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España

Adoctrinamiento y vídeos con catana: así vivía el único español condenado por el 11-S

Yusuf Galán, en la Audiencia Nacional.

Yusuf Galán ya se había enfrentado a la Justicia. De hecho, es el único español miembro de la célula de Al Qaeda condenado en España por los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Cumplió una pena de nueve años y medio de prisión, hasta 2011. Este jueves, ha regresado a la Audiencia Nacional para justificar su aproximación y difusión de documentación y material audiovisual sobre el Islam en redes sociales: "¿Acaso es ilegal practicar artes marciales y grabarse?".

Durante su declaración, en la que solo ha respondido a las preguntas de su defensa, ha hecho hincapié en que es un hombre religioso, un musulmán y que por ello "rechaza la violencia, venga de donde venga". Asimismo, se ha desmarcado del Estado Islámico, alegando que si fuese talibán, "me vestiría como un talibán: con un turbante".

El fiscal Pedro Rubira ha insistido en la diferencia entre la religión y el fundamentalismo radical: "¿Religioso de qué?". En sus conclusiones, ha sido tajante con Galán y ha remarcado que no se le pretende penalizar por hechos violentos, sino por su actividad 2.0. "Está enseñando a gente a matar. Eso es lo que se castiga en el procedimiento. No se penaliza de que haya captado a una persona determinada. Se castiga el soldado internet", ha subrayado.

Mensajes "bélicos" y vídeos con catana

Galán, de 54 años, ha comparado su participación en internet con aquel activismo que ejerció en sus años mozos. "Mis actividades a favor del islamismo radical era la pega de carteles por la paz en Palestina", ha dicho tras subrayar que su relación con el mundo árabe empezó al ver a "soldados del ejercito de Israel romperle los brazos a los pakistaníes". 

No se penaliza de que haya captado a una persona determinada. Se castiga el soldado internet"

Según ha detallado la Fiscalía en su escrito de acusación, la gestión de Galán en redes sociales va más allá. Le acusa de los delitos de integración en organización terrorista y/o de colaboración con actividades terroristas, autoadoctrinamiento y exaltación del terrorismo a través de medios digitales. Por ello, pide 13 años y medio de prisión

Mis actividades a favor del islamismo radical era la pega de carteles por la paz en Palestina"

El ministerio público ha señalado al madrileño, convertido al Islam en 1991, por mensajes difundidos en su blog, su cuenta de Facebook y su perfil de YouTube; que van desde noticias sobre ataques en el Medio Oriente, hasta vídeos enseñando a usar una catana. "¿Acaso es ilegal practicar artes marciales?", ha espetado Galán.

El acusado ha negado tener contacto con personas del crimen organizado o de organización terrorista. "Yo no he hecho jamás un juramento de fidelidad. Yo solo no soy una organización terrorista. Ya he dicho que no he jurado. ¿Es que mi palabra no tiene valor? El Islam condena el derramamiento de sangre", ha dicho. "¿Cómo voy a implicarme yo después de lo que me había caído encima?", ha añadido, en relación a la condena que recibió por los atentados del 11-S.

Yihadista 2.0

El hombre ha insistido en que publicar información o practicar artes marciales no puede ser considerado un delito. "A mí se me está juzgando por quien soy yo. Si lo publica un diario no es delito. Si lo publica un hombre de derechas o de izquierdas no es delito", ha señalado al tribunal. 

Según los investigadores, la actividad de Galán no solo se limitaba a publicar, compartir y dar "me gusta" a otros contenidos. El acusado había gestionado un entramado de perfiles en diferentes plataformas con la intención de distribuir masivamente material documental y audiovisual yihadista. Se especializó en en el adoctrinamiento intelectual y en el adiestramiento operativo, en referencia a los vídeos con la catana.

Galán habría participado en varios grupos virtuales yihadistas. En el escrito de acusación se destaca Muslim Prisioners (con 16.638 miembros), del que el propio Galán era uno de los administradores.

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