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España

Rubalcaba disfraza el ‘efecto espantada’ que ha oscurecido la elaboración de la lista europea

Elena Valenciano, a la derecha, junto a la presidenta andaluza, Susana Díaz.

¿Qué harán los que han quedado descolgados de la lista y aspiraban a sentarse en el confortable escaño de Estrasburgo? Un veterano diputado socialista responde: “Pues lo mismo que han hecho desde que se perdieron las elecciones en 2011. Brujulear por el Congreso sin oficio conocido, cobrar a final de mes e intentar aproximarse a quien ellos entiendan que pueden jugar un papel importante en las primarias de noviembre”.

El comité federal ha aprobado a la búlgara una candidatura con la que Elena Valenciano, por mucho que lo niegue, no va satisfecha de excursión a Europa

Este es el caso, entre otros, de la exministra de Exteriores con Zapatero Trinidad Jiménez, del exministro de Trabajo Jesús Caldera y del exsecretario de Estado para la Unión Europea Diego López Garrido. Los tres intentaron colarse como José Blanco en la lista europea, pero Rubalcaba, cautivo de otros compromisos, no les ha encontrado hueco. De haberles incorporado a todos, el secretario general del PSOE no hubiera podido disimular la inclinación a la desbandada detectada en su entorno más inmediato y que retrata a la perfección la huida a Europa de Elena Valenciano, Ramón Jáuregui o Inmaculada Rodríguez-Piñero, los tres sentados en su ejecutiva.

En el comité federal celebrado este sábado, donde la lista ha sido aprobada a la búlgara, Rubalcaba ha podido disimular este efecto de escapada gracias al relevo generacional que impregna casi la mitad de la candidatura electoral, un éxito que, según fuentes socialistas, no hay que achacar al secretario general, sino a Elena Valenciano, temerosa de pastorear una lista fracasada que aboque a su partido a un congreso extraordinario, una frontera que muchos consideran se cruzaría si el apoyo en mayo baja del 26% y se pierden más de seis escaños respecto a los conseguidos hace cinco años.

El temor de fondo en el 'aparato' del PSOE sigue siendo que un fracaso electoral en mayo aboque a un congreso extraordinario

Que Elena Valenciano, por mucho que ella lo niegue, no quería llevar de excursión a Europa al exministro José Blanco, es un secreto a voces en el PSOE, donde hay un enfado muy extendido porque ha quedado constatado, una vez más, que la confección de la lista europea, bendecida este sábado por el comité federal, ha obedecido al esquema clásico de respetar los intereses y compromisos del ‘aparato’ de Ferraz y de las federaciones. Así se explica no solo la inclusión de Blanco en la lista sino también la colocación en un lugar destacado de ella del exfontanero monclovita Enrique Guerrero, asesor de Rubalcaba y hacedor de muchos de sus discursos. A Guerrero, al final, no lo ha apadrinado ninguna federación porque se ha querido dejar claro que su apuesta es una faena exclusiva del secretario general.

Valenciano, Jáuregui y Rodríguez-Piñero son tres miembros de la ejecutiva federal de la confianza de Rubalcaba que emprenden la huida a Europa

Andalucía ha sido la federación que con mayor fuerza ha impuesto sus criterios, al rechazar de plano que dentro de su cuota fuera Trinidad Jiménez, ministra de Exteriores con Zapatero. Finalmente, Susana Díaz ha hecho valer su poderío para imponer en la lista a tres representantes, entre las que no figura Carmen Romero, exmujer de Felipe González, que llevaba ya cinco años sentada en el Parlamento de Estrasburgo.

En la dirección del PSOE se sabe que Elena Valenciano no va a exteriorizar su malestar, aunque es consciente de que determinados candidatos lastran su voluntad de vender una imagen fresca y de renovación, algo que puede acabar perjudicando también al propio Rubalcaba si el PSOE se estrella en las urnas y ve obligada su retirada de escena, convocatoria por medio de un congreso extraordinario. Este es el temor de fondo que se respira en la ejecutiva socialista, a pesar de que las encuestas reflejan un empate técnico con el PP.

Jesús Caldera, Trinidad Jiménez y Diego López Garrido figuran en la lista de aspirantes a Estrasburgo que se han quedado colgados de la brocha

Al final, después del comité federal celebrado este sábado, los socialistas se aprestan a escenificar que van como una piña a las elecciones, a sabiendas de que se conducen con una candidatura bien nutrida de viejas glorias. Es el caso de los exministros Blanco, López Aguilar o Jáuregui, este último con todos los honores por su amplio servicio al partido y también por su dilatada experiencia europea. Su presencia queda compensada por los once de la lista que tienen menos de 40 años, entre los que destacan el candidato castellano-manchego, Sergio Gutiérrez, el catalán, Javier López, y el madrileño, Oscar Cabezón, de todos ellos el más conectado a la realidad europea. El único de este trio que se ha sometido al filtro de las primarias en su federación ha sido Javier López, elegido candidato por la mayoría de los casi 90.000 militantes y simpatizantes que el PSC tiene en Cataluña. Solo cuenta con 28 años.

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