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El Liberal - Economía

La Seguridad Social colapsa por la avalancha de despidos temporales debido al coronavirus

José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social

La economía se paraliza por el coronavirus. Los sistemas de la Seguridad Social han colapsado este viernes tras las medidas impuestas por Madrid, Cataluña y otras comunidades autónomas para hacer frente al coronavirus y evitar un mayor número de contagios.

Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) anunciados por numerosas empresas se están llevando a cabo este viernes tras publicarse el Real Decreto del Gobierno de medidas urgentes por el coronavirus SARS-Cov-2 ante la paralización de la actividad económica. 

Según han explicado fuentes de una de las empresas que está aplicando un ERTE masivo, el sistema "está caído". "No se conecta. Está colapsado", resumen, aunque han podido tramitar algunas bajas temporales. El motivo ha sido las medidas restrictivas de la Generalitat para atajar el número de contagios.

Profesores y auxiliares del comedor, los primeros damnificados

El cierre de los colegios, la cancelación de vuelos que afecta directamente al turismo y las empresas que tenían contratados grandes eventos se encuentran entre los más afectados.

En Cataluña, el sector de la automoción será uno de los más perjudicados de esta crisis. Seat, por ejemplo, se ha visto afectada por el aislamiento de la cuenca de Òdena, donde el hospital de Igualada (Barcelona) es el epicentro de uno de los brotes del coronavirus. Otras empresas, como Kostal Eléctrica, radicada en el municipio barcelonés de Sentmenat, hará un despido temporal a sus cerca de 800 empleados.

La compañía, dedicada a componentes para la automoción, se ha visto afectada por la falta de suministros debido a la afectación del coronavirus en China y Europa. Según fuentes sindicales, la falta de información de los productores de proveedores chinos y la llegada del coronavirus a Europa ha provocado una situación de incertidumbre para "los próximos meses".

El Ayuntamiento de Barcelona, dirigido por Ada Colau, ha instado a los bares a cerrar, mientras qu ela Generalitat ha impuesto el cierre de todas las áreas comerciales que no vendan productos de primera necesidad, de las pistas de esquí y locales de ocio, que aún permanecían abiertos tras la clausura de las universidades.

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