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El corte de la C-13 deja cuantiosas pérdidas económicas en el Pallars Sobirà

El corte de la C-13 deja cuantiosas pérdidas económicas en el Pallars Sobirà

El corte de la carretera C-13, conocida como Eix del Pallars, solo ha durado un día y medio pero sus repercusiones ya se han notado en la economía de un gran número de establecimientos de los municipios de Rialp, Llavorsí, Alins -conocido como Vall Ferrera- y Vall de Cardós, en la comarca del Pallars Sobirà (Lleida). En la zona afectada confluyen estaciones de esquí como Tavascan, Virós-Vallferrera, Valls d’Àneu y el acceso a Baqueira Beret, todas ellas en temporada alta.

El pasado viernes 27 por la tarde se produjo un desprendimiento de rocas en el kilómetro 141,5 de la C-13, junto a Llavorsí. Las tareas de desescombro se prolongaron hasta el domingo 29 y finalizaron con un paso alternativo hacia las 14 horas. Mientras tanto, se cortó el tramo de la C-13 afectado, obligando a los conductores aficionados al esquí a realizar una vuelta de más de tres horas a través de la Alta Ribagorça y la Vall d’Aran. Únicamente así podían llegar a las estaciones de Espot, Tavascan y Virós Vallferrera. “Algunos viajeros llevaban de 3 a 6 horas al volante, viéndose obligados a conducir 3 horas más como mínimo. Hemos sufrido cancelaciones por parte de aquellos visitantes que solo disponían de uno o dos días de vacaciones”, ha reconocido Josep Castellarnau, presidente de la  Federación de Hostelería de Lleida.

Impacto en la cuenta de explotación de las empresas

Castellarnau admite, en declaraciones a El Liberal, que el corte de la C-13 ha tenido una repercusión "directa" en la cuenta de explotación de las empresas del Pallars Sobirà. El sector de la hostelería experimentó un 15% de cancelaciones durante el día del incidente y un 10% a lo largo del día siguiente. El impacto fue superior en los locales de restauración, donde las cancelaciones llegaron al 50% de las reservas. “Es difícil calcular las pérdidas experimentadas, porque la oferta de restauración es muy variada y se puede elegir entre menús que varían entre los 15 y los 40 euros. Para que te hagas una idea, si partimos de un menú medio de 20 euros entre 600-700 plazas disponibles susceptibles de reserva, estaríamos hablando de unas pérdidas mínimas de 5.000 euros por servicio”, ha especificado. En el Pirineo catalán, la temporada alta se concentra en Semana Santa, verano y Navidad.

El desprendimiento de rocas de este fin de semana y el posterior corte de la C-13 han sido el colofón a un “año horribilis” para el Pallars Sobirà, tras la cancelación del último Doctor Music Festival, prevista para el pasado mes de julio.

El sector de la hostelería experimentó un 15% de cancelaciones durante el día del incidente y un 10% a lo largo del día siguiente. El impacto fue superior en los locales de restauración, donde las cancelaciones llegaron al 50% de las reservas.

Más inversión en infraestructuras

A raíz de la visita del Conseller de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Catalunya, Damià Calvet, la Federación de Hostelería de Lleida ha exigido más inversión en infraestructuras, además de un estudio sobre la viabilidad de realizar un túnel que enlace el Pallars Sobirà con la Vall d’Aran. El túnel se realizaría a través del puerto de montaña de La Bonaigua, limítrofe entre el Pallars y la Vall d’Aran.  “Aunque estos desprendimientos son frecuentes cuando llueve, sí se pueden tomar medidas al respecto. Hemos tenido suerte de que el puerto de La Bonaigua ha permanecido abierto en lo que llevamos de temporada. De lo contrario, aún nos hubiéramos quedado más aislados”, ha lamentado. Sobre estas reivindicaciones, el Conseller se ha limitado a comentar que se trata de una inversión “importante” pendiente de valoración, según Castellarnau.

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