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El Liberal - Economía

Las consecuencias del Brexit para la UE

Boris Johnson.

En el artículo de la semana pasada, examiné las adversas consecuencias políticas, sociales y económicas que el Brexit puede acarrear a la economía británica tanto en caso de no alcanzarse un acuerdo como en caso de alcanzarse un acuerdo de de libre comercio, bien tipo FTA (Free Trade Agreement), o bien  tipo EEA (Euopean Economic Area), antes de agotarse el período transitorio que finalizará el 31 de diciembre de 2020, aunque el Acuerdo de Salida prevé la de extender el período transitorio durante dos años más. Pero sabemos que las consecuencias negativas no van a circunscribirse al Reino (Des)Unido (RU) sino que afectarán también a la UE-27, y se dejarán también algunos de esos efectos adversos llegarán también a España y a Cataluña, aunque todos ellos serán bastantes menos severos que en el RU. La extendida creencia de que al no haberse producido cambios dramáticos en los flujos comerciales y migratorios, en el destino de la Inversión Extranjera Directa (IAD) , en los destinos turísticos , en la adquisición viviendas, etc., desde que se realizó el referéndum celebrado en junio de 2016, tampoco vamos se van a producir impactos significativos en el futuro. Craso error.

Efectos en la UE

Además de los problemas estrictamente políticos que la salida del RU puede originar en la UE, incluido el nada desdeñable peligro de contagio que podría dificultar todavía más la ya  deficiente gobernanza de la UE, el raquítico crecimiento que registraron la UE y la Eurozona en 2019, y los nada halagüeños pronósticos que prevén un ligero empeoramiento de la situación en 2020, cualquier impacto negativo adicional procedente del sector exterior, tan importante para la locomotora alemana y otras economías centroeuropeas, podría dejarnos a las puertas de una nueva recesión.

Para empezar, conviene dejar claro que ya se han detectado cambios de cierta entidad en algunos de los variables mencionadas, pese a la natural resistencia de ciudadanos y empresas a alterar sus pautas de comportamiento y la localización de la actividad productiva y las inversiones mientras tengan esperanza de que las partes alcanzarán un acuerdo razonable que que minimizará el daño mutuo ocasionado por el divorcio. A modo ilustrativo, el Gráfico 1 muestra la contracción que han registrado los saldos comerciales de las principales economías europeas con el RU entre 2016 y 2018. Por la entidad del saldo favorable de sus intercambios con el Reino Unido, el Gráfico 1 apunta también cuáles pueden ser las economías de la EU-27 más afectadas por el Brexit: Irlanda, Holanda, Bélgica, Chequia, Hungría, Polonia, Alemania y Dinamarca.

Gráfico 1. Efectos del Brexit sobre el saldo comercial con el RU

Efectos del Brexit sobre el saldo comercial con el RU

Un estudio reciente del Banco de España (BdE) cuantifica el impacto del Brexit en la UE-27 en dos escenarios. El primero, denominado WTO, supone que se aplican los aranceles de la Organización Mundial del Comercio a naciones más favorecidas y sin tratamiento preferencial a los emigrantes de la UE. En el segundo, denominado FTA, se supone que se alcanza un acuerdo comercial sin aranceles, aunque no exento de fricciones y no equiparable, por tanto, con un acuerdo tipo EEA. El Gráfico 2 presenta los resultados del estudio para la EU-27, la Eurozona, Estados Unidos y el Resto del Mundo (RoW). 

Gráfico 2. Efectos del Brexit en los flujos comerciales y migratorios en la UE y EA

Efectos del Brexit en los flujos comerciales y migratorios en la UE y EA

Los resultados indican que en el escenario WTO, ruptura ordenada pero poco amistosa, los flujos comerciales con la UE y la EA se reducirían 2% y los flujos migratorios hacia la UE y EA aumentarían algo más de 2%. En el escenario FTA, el más favorable para ambos, la caída de los flujos comerciales sería bastante menor, 0,8%, en tanto que los flujos migratorios apenas a la UE y EA apenas registran variaciones.

