Quantcast

El Liberal - Economía

La recesión epidémica según el Banco de España

Banco de España advierte de una "perturbación sin precedentes" por el Covid-19

En mi artículo 'Emergencia social y económica' que publiqué en este diario el 21 de marzo presenté mis estimaciones de caída del PIB y aumento del déficit público. “La caída del PIB –escribí– podría alcanzar el 12,5% del PIB en el primer semestre de 2020 y el aumento del déficit podría dispararse hasta el 11,5% del PIB del semestre”.  Sin esquivar la verdad, no quise cargar más las tintas cuantificando los resultados del segundo semestre, y opté por indicar que “cabe anticipar en el escenario más favorable que el PIB caerá en torno a 7% y el déficit público superará holgadamente el 8% del PIB en 2020”. No ignoraba que ese escenario más favorable, la recuperación casi total de la economía en el segundo semestre de 2020, no iba a producirse, y que la caída del PIB y el aumento del déficit serían mayores.

Desde entonces, han aparecido nuevas estimaciones de organismos internacionales y nacionales que han venido a confirmar mis cifras. La semana pasada comenté en esta misma columna las proyecciones para España incluidas en el informe Perspectivas de la Economía Mundial publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) el 14 de abril, y hoy le toca el turno a las proyecciones económicas elaboradas por el servicio de estudios del Banco de España (BdE) que el organismo presentó el 20 de abril. Se trata de un informe de 35 páginas titulado “Escenarios macroeconómicos de referencia para la economía española tras el Covid-19” que pone cifras al perfil trimestral de la severa recesión en que se ha adentrando nuestra economía y a la senda de recuperación que podría iniciarse a finales de 2020 o comienzos de 2021.

Métodos y escenarios

El BdE ha empleado dos metodologías alternativas y complementarias, denominadas enfoque de oferta y demanda, y cada una de ellas contempla a  su vez tres escenarios, numerados de 1 a 3, de gravedad creciente. Las cifras obtenidas con ambas metodologías permiten acotar la magnitud de la caída del PIB y el enfoque de demanda proporciona además información sobre la evolución del consumo, la inversión, las exportaciones e importaciones, la tasa de paro, el déficit público y la deuda pública. Acotar el impacto empleando metodologías alternativas es una estrategia especialmente aconsejable cuando, como ocurre en este caso, existe tanta incertidumbre notable sobre el momento en que finalizará la epidemia en España y la pandemia en el mundo, y sobre las secuelas que dejará en el comercio internacional y en los flujos turísticos, ambos de gran importancia para la economía española.

La primera vía, centrada en la oferta, tiene carácter eminentemente contable y estima el impacto que producirá la paralización de la actividad económica, ocasionada por el confinamiento, en los principales sectores de la economía española. Estos son los sectores cuyos efectos se cuantifican en el informe: Sector primario, Energía, Manufacturas, Vehículos de motor, Construcción, Comercio al por mayor y al por menor, Transporte, Hostelería, restauración y ocio, otros servicios privados y Servicios públicos. Este enfoque  proporciona estimaciones de la reducción del PIB en 2020 atribuible a cada uno de estos grandes sectores.

La segunda vía, centrada en la demanda, simula el impacto de la caída de las demandas interna y externa de bienes y servicios con el modelo trimestral del Banco de España (MTBE), el método que este organismo utiliza habitualmente para realizar sus proyecciones macroeconómicas de la economía española a corto y medio plazo. En concreto, se simula el impacto de la “pérdida de rentas de hogares y empresas … [en] su gasto corriente, paliada en el corto plazo por moratorias y avales al crédito que, no obstante, dan lugar a compromisos de pagos futuros (y, por tanto, a una menor capacidad de acometer decisiones de consumo e inversión  en el medio plazo), así como el impacto de “una disminución drástica de la demanda externa de bienes y servicios procedente del resto del mundo, en particular en lo que respecta al turismo”.

El panel superior del Cuadro 1 presenta los tres escenarios empleados con la metodología de oferta y el panel inferior los tres escenarios con la metodología de demanda. En ambos casos, el escenario 1 es el más favorable y el escenario 3 el más adverso. Así, para la metodología de oferta, el escenario 1 supone que la economía vuelve a la normalidad al acabar el período de confinamiento de 8 semanas; el escenario 2, que la caída de actividad se prolonga más allá de las 8 semanas de confinamiento y la normalización no llega hasta el cuarto trimestre de 2020; y en el escenario 3, el confinamiento se alarga hasta 12 semanas y algunas actividades, como la Restauración, hostelería y ocio, no recuperan la normalidad antes de finalizar 2020. En el panel inferior del Cuadro 1, presenta las hipótesis empleadas en el enfoque de demanda: el escenario 1 supone que, a pesar de la caída de rentas y de la demanda exterior, no se producen pérdidas permanentes de puestos de trabajo ni cierre de empresas, mientras que en los escenarios 2 y 3, los problemas de liquidez devienen problemas de solvencia para una fracción creciente de empresas.

