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El Liberal - Política

Torra acusa a ERC de no haber informado correctamente sobre las residencias de mayores y el coronavirus

La directora de la residencia Verge del Remei ha acusado a la Generalitat de "dejar morir" a los ancianos.

"No se ha informado sobre la situación de las residencias con la claridad con la que se debía haber informado desde el primer momento". Con esa frase, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha cargado sobre el titular de Asuntos Sociales, el republicano Chakir el Homrani, actualmente en aislamiento tras dar positivo en coronavirus, la responsabilidad del escándalo que ha supuesto conocer cómo el COVID-19 está arrasando en los centros de mayores catalanes.

Chakir El Homrani, consejero de Asuntos Sociales de la Generalitat

64.093 personas viven actualmente en las 1.073 residencias para mayores que funcionan en Cataluña. Hasta este jueves, han fallecido en estos centros 362 ancianos a causa del coronavirus. 830 más tienen este diagnóstico y, de ellos, 189 permanecen hospitalizados. La pandemia ha afectado a un total de 158 centros y, de las 75.000 personas que trabajan en los mismos, 3.184 están aisladas o presentan sintomatología, aunque desde la Generalitat no han aclarado si han dado o no positivo en los tests o si han sido sometidos a estas pruebas. 

Quim Torra

Las cifras no se han dado a conocer hasta esta semana, cuando la titular de Salud, la también republicana Alba Vergès, admitió que el número de personas mayores fallecidas por coronavirus en las residencias no estaba siendo computado en el listado de muertes que ofrece a diario la consejería. Ante el escándalo y desde este jueves, la Generalitat ofrecerá información diaria sobre cómo el coronavirus está afectando a este segmento de población. 

Peticiones desesperadas

Y es que, hasta ahora y a pesar de que Torra haya insistido en que los ancianos y las residencias han sido "una prioridad para el Govern" en una entrevista en la Cadena Ser, la percepción es que la Generalitat ha dejado pasar las numerosas denuncias y peticiones de ayuda que les llegaban desde muchos centros de mayores catalanes, cuyos directores admitían no poder afrontar la crisis por no tener la ayuda necesaria del Govern, que es el último responsable de estas instalaciones. 

Alba Vergés, consellera de Salut de la Generalitat de Cataluña

Buena prueba de ello es la denuncia formulada en Twitter por la responsable de la residencia Verge del Remei, de Arenys de Munt y ex concejal de JxCat Soraya Real. "Estamos solos", lamentaba el pasado día 31, "se está dejando morir a la gente y enfermar a los profesionales". 

En otro mensaje, publicado el mismo día, Real acusaba a Vergès de mentir o de estar mal informada. Aseguraba que el Institut Català de la Salut no estaba haciendo pruebas en las residencias y advertía de que "morirá todo el mundo".

Ahora, cuando el elevado número de fallecimientos y contagios se ha hecho público y se ha conocido cómo la situación se ha agravado por la falta de material y profesionales en estos centros, es cuando la Generalitat ha empezado a anunciar medidas como una nueva política de comunicación que pasará por una rueda de prensa diaria o el traslado de los ancianos de las residencias más pequeñas a clínicas de las mutuas si enferman.  Medidas de poco calado para hacer frente a una situación que también han denunciado desde hace días numerosos alcaldes, a la vista de lo que estaba sucediendo en los centros de mayores.

La Fiscalía ya investiga

Sin embargo, la realidad es que la actitud del Govern que preside Torra ha provocado que la situación en las residencias sea aún más grave de lo que debería ser, considerando que el COVID-19 afecta especialmente a las personas mayores. Ni siquiera el hecho de que Fiscalía Superior de Cataluña esté investigando ya el alto número de muertes en las residencias de Olesa de Montserrat y Capellades ha provocado en el Govern una reacción tendente realmente a paliar los problemas.

Basta ver cómo han llegado a impedir que unidades de la UME puedan entrar en estas residencias para desinfectarlas. Han preferido acciones como pedir a las familias que se lleven a sus domicilios a estas personas, garantizando, eso sí, que la plaza seguirá siendo suya. Y todo ello a pesar de que el propio El Homrani ya admitía el día 27 de marzo en una entrevista en Catalunya Ràdio que la situación "se ha desbordado mucho más de lo que pensábamos". 

Así las cosas, cuesta creer que la situación vaya a cambiar mucho en los próximos días en este tipo de centros asistenciales. La falta de material y profesionales sigue ahí y, mientras tanto, el Govern, aunque ahora sí admite que necesitará la ayuda del Ejército en algún momento, se mantiene en la posición de no facilitar las cosas. 168 centros esperan ahora mismo labores de desinfección. Solo en 17 de ellos será la UME la que lleve los trabajos a cabo. En el resto, lo harán empresas privadas (103) y medios locales, con el coste que ello conlleva. El fin de la pandemia aún no se contempla y la situación puede agravarse todavía más para una población, la de los mayores, ya de por sí frágil. 

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