Un estudio econométrico realizado por el FMI en 2018 cuantifica el impacto del Brexit sobre el PIB y el empleo en la EU-27 a largo plazo. Los resultados se presentan en el Gráfico 3 donde puede apreciarse que si bien el impacto resultaría insignificante en caso de que al final del período transitorio el RU se integrara en el Espacio Económicos Europeo (EEA), los efectos serían significativos en los otros dos escenarios, FTA y WTO, especialmente en el último, con caídas del 1,5% del PIB y 0,75% del empleo. Además, en estos dos casos, el valor central está dentro de un intervalo bastante amplio, por lo que no puede descartarse que las caídas pudieran ser incluso mayores.

Gráfico 3. Efectos a largo plazo del Brexit sobre el PIB y el empleo en la UE-27

Efectos a largo plazo del Brexit sobre el PIB y el empleo en la UE-27

El FMI publicó también los resultados obtenidos con un modelo de equilibrio general computable (CGE model) cuyo mayor interés reside en que proporciona estimaciones del impacto del Brexit para los países de la UE. Las simulaciones realizadas cuantifican el impacto global del Brexit en una caída de 0,2 puntos del PIB de la UE en el escenario FTA y de 0,5 puntos en el escenario WTO, estimaciones que conviene advertir están entre las más bajas de las calculadas por diversos autores. El Gráfico 4 muestra en el panel de la izquierda el impacto por países en el escenario FTA y en el panel de la derecha en el escenario WTO. Puede comprobarse que pese al bajo impacto para el conjunto de la EU-27, el PIB de Irlanda caería 2,8% en el escenario FTA y 3,8% en el WTO,  en tanto que el PIB de Holanda, Dinamarca, Chequia y Bélgica caería cerca de medio punto en el escenario FTA y en torno a un punto en el escenario WTO. Afortunadamente, el PIB de España se reduciría sólo 3 décimas en el escenario WTO y 1 décima en el escenario FTA.

Gráfico 4. Efectos del Brexit a largo plazo sobre el PIB de algunos países de la UE-27

Efectos del Brexit a largo plazo sobre el PIB de algunos países de la UE-27

Nubarrones en el horizonte

Aunque con la excepción del caso de Irlanda los impactos adversos sobre el PIB son moderados, conviene no perder de vista que se producirían en un contexto de  bajo crecimiento. En sus Previsiones de Invierno recientemente publicadas, la Comisión Europea proyecta crecimientos del PIB de 1,2% en la EA y 1,4% en la UE-27, tanto para 2020 como para 2021. Las tensiones comerciales no resueltas con Estados Unidos, la desaceleración de China, agravada en las últimas semanas por la crisis del coronavirus, y el Brexit amenazan el el mantenimiento de la renqueante recuperación que inició la UE en 2014, cuatro años después de Estados Unidos.

Afortunadamente, España no está entre los países más afectados por el Brexit y las previsiones de crecimiento de la economía española están unas décimas por encima de las medias de la EU y EU-27. No obstante, la demanda de consumo e inversión de nuestra economía sigue desacelerándose y para continuar creando empleo y reduciendo la tasa de paro resultará decisiva la aportación de la demanda exterior neta. Ni las subidas salariales e impositivas aprobadas por el gobierno de España van a ayudarnos a contrarrestar los efectos adversos de la desaceleración mundial y europea ni las consecuencias del Brexit. A diez meses de que finalice el período transitorio y se consume la salida del RU de la UE, el gobierno de España haría bien en seguir muy de cerca la evolución de las exportaciones al RU, la exposición de nuestras empresas, las llegadas de turistas a España y las compras de viviendas de ciudadanos británicos. Nos ocuparemos de ello en un próximo artículo. 

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