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España

Las mujeres de Zapatero boicotean un acto de Rubalcaba en el que se apropia de la bandera de la igualdad

El aun secretario general no quiere que su jubilación sea interpretada en la historia de su partido como la coronación de un fracaso político, como un adiós forzado por haber condenado a la organización a los infiernos de un suelo electoral del 23%, hasta ahora desconocido. La despedida de Alfredo Pérez Rubalcaba de su cargo tendrá varios capítulos y ayer escribió él mismo uno de ellos rindiéndose un auto homenaje con un centenar de mujeres, algunas de las cuales le agradecen haber sido catapultadas a altos cargos. Al estilo de Steve Jobs relatando en sus buenos tiempos el milagro de Apple, el todavía secretario general del PSOE se subió al escenario preparado en el madrileño Círculo de Bellas Artes para presumir de todo lo que hicieron a favor de la igualdad de género todos los gobiernos en los que estuvo. No fue invitado a la fiesta José Luis Rodríguez Zapatero, al que más se identifica dentro del PSOE con estas políticas, ni tampoco acudieron las que compartieron con él tareas de Gabinete. La única exministra que homenajeó a Rubalcaba fue Rosa Conde, de la cosecha felipista de 1988.

Rosa Conde, de la cosecha felipista de 1988, la única exministra del PSOE que homenajeó a Rubalcaba

Como si se tratara de un funeral de cuerpo no presente, Rubalcaba recordó en dos ocasiones a Zapatero para enfatizar lo mucho que hicieron sus gobiernos por las mujeres. Pero en la sala de columnas del Círculo no comparecieron ni Bibiana Aído, ni Leire Pajín, ni María Teresa Fernández de la Vega, ni tantas otras a las que el expresidente dio la oportunidad de pasar a la historia. Las que sí hicieron acto de presencia –Soraya Rodríguez, Francisca Sauquillo, Elena Valenciano, Purificación Causapié…–, aplaudieron con pasión los encendidos elogios que dirigieron al todavía secretario general del PSOE, sentado junto a su mujer, las representantes de algunas asociaciones feministas, partidarias de que Rubalcaba “pase a la historia como el líder de la igualdad”. Tantos fueron los encomios que recibió que llegó a emocionarse y a reconocer que no estaba acostumbrado a este tipo de alabanzas. “Me gustan más que algunas cosas que han dicho sobre mí, porque yo no soy un zorro escondido y conspirador”, se defendió en un pequeño relato de su carrera política.

Pedro Sánchez se deja fotografiar con Cándido Méndez, pero no con Madina

Rubalcaba protagonizará este viernes otro capítulo de su despedida con una conferencia en El Escorial sobre “la defensa de lo público”. Mientras tanto, la actualidad de su partido se mueve en diferentes escenarios. El futuro secretario general Pedro Sánchez, que ayer tuvo como antena en el homenaje a Rubalcaba a José Cepeda, mantuvo por la mañana encuentros con el responsable de UGT, Cándido Méndez, y también con Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, los dos contrincantes a los que se enfrentó en la carrera por el control del aparato del partido. Pedro Sánchez se dejó fotografiar con Méndez y facilitó este titular: en septiembre, el PSOE presentará un paquete de medidas en el Congreso para que los trabajadores recuperen los derechos que han perdido con el PP. A su entrevista con Madina no dejó que se colara ningún reportero gráfico. Hubiera sido el retrato de la disidencia: el diputado vasco rechazó el ofrecimiento de entrar en la nueva ejecutiva y reclamó la elección del próximo cartel electoral en noviembre. Con Pérez Tapias, el encuentro fue mucho más cómodo y distendido: la corriente Izquierda Socialista estará representada en la próxima ejecutiva y también en el nuevo comité federal. Pago justo a la obtención del 15% del apoyo de la militancia y al favor de haber dividido el voto que el pasado domingo hubiera aglutinado Madina.

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