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El Liberal - Economía

Vamos por mal camino: el programa de PSOE-UP incrementará el déficit

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (dech.) y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias (izq).

El pasado lunes Pedro Sánchez y Pablo Iglesias presentaron el Programa del Gobierno de Coalición PSOE-Unidas Podemos (UP). Son 50 páginas en las que exponen la política a seguir, supuestamente para los próximos 4 años. Cuando escribimos estas líneas, ERC ha dado su ok, Sánchez será investido el día 7 de enero y el nuevo Gobierno de coalición echará a andar. Ya veremos lo que dura. Si aprobar los Presupuestos de 2020, o las leyes reformadoras que nos prometen, da tanto trabajo como acordar la investidura (2 meses de encaje de bolillos), vamos listos.

El Programa es importante por lo que dice, aunque, como todo el mundo sabe, el papel lo aguanta todo y los Programas están para incumplirse. También es importante por lo que no dice, aunque entra dentro de lo posible que, una vez que el nuevo Gobierno empiece a funcionar, se saquen cartas nuevas de la manga. En todo caso, merece la pena examinarlo con cuidado. Es la única pista que tenemos.

No soy competente para juzgar las propuestas relativas a la contra-reforma laboral, al nuevo Estatuto de los Trabajadores y a la subida del salario mínimo. Obviamente, esta parte del Programa es muy relevante (y en ella se nota mucho la mano de UP). Estas propuestas han sido muy mal recibidas por las organizaciones empresariales (CEOE, FOMENT, CEPYME). Aseguran que no estimulan la inversión y que van a perjudicar la creación de empleo. En todo caso, eso lo iremos viendo sobre la marcha. El dato de afiliación a la Seguridad Social en los próximos meses será el mejor termómetro del acierto o del error de estas medidas. Si durante 4 o 5 meses hay malos datos de afiliación habrá que dar marcha atrás. Esto no tiene vuelta de hoja.

En este artículo vamos a examinar los aspectos más importantes del Programa en relación con las cuentas públicas, es decir, con los gastos y los ingresos públicos. Y con el déficit, con la Deuda y con los tipos de interés.

Gastos públicos: El programa promete un aumento espectacular

Lo primero que llama la atención del Programa es la alegría desbordante con la que promete al personal más gastos públicos. Tiran la casa por la ventana. La lista es impresionante:

  • Pensiones. Se promete incrementar todas conforme al IPC real. En 2020 se aumentarán un 0,9%. Adicionalmente, se promete incrementar por encima del IPC las pensiones mínimas, las de viudedad y las no contributivas. Esta es una cifra de cuidado.
  • Sueldos de funcionarios. En 2020 hay que terminar de cumplir el generoso acuerdo propiciado por Rajoy en marzo de 2018. Eso supone aumentar entre un 2% y un 3% las retribuciones de todos los empleados públicos (estatales, autonómicos y locales). Mucho más que la inflación. Esta es otra cifra de cuidado.
  • Ingreso mínimo vital. De entrada, aseguran que la Seguridad Social aumentará fuertemente la prestación por hijo en las familias vulnerables. El objetivo final es garantizar una renta mínima a las familias con bajos ingresos. Esta cifra puede ser de impacto.
  • Sanidad. Eliminar co-pagos farmacéuticos. Introducir las prestaciones de salud buco-dental. Mejorar las prestaciones por Dependencia. Se pretende alcanzar en 2023 un gasto igual al 7% del PIB. Actualmente es un 6%. Ese punto adicional supondrá14.000 millones de euros más al año.
  • Educación. Implantar el tramo 0-3 años gratuito. Ampliar becas. Gratuidad de comedor y material escolar para familias vulnerables. Reducir tasas universitarias. Se pretende alcanzar en 2025 un gasto igual al 5% del PIB. Actualmente es el 4%. Ese punto adicional supone 14.000 millones de euros más al año.
  • Vivienda. Incrementar el presupuesto en este área. Poner en marcha un Plan Estatal de Vivienda. Facilitar el alquiler asequible.

La lista sigue con más gastos en Políticas activas de Empleo, Inversión en I+D+i,...

Es una verdadera carta a los Reyes Magos. La implementación a tope de todo esto supone un aumento del gasto en torno a 50.000 millones de euros más frente al 2019. Esto es un brindis al sol que hoy no merece la pena considerar. Muchas de las propuestas son buenos deseos que no se podrán materializar. Importa más saber cuánto se incrementará el gasto en 2020. Hay que decir que el Programa no incluye cifras. Las cifras son siempre comprometidas y ponen en un brete al progresismo de palabras bonitas. (Ni cifras ni preguntas de la prensa). En el Plan enviado a Bruselas por el Gobierno en octubre de 2019 se estimaba para 2020 un aumento del gasto de 19.000 millones.     