Cuadro 1. Distintos escenarios de crecimiento del PIB con enfoque de oferta y demanda

Distintos escenarios de crecimiento del PIB con enfoque de oferta y demanda 

Efectos sobre el crecimiento del PIB y otras variables

El panel izquierdo del Gráfico 1 muestra el porcentaje sobre el PIB en 2019 de los 10 sectores en  la economía española empleados en el enfoque de oferta, y el panel derecho muestra la caída del PIB en 2020 atribuible a cada uno de los sectores en los tres escenarios del Cuadro 1. Por ejemplo, el sector de Hostelería, restauración y ocio, que supone 9% del PIB en 2019, el BdE estima que su caída reduciría el PIB de la economía española 2,09%, en caso de que la situación se normalizar al acabar las 8 semanas de confinamiento; en 3,17% si la plena normalización se alcanza en el cuarto trimestre de 2020; y en 5,41% en el escenario 3, en caso de que la actividad no se normalice en algunos sectores antes de finalizar 2020.
 
Gráfico 1. Efectos sobre el PIB con la metodología de oferta en tres escenarios

Efectos sobre el PIB con la metodología de oferta en tres escenarios

Las caídas del PIB estimadas por el BdE son 6,58% en el escenario 1, 8,69 % en el escenario 2, y 13,93% en el escenario 3. La caída en el escenario 1 respalda mi estimación de caída del 7% del PIB, en el mejor de los escenarios posibles. Ahora bien, el BdE advierte que, la caída podría ser casi 3 puntos más si la normalización se alcanza en el último trimestre de 2020, y sencillamente demoledora, 7 puntos más, si llegamos a fin de año sin haber alcanzado la plena normalización.  

Las simulaciones con el MTBE, enfoque de demanda, además de proporcionar una estimación alternativa de la caída del PIB estimada con la metodología de oferta para 2020, permite desglosar su impacto sobre las principales variables de la demanda nacional privada (consumo e inversión privados) y la demanda exterior neta (exportaciones e importaciones), así como visualizar el perfil de la caída en 2020 y de la subsiguiente recuperación en 2021. El Cuadro 2 presenta los resultados de los tres escenarios sobre el consumo privado, la inversión de las empresas en equipo y la inversión en vivienda, las exportaciones e importaciones de bienes y servicios, la tasa de paro, el déficit público o capacidad/necesidad de financiación de las AAPP, y la ratio deuda pública/PIB.

Cuadro 2. Efectos de la crisis sobre el PIB con el enfoque de demanda en 2020 y 2021

Distintos escenarios de crecimiento del PIB con enfoque de oferta y demanda

El orden de magnitud de las caídas del PIB es similar al obtenido con la metodología de oferta: 6,8% en el escenario 1, 9,5% en el escenario 2 y 12,4% en el escenario 3. En cuanto a la demanda interna privada, las caídas del consumo y de la inversión en vivienda son del mismo orden de magnitud que las del PIB, pero las caídas de la inversión en equipo van del 33,3% en el escenario 1 a 57,4 en el escenario 3. Un auténtico cataclismo. Las caídas de las exportaciones de bienes y servicios, aunque no tan elevadas como la inversión en equipo, casi duplican las caídas del PIB, en tanto que las importaciones caen incluso algunos puntos más que las exportaciones.

En cuanto al resto de variables, la tasa de desempleo se situaría en 18,3% en el escenario 1, el más benigno, y escalaría hasta 21,7% en el escenario 3, el más adverso. El BdE advierte que la fuerte caída, 8,2%, que han registrado el número de cuentas de cotización a la Seguridad Social (véase, panel derecho en el Gráfico 2) obedece a que estas empresas han dejado de tener trabajadores en nómina y existe riesgo de que esta circunstancia transitoria pueda convertirse en permanente. Las estimaciones que presenté en mi artículo de la semana pasada apuntan a una caída de 2,3 millones en la cifra de ocupados y a un aumento de la tasa de paro hasta 22,8% de la población activa en 2020. La semana próxima podremos constatar hasta qué punto la EPA del primer trimestre recoge el desplome apreciable en el mercado laboral durante las últimas semanas de marzo.

El cociente del déficit público sobre el PIB se dispara a 7,2% en el escenario más favorable, 8,9% en el escenario 2, y 11,0% en el más adverso escenario 3. En mi artículo de 21 de marzo, cifraba ese déficit en 7% en el mejor de los escenarios. En todo caso, se puede  afirmar que pasarán bastantes años hasta que España vuelva a situar el cociente déficit/PIB por debajo de 3% y pueda salir del procedimiento de déficit excesivo. Por último, la ratio deuda/PIB pasa de 95% en diciembre de 2019 a 109,9% en el escenario 1, a 115,3% en el más realista escenario 2 y a 122,3% en el escenario 3. Si nuestra deuda ha sido ya una losa muy costosa en la década 2011-2020, sobrellevada gracias a que las compras de activos realizadas por el BCE han mantenido controlada la prima de riesgo desde el verano de 2012, a partir de ahora será una losa y media. Con tipos de interés algo más normales que los actuales, el pago de los intereses resultará una carga muy pesada para los presupuestos del Estado en la próxima década, a sumar a la abultada factura de las pensiones, prestaciones a los desempleados y cotizaciones sociales, nóminas de los empleados públicos, programas de formación y nuevas iniciativas de gasto social como el ingreso mínimo vital. No me sorprende que algunos países de la Eurozona se nieguen a avalar las políticas del gobierno de Sánchez-Iglesias.

