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El Liberal - Opinión

La desmovilización independentista

Tensión en Barcelona Sants entre independentistas y Mossos d’Esquadra

Los resultados del último CIS son elocuentes. El votante independentista se desmoviliza. Se había notado claramente en la caída de participación en las movilizaciones de los últimos meses. La confrontación entre ERC y JxCat, la salida de la cárcel, aunque sea a tiempo parcial, de los líderes en prisión y la mesa de dialogo han tenido como consecuencia inmediata poner de relieve que la independencia ya no es un objetivo inmediato.La sensación de fracaso es inevitable. Y la melancolía inherente a todo esfuerzo inútil lleva a la desmovilización.

Abre notablemente las posibilidades de cambio en las próximas elecciones autonómicas, a pesar de que encuestas anteriores no lo han reflejado todavía. Y da opciones a una oferta catalanista de centro

Según el CIS, para unas elecciones generales, la intención de voto de ERC sería del  16,1% frente al 22,56% en noviembre pasado. JxCat pasa del 13,68% el 10N al 8,7% ahora. La CUP también retrocede del 6,35% al 4,7%. No se trata de un trasvase de voto, si no de una desmovilización que lleva a la abstención o a no decantarse por una fuerza en concreto. De hecho, tanto PSC como los Comunes apenas suben unas decimas, del 20,5% al 20,8% el PSC y del 14,18% al 14,3% los Comunes.  El votante de estas formaciones se encuentra satisfecho por el nuevo marco político, tanto catalán como en toda España y repite su intención de voto. La desmovilización también afecta al centro y la derecha no independentista. En este caso por razones exactamente inversas a la desmovilización independentista: sensación de derrota por la formación del nuevo gobierno español y de la mesa de dialogo. El PP pasa del 7,43% al 4%, Ciudadanos, en caída libre, del 5,61% al 2,7% y VOX del 6,30% al 2,7%.

La desmovilización también afecta al centro y la derecha no independentista. En este caso por razones exactamente inversas a la desmovilización independentista: sensación de derrota por la formación del nuevo gobierno español y de la mesa de dialogo

Se trata de una encuesta, aunque también del ambiente en la calle, y no hay trasvase de votos, por lo que la tendencia no esta consolidada, y no sabemos, además, como se traslada esto a unas autonómicas. Pero si se puede afirmar que el temor a una desmovilización asimétrica, mayor en los no independentistas que en bloque secesionista, tenida por cierta hasta ahora, se esta produciendo, pero al revés de lo que muchos pronosticaban. Ello abre notablemente las posibilidades de cambio en las próximas elecciones autonómicas, a pesar de que encuestas anteriores no lo han reflejado todavía. Y da opciones a una oferta catalanista de centro. Parece que el votante catalán, cansado de la confrontación de los últimos años, se aleja, al menos momentáneamente, de las opciones políticas que hoy aparecen como perdedoras: el independentismo y el constitucionalismo ‘duro’ de centro y derecha. Las opciones que apuestan por ‘desinflamar’ parece que son bien vistas. O, al menos, sus partidarios, que no aumentan, continúan movilizados al no sentirse derrotados como ocurre con el resto.

En este ambiente la posibilidad de que las elecciones autonómicas se aceleren por una sentencia inmediata del TS sobre la inhabilitación de Torra, recuerden el informe de Fiscalía pidiendo el rechazo del recurso del todavía presidente, deviene verosímil tanto por razones de timing jurídico como por interés político: los más beneficiados de unas elecciones inmediatas serían, según el CIS, los partidos coaligados en el Gobierno de España.

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