Ingresos públicos: El programa no contempla un aumento relevante

Esa alegría desbordante en el gasto no va acompañada de medidas fiscales suficientemente potentes. Veamos lo que promete el Programa:

  • Cotizaciones a la seguridad social. El Programa no dice nada sobre el destope de cotizaciones (propuesto por UP). Pero hay medidas dirigidas a incrementar las cotizaciones:
    • El aumento del SMI generará un aumento de la recaudación (siempre que no caiga la afiliación)
    • Lo mismo ocurrirá con el previsible aumento de las bases de cotización. Actualmente, la base máxima está en 48.840 euros (mientras que la pensión máxima está en 37.000 euros)
    • Se propone que los autónomos coticen algo más, por ingresos reales (tomando los datos fiscales).

No creo que cotizar por ingresos reales suponga un aumento de la recaudación por los autónomos.

En todo caso, las cotizaciones no alcanzarán a cubrir las prestaciones y la SS seguirá necesitando la ayuda del Estado, en cifras crecientes.

Impuesto sobre la Renta (IRPF)

En la base general (rentas del trabajo, empresariales y de inmuebles) el Programa anuncia una subida de 2 puntos para el tramo de renta superior a 130.000 euros y de 4 puntos para el exceso sobre 300.000 euros.

Estas subidas afectan al tramo estatal del IRPF. El tramo autonómico es competencia de cada Comunidad. Por eso, los catalanes recibirán un estacazo por partida doble. Hemos comentado en un artículo anterior el acuerdo alcanzado entre el Govern y los Comuns incrementando el tipo autonómico. Si ese acuerdo ve la luz (es decir, si no hay antes elecciones en Cataluña) ocurrirá lo siguiente en Cataluña en 2020:

  • El tramo de renta entre 90.000 y 120.000 euros pagará un 22,5% al Estado (sigue igual) y un 23,50% a la Generalitat (2 puntos más). Total: 46%.
  • El tramo de renta entre 120.000 y 130.000 euros pagará un 22,5% al Estado (igual) y un 24,5% a la Generalitat (1 punto más). Total: 47%.
  • el tramo de renta entre 130.000 y 175.000 euros pagará un 24,5% al Estado (2 puntos más) y un 24,5% a la Generalitat (1 punto más). Total: 49%.
  • El tramo de renta entre 175.000 y 300.000 euros pagará un 24,5% al Estado (2 puntos más) y un 25,5% a la Generalitat (igual). Total: 50%.
  • El tramo de renta por encima de 300.000 euros pagará un 26,5% al Estado (4 puntos más) y un 25,5% a la Generalitat (igual). Total: 52%.

Estos tipos tan elevados merecen un comentario. Es cierto que se trata de rentas altas pero gravarlas al 50% o 52%, en tiempos de incertidumbre económica y en un entorno donde hay otras CCAA más atractivas, provocará deslocalización de directivos, de buenos profesionales y de empresas. Y ahuyentará nuevas inversiones. En Madrid el tipo máximo será el 47,5%. Cataluña seguirá perdiendo masa gris y la brecha con Madrid se agrandará.

En la base del ahorro (intereses, dividendos y ganancias patrimoniales) se anuncia una subida de 4 puntos para el tramo de renta superior a 140.000 euros. De esta manera, se tributará al 19% en el tramo 0-6.000 euros; al 21% en el tramo 6.000-50.000 euros; al 23% en el tramo 50.000-140.000; y al 27% en el exceso sobre 140.000 euros.

Impuesto sobre sociedades

  • Para las grandes corporaciones (no se define quien entra en esta categoría) se impone un tipo mínimo del 15% sobre base imponible (18% para Bancos y Petroleras). No se evalúa el impacto que esto tendrá en la recaudación del Impuesto.
  • La exención sobre dividendos y plusvalías procedentes de filiales no residentes, que hoy es del 100% de su importe, queda reducida al 95%. Este tema es crítico para nuestras multinacionales.
  • El tipo aplicable a las PYMES que facturen menos de un millón de euros/año se reduce del 25% al 23%.

Impuesto sobre determinados servicios digitales (tasa Google)

El Programa sólo dice que se aprobará. No dice más. En otros documentos, el PSOE ha propuesto gravar al 3% los ingresos obtenidos en España por servicios de publicidad online, servicios de intermediación on line y venta de datos. Este impuesto afecta a las grandes tecnológicas como Google o Facebook. No nos parece prudente que España se meta ella sola en este jardín. El tema fiscal de estas empresas debería resolverse a nivel UE. Recaudación prevista: 1.200 millones.

