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El Liberal

Escuelas catalanas excluyen el castellano de los villancicos que cantan los alumnos

Programa del festival navideño de un colegio de Tarragona.

Con la llegada de la Navidad, los centros escolares se convierten en escenario de festivales en los que los niños y los villancicos son los protagonistas absolutos. En Cataluña, el proceso de inmersión lingüística ha convertido estos eventos infantiles en actos de "exclusión del español por pura hispanofobia". Así lo define el profesor Daniel Perales, ex miembro de Sociedad Civil Catalana (SCC), quien ha vivido esta situación como padre en el centro donde asisten sus hijos.

Pero no es el único. Júlia Cabrera es otra de las madres afectadas. La organización responsable de listar todos los casos, la Asociación por una Escuela Bilingüe (AEB), ha enviado un mensaje en las redes sociales para animar a más padres a denunciar. De momento, los casos que han recibido quejas son: Escola Mestal (Vilaseca), Escola Eduard Todà i Güell (Reus), Escola General Prim (Reus), Escola Joan Perucho (Albinyana), Escola Sant Jordi (L'Ametlla de Mar), Escola Timbaler del Bruc (Barcelona) y Escola Sant Jaume (El Prat de Llobregat).

Inglés o italiano antes que castellano

Perales explica que villancicos netamente catalanes "hay pocos". Por lo que, asegura, "muchas veces lo que se canta en estos festivales son adaptaciones al catalán de canciones inglesas". Los niños no son, en su opinión, conscientes de la situación y "cantan felices porque es la lengua que se habla en el colegio". "A esas edades", añade, "no hay espíritu crítico".

El problema, a su juicio, es que el hecho de que no se canten villancicos en español en la mayoría de colegios catalanes es "la guinda del pastel": "Eliminar la lengua materna de la mayoría de los alumnos completamente del día a día de las aulas supone una ruptura emocional muy grande y que, a la larga, aunque sea difícil de demostrar, no ayuda a prevenir el fracaso escolar".

La situación se agrava en el caso de los alumnos con más dificultades y que tienen el español como lengua materna. Según Perales, "no sienten la escuela como un espacio de confort y eso es contraproducente". Lo mismo sucede con "los niños menos abiertos de mente" y que deberían ver el colegio como "un lugar propio y cercano". 

Inmoral e ilegítimo

Obviando totalmente las recomendaciones de la UNESCO sobre la enseñanza en lengua materna, los centros escolares de Cataluña imponen el catalán sea cual sea la situación del alumnado. Para Perales, no se persigue que los alumnos "sepan escribir, entender o expresarse en catalán". "Quieren que sea su lengua, sustituyendo su realidad cultural en un proceso de aculturación inmoral e ilegítimo", añade.

En su experiencia como profesor, Perales asegura que ha encontrado "más cercanía" en las aulas cuando ha usado indistintamente el español y el catalán. Lo importante para él era lograr que los alumnos se expresaran y "no la lengua en la que lo hicieran". "Yo quiero", concluye en su conversación con este medio, "que todo el mundo sepa catalán igual que castellano. Pero no quiero que mis hijos tengan que renunciar a su cultura que, además, es una cultura inclusiva que no excluye a nadie".

 

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