El Cuadro 2 incluye también las proyecciones para 2021 que aportan un hálito de esperanza. Habida cuenta que esta crisis, a diferencia de una guerra, dejará intacto buena parte del capital físico y humano, la economía se podrá recuperar con rapidez una vez superada la epidemia, con tanta más intensidad cuanto mayor haya sido la caída. Ahora bien, el crecimiento del PIB proyectado por el BdE en 2021 es varios puntos inferior a la caída anticipada en 2020 en los tres escenarios. El Gráfico 2, muestra el perfil de la recuperación en 2021, y como el lector puede comprobar la economía no volverá a rozar el índice 100, correspondiente al PIB de 2019, hasta finales de 2021 en el escenario 1 (línea roja), el más favorable. En el más realista escenario 2 (línea crema) y en el más catastrofista escenario 3 (línea verde), el retorno a la situación de partida tendrá que esperar a 2022.

Gráfico 2. Perfil de la recesión en 2020 y recuperación en 2021

Perfil de la recesión en 2020 y recuperación en 2021

 
Controlar la epidemia

Las estimaciones más detalladas del BdE vienen a confirmar las que presentó el FMI la semana pasada y otras que algunos analistas hicimos hace algunas semanas. Existe acuerdo en que nos encontramos ante una recesión severa producida en gran medida por el confinamiento y la consiguiente paralización de la actividad productiva, y cuya salida depende de que dicho confinamiento termine pronto y las empresas puedan retomar su producción y los trabajadores volver a sus puestos de trabajo lo antes posible. Ahora bien, el confinamiento se decretó no por capricho sino para atajar la expansión incontrolada de contagios cuyas tasas de crecimiento, como el Gráfico 3 muestra, alcanzaron su pico en la primera quincena de marzo. El descenso que ha registrado desde entonces indica que se ha conseguido reducir considerablemente la tasa de crecimiento de casos.

Ahora bien, el Gráfico 4 muestra con toda claridad que estamos todavía muy lejos de poder dar por controlada la epidemia. Con casi 105.000 casos activos y 6.740 nuevos casos el 24 de abril y más de 4.100 nuevos contagios de media en los últimos 7 días, resulta evidente que queda un largo camino por delante. Por ello, las palabras de Simón, director del Centro de Coordinación de Alarmas y Emergencias Sanitarias, refrendadas por el ministro Illa, congratulándose en televisión de que “esta vez sí, estamos doblegando la curva” constituye una nueva irresponsabilidad por parte de ambos.  Entretanto tengamos cifras tan elevadas de casos activos y nuevos contagios, España no será un lugar atractivo y seguro para las decenas de millones de turistas internacionales que nos visitaron en 2019 ni tampoco para los turistas nacionales. La temporada turística de verano se puede dar por perdida –así lo han reconocido algunos directivos de cadenas hoteleras–  y la clave para una pronta y robusta recuperación del sector es controlar la epidemia antes de finalizar 2020.

Gráfico 3. Tasas de crecimiento en % de casos totales (TC)

Tasas de crecimiento en % de casos totales (TC)

Gráfico 4. Casos activos y nuevos contagios en España

Casos activos y nuevos contagios en España

No se podrá normalizar la actividad económica en la mayoría de sectores de servicios que aportan el 75% del valor añadido bruto si no se controla antes la epidemia, algo que sólo ocurrirá cuando se reduzca el número de contagios diarios a unas pocas decenas y las autoridades españolas desplieguen protocolos informáticos eficaces para aislar los nuevos focos, algo que han logrado países como China, Taiwan, Corea del Sur o Chequia. Harris, principal responsable médico de la empresa Mitre Corporation que ha desarrollado el programa Sara Alert en Estados Unidos, lo expresaba muy gráficamente: “el concepto es localizar rápido el foco del incendio en el sotobosque y extinguirlo antes de que se convierta en un incendio forestal”. Ojalá que en lugar de tratar de tranquilizar a los ciudadanos redefiniendo las cifras de contagios, Simón y su ministro Illa se tomaran en serio estas palabras.

Y el peor escenario posible, no sólo desde un punto de vista sanitario sino también económico, sería que un levantamiento prematuro del confinamiento  impida controlar la epidemia antes de finalizar el tercer trimestre de 2020 y normalizar la actividad productiva durante el cuarto trimestre. A este respecto, conviene tener presente que la recesión de 2008-2009 hizo mucho daño a la economía española, pero que lo que acabó dando la puntilla a infinidad de empresas y entidades financieras fue la recaída sufrida en 2011-13. Cuando llueve sobre mojado resulta imposible evitar los desbordamientos y las riadas.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.