos tiempos para el PP catalán. Su líder, Alicia Sánchez-Camacho, ha conseguido enfrentarse tanto a los barones de su partido por el modelo de financiación autonómica como a su propia base electoral, cada vez más alejada de sus siglas. Las encuestas le relegan al sexto puesto en el Parlament, un declive histórico. Ciutadans, la fuerza antinacionalista que lidera Albert Rivera, le arrebata casi un tercio de su espectro sociológico y se convierte ya en la tercera fuerza catalana. ¿Caprichos demoscópicos? La tendencia no engaña y la deriva crepuscular de Sánchez-Camacho no se detiene. Tanto en Génova como en Barcelona se la da por amortizada, tal y como publicó en su día este periódico.

Aproximación nupcial

Nada cuenta la presidenta del PP catalán a la hora de hilvanar las negociaciones que tienen lugar estos días entre Moncloa y la Generalitat. "Algo se mueve", reconoció este martes Duran i Lleida, líder de Unió, al comentar el estado de estas relaciones, congeladas después del plantón de Artur Mas a Soraya Sáenz de Santamaría y del portazo simbólico a Mariano Rajoy en la cumbre mediterránea.

Sin embargo, la boda del hijo del editor José Manuel Lara, celebrada este fin de semana, propició un acercamiento de la vicepresidenta hacia el president. Sáenz de Santamaría, siguiendo instrucciones del propio Rajoy, que tan sólo asistió a la ceremonia religiosa, intentó reconstruir los puentes con Mas en el distendido ambiente de la celebración nupcial. Fue ella quien dió el paso, quien se acercó a la mesa del líder catalán y quien abrió el fuego de la voluntad de reconciliación. Mas, cuentan algunos de los presentes, se dejó querer. Tanto, que ayer mismo, Francesc Homs, el portavoz de la Generalitat y mano derecha de Pujol pidió al Gobierno del PP que presente una propuesta alternativa al plan soberanista. ¿Será la tercera vía que apadrinan desde Unió? En Moncloa insistían en la tarde del martes que "nada se hará fuera de la ley y de la Constitución".

Ajena a todos estos movientos aparece la dirigente del PP catalán. No cuentan con ella los suyos a la hora de urdir estas maniobras en la oscuridad que en los últimos días han protagonizdo PP, CiU y PSOE, tal y como informaba este martes 'La Vanguardia'. Duran advirtió en el Congreso del riesgo de la declaracioón unilateral de independencia por parte de los soberanistas. Rajoy le citó esa misma tarde a la Moncloa. Y después convocó a Rubalcaba, quien días después se encontraba con Artur Mas en Barcelona.

Choque de trenes

Evitar el choque de trenes es el objetivo. El mismo domingo en el que Alicia Sánchez-Camacho reclamaba a Moncloa "medidas contundentes" en el caso de que los secesionistas concretaran su amenaza de convocar un referéndum, Gobierno y CiU estaban aproximando posturas en el Palacio de Montjuïc, escenario del rimbombante enlace matrimonial entre el hijo de Lara y la hija de Brufau. 

Descolocada en la negociación, el varapalo para la dirigente del PP catalán se consumó con la publicación de alguna encuesta en la prensa barcelonesa. El PP se precipita al vacío con la previsión de una pérdida de seis escaños en tanto que Ciutadans se colocaba como tercera fuerza al duplicar su previsión de escaños. "Rivera es como Rosa Díez, no hará nada si se presenta a las europeas o generales", confesaba días atrás, en tono iracundo, ante un grupo de periodistas la dirigente del PP catalán.

El espíritu del Goya

Este sábado, el líder de Ciutadans presentaba en Madrid su "Movimiento ciudadano", un sondeo para calibrar sus fuerzas fuera de Cataluña. Más de 1.500 personas asistieron al acto del teatro Goya. Sin embargo, la fuerza de Rivera, acompañada por intelectuales y periodistas ejercientes en Madrid, duda si dar el paso y presentarse a unos comicios fuera de su territorio. Teme el resbalón electoral. Y la consiguiente decepción. Prefiere, de momento, centrarse en Cataluña y, después, estudiar la posibilidad de dar el salto a las generales.

En cualquier caso, le ha comido la merienda a Sánchez-Camacho, chamuscada por el escándalo de los espías de Método 3 y casi sentenciada por las prospecciones electorales. Madrid y Barcelona negociacin. Rajoy sigue empeñado alimentar el diálogo y pese a que el gurú demoscópico de Moncloa, Pedro Arriola, aconseja "mano dura" con Cataluña de cara a las europeas. El comino está erizado de dudas y de sombras. Lo único que está claro es que en el horizonte, la figura de Sánchez-Camacho apenas se divisa.

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