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España

Rubalcaba aprovecha la 'rebelión gallega' para intentar desplazar a Tomás Gómez

Tomás Gómez blande una página de The New York Times la semana pasada en la Asamblea de Madrid.

Desbocado e incomprendido por media agrupación, Tomás Gómez se ha echado al monte, observan no solo los enemigos internos del líder del PSM sino también la bancada madrileña de IU, formación teóricamente más a la izquierda. El jueves cinco diputados regionales fueron expulsados del hemiciclo por tildar al presidente Ignacio González de “corrupto”: se sumaban así a 'la número dos' de los socialistas de Madrid, Maru Menéndez, quien hizo exactamente lo mismo que sus compañeros una semana antes.

La escena del jueves no ha podido ser más criticada entre los no fieles a Gómez dentro un PSM dividido desde tiempos inmemoriales. “Fue un acto de chabacanería”, cuenta uno de ellos. “Además, después hemos sabido que iban jactándose por salir en todos los medios. La ciudadanía nos ve y nos dice: pero qué hacéis”. Crece la sensación de falta gratuita de respeto institucional. Entre los leales a Ferraz cundiría el desánimo (descontrol del aparato, marginación de los que no son 'tomasistas') si no fuera por un arma inesperada con la que cuenta Rubalcaba y que le ha llegado en forma de bumerán al secretario general del PSOE.

Entre lo poco, casi lo único, que une a Alfredo Pérez Rubalcaba con Tomás Gómez está el descalabro electoral que ambos padecen, como reflejan las encuestas. El primero lo ve frecuentemente en los medios y el segundo lo comprobó el pasado 2 de mayo en la encuesta de El País, en la que le daban seis puntos y otros tantos diputados menos, a tiro de piedra de IU. Pareciera que la ciudadanía da la espalda al exalcalde de Parla.

Y aquí entra en juego la jugada que podría emprender Rubalcaba. Desde hace semanas, la rama de los socialistas gallegos, el PSdG, ha iniciado una revolución orgánica promoviendo la elección de su secretario general entre los militantes. La segunda pata, la que interesa a Rubalcaba, es la elección de los candidatos a las elecciones municipales y autonómicas mediante el mismo patrón con el que, en teoría, se escogerá al candidato del PSOE a la próxima presidencia del Gobierno: con primarias a la francesa, en la que concurran tanto militantes como simpatizantes, previo pago de una cantidad simbólica.  

“Tomás cuenta con 11.000 seguidores en la agrupación socialista regional y basta”, sentencia un enemigo acérrimo. “Ahora tiene poder, sí, pero menos poder que hace un año”. Con la misma tranquilidad con la que Rajoy hacía oposición a Zapatero, en Ferraz no hay prisa para lanzar uno o varios candidatos a cuerpo abierto, una vez pasadas, eso sí, las elecciones europeas.

El último paso en falso dado por el secretario regional se dio este miércoles, durante la festividad de San Isidro Labrador en la capital. Ese día se publicó otra encuesta en El País según la cual, si bien se perdían unas décimas, el PSOE apenas cedía respecto a las pasadas municipales. Entonces se difundió una entrada del blog del diputado Antonio Miguel Carmona, considerado cercano a Gómez, en la que se pedía un liderazgo más fuerte en el Ayuntamiento. Eso indignó al portavoz municipal, Jaime Lissavetzky, quien espetó a Gómez en la pradera de las Vistillas: "¿Hasta dónde queréis llegar?". Gómez, que al parecer desconocía la tribuna, mostró su estupor y reprendió a Carmona.          

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