Impuesto sobre transacciones financieras (tasa Tobin)

El Programa sólo dice que se aprobará. No dice más. En otros documentos el PSOE ha propuesto gravar al 0,2% la compra de acciones de grandes sociedades españolas cotizadas. Creo que la implantación de este impuesto puede generar más perjuicios (deslocalización de operaciones) que beneficios. Recaudación prevista: 800-1000 millones.

Fiscalidad sobre grandes fortunas

Gran caballo de batalla de UP. El Programa dice que se estudiará. Nada más.

Fiscalidad verde

Gran caballo de batalla de PSOE y UP. El Programa dice que se estudiará. Nada más.

Impuesto especial a la Banca 

En el Programa no se dice nada del Impuesto especial a la Banca (gran caballo de batalla de UP) ni de la armonización delImpuesto sobre Sucesiones y Donaciones (tema que ha dado guerra en los últimos meses).

¿En cuánto puede estimarse el aumento de los ingresos públicos para el 2020? Las medidas fiscales propuestas tienen poca capacidad recaudatoria (5.000 millones?). En el Plan enviado a Bruselas por el Gobierno en octubre de 2019 se estimaba para 2020 un aumento de los ingresos públicos de 22.000 millones de euros. Parece claro que el Gobierno confía en conseguir ese incremento por el crecimiento de la economía, más que por las nuevas medidas fiscales. No somos muy optimistas respecto a ese crecimiento.

¿Cómo afectará el programa al déficit publico?

El Programa está redactado por personas que no parecen ser conscientes de la crítica situación de nuestras cuentas públicas. Prueba de ello es la alegría con que proponen los aumentos de gasto, sin cortarse lo más mínimo, como si nadáramos en la abundancia. No parecen ser conscientes de que:

  • Debemos 1,2 billones de euros, el 100% de nuestro PIB;
  • Pagar esa Deuda no es posible en mucho tiempo. Ni siquiera reducirla. Sólo es posible aspirar a sostenerla y para ello es vital que los tipos de interés se mantengan en sus bajos niveles actuales. Los intereses pagados en 2019 ascienden a 28.000 millones, una media del 2,31% sobre la Deuda. Esto es soportable. Pero una subida de sólo un punto generará unos mayores intereses a pagar de 12.000 millones (la cuarta parte del presupuesto de Educación). Esto sería muy grave. La subida de tipos es la mayor amenaza que pesa sobre nuestras cuentas públicas.
  • El sostenimiento de la Deuda exige que no aumente más y que el déficit se vaya reduciendo hasta llegar a cero. El Gobierno ha prometido ese déficit cero en 2022. ¿Lo cumplirá? Al paso que vamos lo veo difícil. Tampoco parece que hayamos cumplido el objetivo de déficit del 2% en 2019. Pronto lo sabremos.

Transmitir a nuestros prestamistas seriedad total en la lucha contra el déficit es indispensable para que nos sigan prestando y para que no suban los tipos. Por eso, ésta debería ser la primera prioridad de nuestros políticos.

Lamentablemente, y visto lo visto, el Programa no transmite la necesaria seriedad en la lucha contra el déficit. Su implementación no disminuirá el déficit público. Todo lo contrario. Contempla unos aumentos de gasto desmedidos y unos aumentos de ingreso escasos. No se ven por ninguna parte medidas contundentes dirigidas a la revisión ó control del gasto y al equilibrio presupuestario. Así va a ser difícil alcanzar el prometido 1,7% de déficit en 2020, y menos aún el 0% en 2022. Es muy preocupante el impacto que ese tipo de política alegre pueda tener en los tipos de interés.

Los redactores del Programa saben que gran parte de sus propuestas de gasto no verán la luz. Prometen a la gente cosas que no podrán cumplir. Con ello consiguen, a corto plazo, transmitir una mala impresión a los mercados y, a medio plazo, frustrar al personal. ¿Por qué no nos dicen la verdad?

Junto al empeño por la revisión y control del gasto y el equilibrio presupuestario, hay otro factor indispensable para luchar contra el déficit y es el crecimiento de la economía. Por eso la segunda prioridad de nuestros políticos debería ser la creación de las condiciones más favorables para la inversión empresarial y la creación de empleo. ¿Cómo se hace eso? Se hace gobernando con prudencia, proporcionando estabilidad y confianza a largo plazo y construyendo un entorno empático con empresarios e inversores. Claro que esto suena fatal a los oídos de UP. ¿Trabaja el Programa en esa dirección? Creemos que no. Las subidas de impuestos a las empresas y la contra-reforma laboral, en un contexto evidente de ralentización económica, no son medidas adecuadas para crear esas condiciones.

Ojalá me equivoque.

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