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El Liberal - Política

La Generalitat apunta a Madrid para tapar que en un mes no hizo nada para frenar el coronavirus

Una enfermera atiende a una paciente en la sala de aislamiento de un hospital en Wuhan, provincia de Hubei, China.

La situación de la pandemia de coronavirus en Cataluña es tan alarmante que ya no vale con escurrir el bulto y echarle la culpa a otro y así eludir responsabilidades. Aunque eso es exactamente lo que está haciendo la Generalitat de Cataluña con el COVID-19: buscando culpables al otro lado del Ebro a los que endorsarles el muerto, porque no supo evaluar a tiempo la gravedad de la epidemia y se quedó de brazos cruzados. Mientras el virus campaba a sus anchas. Y hasta que el sábado se decretó el estado de alarma, el Govern tenía todas las competencias en materia de sanidad y prevención. 

Por eso ahora, y a la desesperada, la consellera de Salut, Alba Vergès; el Secretario de Salud Pública de la Generalitat, Joan Guix; o el conseller de Interior, Miquel Buch culpan a Madrid, a la declaración del Estado de Alarma (que según los independentistas es un 155 encubierto, ¿encubierto de?), a la Guardia Civil, a que no se ha confinado a Cataluña como unidad territorial (pese al fracaso del cerco de Igualada) y a todo el que se le ocurre. Incluso echa mano de su epidemiólogo de cabecera y héroe del separatismo, Oriol Mitjà, para cargar contra el Estado.  Pero no cuela.  Solo hay que tirar de hemeroteca para constatar que tanto Vergès y Guix como el propio Mitjà sostienen ahora lo contrario de lo que voceaban hace solo 10 días.

No hay que irse muy lejos para ver qué es responsabilidad de quién. El 1 de febrero, día en el que se confirma el primer infectado por coronavirus en España, Guix explica, con cierto aire chulesco, que dadas las excelencias del sistema sanitario catalán el COVID-19 “difícilmente se podría convertir en un problema de salud pública”. Dos semanas después (cuando la cifra de infectados en España asciende a tres). Vergés se descuelga diciendo que en Cataluña, menos que en ningún otro sitio “ni estábamos ni estamos en ninguna alarma sanitaria. No tenemos ningún riesgo”. Ninguno.

La consellera Vergés se descolgó en febrero diciendo que en Cataluña, menos que en ningún otro sitio “ni estábamos ni estamos en ninguna alarma sanitaria. No tenemos ningún riesgo”

El problema de Catalunya es la gripe no el coronavirus

Cuando el coronavirus empieza a enseñar los dientes en Italia, el 24 de febrero, (y de eso hace solo tres semanas), el secretario de Salud Pública demuestra sus dotes como adivino y sostiene que “es difícil pensar que podamos tener una situación como en Italia”. Tanto es así, que ratifica que el principal problema de salud que tiene Cataluña en ese momento es la gripe y que en ella se van a centrar todos los esfuerzos. El coronavirus es cosa de otros.

Pues justo el día después, salta la banca y aparece el primer infectado en Cataluña. Pero según Alba Vergés es algo anecdótico, casi coyuntural. “Hay que remarcar que en ningún caso estamos en una situación como la de Italia. No estamos en pandemia”. A los cuatro días, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la contradije y declara la pandemia.

Ahora, la prensa independentista acusa sin pruebas a Pedro Sánchez de estar confiscando las mascarillas que debían dispensarse en Cataluña para distribuirlas en Madrid (vuelve el Espanya ens roba). Pero ese mismo día de la no-pandemia, la consellera Vergès no solo defiende que no es peligroso viajar a Italia ni haber estado allí, sino que las mascarillas por la que ahora suspira el Govern  “ni se requieren, ni son recomendables, ni nos aportan nada de seguridad”. Y mientras el coronavirus empieza a campar a sus anchas…

Hace unas semanas, las mascarillas que ahora se asegura que Madrid 'nos roba' ni se requerían, "ni eran recomendables ni aportaban nada de seguridad" según Aba Vergés

Cataluña no es una zona de riesgo para el COVID-19

El 9 de marzo, el día después de la cuestionada manifestación feminista del 8M y del contagioso mitin de Vox en Vistalegre, la cifra de muertos en España alcanza los 28 fallecidos. Empiezan a cerrar escuelas y universidades en el País Vasco y Madrid. Pero en Cataluña no hace falta. “En el momento actual nos sigue preocupando más la gripe que el coronavirus”, declara Joan Guix a una emisora de radio. Al día siguiente, la cifra de muertos por la epidemia en Cataluña sube a tres y la consellera Vergès sigue negando la evidencia y defendiendo que se celebre el Salón de la Enseñanza, pese a que van a ir muchos niños. “No hay una razón objetiva que nos diga que se debería de cerrar”, suelta a los micrófonos.  Y lo remata aseverando que “aquí, en Cataluña, no estamos en una zona de riesgo” para infectarse del COVID-19.

Solo tres días después se informa de un grave foco en Igualada, ciudad natal de la consellera, con al menos 58 infectados. La ciudad se cierra a cal y canto y Vergès rompe a llorar en plena rueda de prensa, contribuyendo a que cunda el pánico, olvidándose de que ella es quien pilota la gestión de la crisis en Cataluña. Pero se le borra pronto. El pasado martes no tiene ningún problema aseverar, en un arrebato impagable de cinismo, que la situación en Cataluña no es tan grave como en Madrid (y por eso hay que independizarse sanitariamente del resto de España) porque aquí “nosotros (la conselleria de Salut) ya habíamos hecho el trabajo antes”. ¿Antes? ¿Cuándo?

Pero Vergès y Guix no son los únicos que hace cuatro días negaban hasta la existencia del coronavirus. El prestigioso epidemiólogo Oriol Mitjà, conocido por sus notables trabajos científicos, por ser fan del President Quim Torra en Twitter y por estar a sueldo de la Generalitat en el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, también ha pasado de ver una posible epidemia en Cataluña como algo remoto a pasearse de plató en plató culpando de todo al comité de emergencia, pidiendo dimisiones y cargando contra sus colegas de profesión que (igual que él) no le vieron las orejas al lobo.

Para Mitjà la infección era muy leve y no habría pandemia

Se olvida que él mismo, el 11 de febrero, aseguró en declaraciones a la emisora Rac1 y en La Vanguardia que “la infección (del COVID-19) es muy leve, es muy similar a la gripe que sufrimos todos los inviernos y es poco probable que llegue aquí”.  Incluso llegó a proclamar en el programa Preguntes Freqüents de TV3 que “no habrá pandemia” porque tiene “la esperanza de que (la infección) se podrá contener. Quién los ha visto y quién los ve.

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