Foment, Pimec, CCOO y UGT piden conjuntamente "medidas personales" a los "condenados"

Tras seis días de violencia extrema en Cataluña, con posiciones contrapuestas, Foment del Treball, Pimec, CCOO y UGT rompen el silencio para pronunciarse sobre la sentencia del Supremo, exigiendo, entre otras, medidas "colectivas y personales" para los líderes separatistas condenados a penas de entre nueve y 13 años de prisión.

Hasta ahora, las patronales y sindicatos se habían posicionado unipersonalmente sobre la huelga separatista del 18-O, pero no sobre la sentencia del Supremo por el juicio del 'procés'. El comunicado conjunto ve necesario buscar "soluciones políticas colectivas y personales, como es el caso de los condenados a penas de prisión", sin concretar en qué deberían consistir.

Se trata de una declaración de intenciones de perfil muy bajo, sin tomar partido en una situación donde la independentista Intersindical-CSC está ganando un terreno que parecía imposible, al entrar en empresas, Ayuntamientos e instituciones donde no habían tenido representación hasta ahora.

Según los cuatro principales interlocutores empresariales y laborales de Cataluña, es necesario "restablecer la convivencia y la cohesión social". "La política está obligada a encontrar los mecanismos para resolver la compleja situación en la que nos encontramos", han indicado, mientras llaman a rebajar los ánimos: "Lejos de intensificar las tensiones", hay que buscar "soluciones políticas colectivas y personales, como es el caso de los condenados con penas de prisión". 

A juicio de estas organizaciones, los esfuerzos deben centrarse ahora en la digitalización, robótica, la transición energética, los retos climáticos y los retos demográficos.

Cambio de postura seis años después

Los cuatro actores sellaron el denominado "pacto nacional por el derecho a decidir" en 2013, un año después Artur Mas, presidente de la Generalitat, convocaba su referéndum del 9-N. Los cuatro firmaron este acuerdo en favor de una consulta ilegal. Ese mismo documento llevaba también la rúbrica de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), fundada un año antes.

Se trataba de una plataforma orientada a preparar la consulta de autodeterminación, formada únicamente por partidos separatistas y entidades sociales, económicas y culturales. Todos ellos, una parte de uno de los dos bloques que divide la sociedad catalana.

Ahora, los cuatro piden a "los partidos políticos deben restaurar mecanismos de relación que puedan superar los bloques actuales". "El respeto y la cooperación entre las diferentes opciones es imprescindible para una saludable normalidad democrática en el funcionamiento de las instituciones de Cataluña", han considerado.

La postura de UGT a nivel nacional, pese a que el líder actual de UGT es Josep María Álvarez, el mismo que se manifestó a favor del referéndum del 1-O y que provocó una cascada de bajas de afiliados en 2017, es muy distinta ahora. Motivo por el que el sindicato en Cataluña ha medido las palabras.

CCOO en Cataluña también se posicionó a favor del inexistente derecho a la autodeterminación hace dos años, provocando un cisma con el sindicato a nivel nacional.