Quantcast

El Liberal - Opinión

El acercamiento entre Sánchez y Arrimadas abre un nuevo escenario político en Cataluña y en el conjunto de España

Pedro Sánchez y Inés Arrimadas.

El anuncio de que Ciudadanos apoyará las medidas económicas del gobierno a cambio de mejorar el trato a autónomos y pymes, aplazando impuestos y cuotas a la seguridad social y prolongando más allá del 31 de diciembre el periodo de tiempo para recuperar el permiso retribuido, es más importante por su significado que por las modificaciones acordadas, todas ellas razonables y que favorecen al colectivo más olvidado, los autónomos y la pequeña empresa y, por tanto, al mantenimiento del empleo. Además, son medidas que serán bien recibidas en Cataluña y que difícilmente podrán ser contestadas por la Generalitat porque favorecen a buena parte del electorado nacionalista que las había reivindicado reiteradamente a través de las patronales.

Pero como digo la trascendencia política va mucho más allá. Es todavía pronto para ver hasta donde llega la nueva etapa, pero de entrada debilita la posición de ERC que, además de no haber aclarado su postura en relación con la convalidación de los decretos económicos, exigía pactos previos con los gobiernos catalán y vasco para poder hablar de acuerdos de estado para la reconstrucción, calificados de nuevos ‘pactos de la Moncloa, por los socialistas. Con ello se debilitan también las pretensiones de Podemos que pierde aliados para el ‘cambio de régimen’ que preconiza y se coloca al PP en dificultades para negarse a negociar con seriedad los futuros pactos de estado. El cambio de aliados deja también tocada de muerte la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat.

Para el PSOE implica ampliar su margen de maniobra, recentrarse y debilitar el férreo marcaje de sus socios de investidura. Ciudadanos entierra definitivamente la etapa Rivera, y consolida el liderazgo de Inés Arrimadas que vuelve a convertir a Ciudadanos en un partido útil, precisamente en el momento de más debilidad de la formación naranja. Además, cierra las heridas internas con el sector crítico capitaneado por Igea. Con ello Ciudadanos se deshace del abrazo del oso del PP y refuerza su imagen de partido autónomo y de centro.

El cambio de aliados deja también tocada de muerte la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat

En Cataluña la anunciada coalición electoral entre Ciudadanos y el PP, que ya tenía muchas dificultades para alumbrarse, se aleja. Y se abren nuevas perspectivas de acuerdo con el catalanismo de centro no independentista para una coalición electoral que rompa los bloques identitarios y proponga una alternativa basada en el buen gobierno y la reconciliación.

Como he dicho habrá que ver como evolucionan los acontecimientos, pero es una noticia en la buena dirección para afrontar con sensatez y responsabilidad los muy difíciles retos que se deben superar cuando acabe la emergencia sanitaria que vivimos.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.