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El Liberal - Economía

El posible cierre de Nissan evidencia las contradicciones del Gobierno de Colau sobre la industria del automóvil

Instalaciones Nissan del centro de la Zona Franca de Barcelona.

La número dos de la alcaldesa Ada Colau y teniente de alcalde de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz,  proponía el pasado 21 de abril evitar la reactivación de la industria del automóvil en España aprovechando el parón provocado por la crisis del COVID-19. Estas declaraciones, que no dejaron indiferente al sector, las realizó durante un debate sobre la movilidad de la bicicleta urbana en las principales ciudades de España, un encuentro organizado por el digital Ciclosfera. Sanz apuntaba entonces que "es ahora o nunca". "Hay que evitar", añadía, "que todo eso se reactive, necesitamos un plan estatal para que esa industria y esos trabajadores se puedan trasladar a sectores más limpios”.

La teniente de alcalde de Barcelona, Janet Sanz. 

Las críticas al Gobierno de Colau sobre las polémicas declaraciones de Sanz no tardaron en llegar. La Federación Catalana de la Automoción (FECAVEM), el gremio del motor y vendedores de automóviles, reclamaron directamente la dimisión de la teniente de alcalde. Mientras, la oposición en el Ayuntamiento mostraba su indignación por las palabras de Sanz. 

Ahora, tras conocerse el posible cierre de la planta de Nissan en la Zona Franca, tal y como informaba este jueves el diario financiero japonés Nikkei, las declaraciones de la número dos de Colau toman una mayor trascendencia y dejan en evidencia las contradicciones del Gobierno municipal. 

El silencio de Colau 

La número 1 del Ayuntamiento de Barcelona, muy activa para comentar la actualidad en redes sociales, evitó en abril valorar las palabras de Janet Sanz y mantuvo el silencio ante las peticiones de dimisión de la concejal por parte del sector del motor.  Según fuentes cercanas al Gobierno municipal, lo defendido por Sanz en plena crisis del coronavirus no sentó nada bien al PSC, socios de Gobierno en el Consistorio.   

Las circunstancias, sin embargo, han obligado este viernes a Colau a pronunciarse sobre este asunto. Y así, en una entrevista en TV3, la alcaldesa ha asegurado que trabajarán "todos juntos" para que Nissan se quede en Barcelona. Colau ha recordado que la compañía tiene una situación financiera compleja a nivel global, pero también ha señalado que la ciudad es  "una apuesta de futuro”.   

La alcaldesa ha enviado su apoyo a los trabajadores de Nissan y ha defendido la propuesta del secretario general de CC.OO. de Cataluña, Javier Pacheco, de que la compañía nipona permita un tiempo de transición y que las instituciones trabajen para impulsar un plan de reconversión con el fin de que el coche eléctrico sea una prioridad de futuro en la planta barcelonesa.  

Declaración institucional

De cualquier manera, los problemas de Nissan en Barcelona vienen de lejos. Ya el pasado 28 de febrero el Pleno del Ayuntamiento de Barcelona acordó por unanimidad una declaración institucional en apoyo a los trabajadores de la planta de la Zona Franca. Colau aseguraba entonces que lo que se defendía era "un modelo productivo, del área metropolitana y de Cataluña". Un modelo en el que, aseguraba, "Barcelona es puntera y referente en pensar la movilidad del presente y del futuro". Declaraciones que, sin embargo, poco tienen que ver con lo defendido en abril por la concejal Janet Sanz. 

La Corporación municipal de Barcelona con los trabajadores de Nissan el pasado mes de febrero.

Desde la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona, señalan que el Gobierno municipal (BComú y PSC) estaría sondeando la posibilidad de presentar otra declaración institucional de apoyo a los trabajadores de Nissan, de cara al próximo Pleno municipal, que se celebrará en breve. En el Consistorio son conscientes de que el cierre de la factoría japonesa implicaría la pérdida de unos 3.000 empleos directos y más de 22.000 indirectos y creen que, con este nuevo gesto, podrían enmendar las incómodas declaraciones de Janet Sanz sobre la industria del automóvil. 

Del barrio de Salamanca a la Zona Franca

Por otro lado, la diputada de En Comú Podem en el Congreso Aina Vidal, ex compañera de formación política de Janet Sanz en ICV, tiraba de actualidad ayer en su cuenta de Twitter para comparar las movilizaciones de los trabajadores de Nissan con las que se están produciendo en el madrileño barrio de Salamanca contra el confinamiento.

"Barrio rico vs Barrio pobre. Salamanca vs la Nissan. Unos pican con palos de golf, los otros con sus manos. Unos vulneran normas de seguridad, los otros inventan nuevas. Unos quieren salir, los otros trabajar. Unos gritan Yo, lo otros exigen nosotr@s. Privilegio vs clase", publicó la diputada en su cuenta de la red social. 

Lo cierto es que Vidal, conocida sindicalista, se mantuvo en silencio en abril, cuando Janet Sanz propuso no reactivar el sector del automóvil en España tras la crisis del COVID-19. Sin embargo, el anuncio de Nissan la ha llevado este viernes a mostrar su apoyo a los trabajadores que podrían perder su puesto en breve si se cumple el cierre anunciado por Nikkei. "Últimamente hablamos mucho de trabajos esenciales, pero no de sectores estratégicos como la industria", ha dicho Vidal en un vídeo publicado en Twitter, "la industria no es solo importante porque genera puestos de trabajo y riqueza, es fundamental para ciencia e innovación, es capacidad de reacción como país y soberanía". 

 
   
 
  
 
 
 

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