Quantcast

España

Rubalcaba vuelve a intrigar: apadrina a Madina en Madrid y frena a Chacón

Alfredo Pérez Rubalcaba y Eduardo Madina, cuando el primero era todavía diputado.

El aterrizaje forzoso del diputado vasco Eduardo Madina en la lista con la que el PSOE concurrirá a las próximas elecciones generales por Madrid, ha dejado fuera de juego a miembros de la Ejecutiva federal que tenían la ambición de convertirse en diputados. La idea no ha surgido de Pedro Sánchez, que pensaba en un principio abandonar a Madina, su excompetidor en las primarias, para dejarlo a expensas de lo que decidiera la federación vasca del partido, sino de Alfredo Pérez Rubalcaba. “El enemigo, siempre en casa. Es lo mejor que puedes hacer para garantizarte un grupo parlamentario bajo control en una legislatura que será endiablada”, le aconsejó el exsecretario general a Pedro Sánchez, según aseguran fuentes de su entorno.

Rubalcaba ha advertido a Sánchez de lo importante que será para él controlar el grupo parlamentario en la próxima legislatura

El líder socialista ha terminado aceptando la recomendación y Madina concurrirá a las elecciones como número 7 por Madrid, un puesto donde, en realidad, no tiene garantía alguna de salir elegido teniendo en cuenta que en las legislativas de 2011, los socialistas sacaron en esta comunidad 10 escaños y ahora las cosas, debido a la competición con Podemos y Ciudadanos, el panorama pinta bastante peor. El pasado mes de mayo, con Ángel Gabilondo como cartel electoral, el PSOE sumó más de 800.000 votos en esta comunidad y, de repetirse este respaldo, incluso podría conseguir la misma representación en el Congreso que hace cuatro años.

Las intrigas de Rubalcaba, que respaldó a Madina y no a Pedro Sánchez en las primarias de hace dos veranos, no se quedan aquí. Ha sido también, según fuentes socialistas, el principal promotor de que la diputada catalana Meritxell Batet, casada con el actual secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, sea aupada como número dos en la candidatura por Madrid. El objetivo, según estas fuentes, es doble: primero, neutralizar a Carmen Chacón, que dejará de ser el único referente femenino del PSC  en el resto de España. Y, en segundo lugar, emitir una imagen de integración territorial ante una legislatura que estará muy condicionada por la reforma constitucional y el porvenir de Cataluña.

¿Dos catalanas en el mismo Gobierno?

Chacón no permanece parada y  está jugando también sus bazas. De momento, se ha quitado de encima a algunos de los primeros espadas del PSC que le hubieran estorbado en el Congreso de los Diputados. El principal es el exprimer secretario Pere Navarro. Dos meses antes de las elecciones catalanas del domingo, telefoneó personalmente a varios de ellos para que se enrolaran en la lista de Miquel Iceta, con la que su partido se presentó al Parlamento autonómico, advirtiéndoles de que no tendrían hueco en las candidaturas al Congreso, al menos en la de Barcelona que ella encabeza.

Chacón llamó antes de las catalanas a altos dirigentes del PSC para aconsejarles que se enrolaran en la candidatura de Iceta

La aspiración de Chacón, aseguran algunos de los perjudicados por el veto, es convertirse de nuevo en ministra si el PSOE gana en diciembre, plan que puede haberse torcido también por el ascenso a la primera fila de Meritxell Batet, actual responsable de Estudios y Programas en la dirección federal, “una mujer muy seria y preparada”, a la que se sitúa en un puesto importante en el Ejecutivo que formaría Pedro Sánchez en caso de ganar las elecciones. ¿Dos catalanas en el mismo Gobierno? Algo altamente improbable, se responde en el grupo parlamentario socialista, mirando de reojo a Chacón y al rencor que todavía conserva hacia ella Rubalcaba.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.