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El Liberal - Política

La primera Mesa de Diálogo para Catalunya cierra la puerta a la autodeterminación y la amnistía

da dos años a la Mesa de Diálogo con Moncloa antes de volver al 'choque' con el Estado
Primera reunión de la Mesa de Diálogo de Cataluña, presidida con Sánchez y Torra

La primera reunión de la Mesa de Diálogo para Cataluña que ha puesto cara a cara al Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (PSOE) y al todavía President de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra (Junts per Catalunya) no ha acercado ni un milímetro las posiciones de los dos ejecutivos, que siguen “en las antípodas”, como ha reconocido la ministra portavoz, María Jesús Montero (PSOE). Lo único destacado, aunque no por ello menos relevante, es que ambas partes han asimilado que no se hablará de autodeterminación ni de amnistía para los condenados por el procés. El objetivo muta en encontrar una solución intermedia que a largo plazo permita “superar el conflicto político” catalán.

Tanto el President Torra como la ministra Montero han coincidido en subrayar que la primera reunión bilateral se ha cerrado sin ningún acuerdo relevante, más allá del tecnicismo de fijar la fechas y el lugar de los próximos encuentros y los asistentes a cada reunión. Por eso Quim Torra ha intentado, sibilinamente, colar en la rueda de prensa que todavía esperan un gesto cómplice de Sánchez, quien sabe si a cambio de apoyo a los presupuestos: “Lamentablemente seguimos sin tener una respuesta clara por parte del Gobierno a lo que hemos expuesto sobre el derecho de autodeterminación y de la amnistía”. Pero no ha colado. Tanto Sánchez, en la mesa, como Montero, en la sala de prensa, le ha respondido meridianamente que no.

Pese a que se ha presentado un documento conjunto con poco contenido político, en realidad lo que la mesa hará de ahora en adelante será “un diagnóstico de la situación” que se irá renovando continuamente. Así, la principal característica que se ha alabado de la mesa es que será “dinámica”, aunque este calificativo prácticamente la reduzca a un círculo vicioso, en el que no cabe un relator. Eso también ha quedado completamente descartado.

Sin resultados a corto plazo

La negociación bilateral que se vislumbra será “compleja y no esperamos frutos a corto plazo”, ha reconocido la ministra. O como ha dicho Torra: "lo importante era dar inicio a esta mesa de diálogo y que cada parte expresara su posición". Y en un debate "honesto" y "franco", eso sí, ha subrayado el todavía President, Aunque, si se atiende a la puesta en escena de los prolegómenos y el uso de la sala de prensa principal, Quim Torra ha recibido honores de jefe de Estado.

Por lo tanto, Gobierno y Generalitat se tendrán que poner las pilas para plasmar “propuestas creativas” en las próximas citas que conduzcan a alguna parte. Porque si algo ha dejado claro el Gobierno de Sánchez es que “ninguna de las soluciones” que surjan de la mesa “estará en los máximos de las aspiraciones de cada una de las dos partes”, ha advertido Montero.

Así pues, una vez tachadas las reivindicaciones imposibles de los independentistas (amnistía y de autodeterminación” de la lista de temas a tratar, de lo que se trata ahora es de recuperar “la convivencia” a todos los niveles y poner freno a los enfrentamientos fratricidas. “Hemos de reconstruir puentes, recoser las heridas y mejorar la convivencia entre los catalanes independentistas y los no independentistas y entre Cataluña y España”, ha reivindicado María Jesús Montero.  Por si acaso, el President le ha apuntado, fuera de tiesto como marca la liturgia separatista, que el conflicto nació "de la negación de los derechos fundamentales de reunión, expresión y manifestación" en Cataluña.

Un inevitable recuerdo a los condenados y los fugados

No obstante, y tal vez para que no pareciera que cedía en todas sus pretensiones, Torra ha lamentado que las personas que se han sentado a la mesa por el lado del Govern “no eran las personas que debían haber sido” y que no son otras que “el (ex) president Puigdemont, el (ex) vicepresidente Junqueras, Marta Rovira y Jordi Sánchez", como inevitablemente se recuerda de forma rutinaria en toda intervención de los cargos públicos separatistas.

Las futuras reuniones de la mesa han de suponer avances sobre todo en “las relaciones institucionales y afectivas después de diez años de confrontación”, ha recalcado la ministra socialista. Y serán difíciles porque, como ha acertado Torra, en la primera cita, los unos y los otros no han hecho más que “constatar las diferencias existentes entre las partes".

En la práctica, las reuniones de la Mesa de Diálogo deben calificarse como un “primer paso” que conducirá a un impulso de las inversiones, las mejoras de la calidad de vida y las infraestructuras de Cataluña más que a un ensayo de fórmulas de mayor autogobierno. Es cierto que el documento consensuado no cita explícitamente a la Constitución como regla de juego insaltable de los encuentros, pero sí fija “un marco de seguridad jurídica” sobre el que deben pivotar las negociaciones. Aunque Montero no ha dejado claro lo que significa la expresión, posiblemente en una concesión semántica a sus interlocutores separatistas.

Reuniones mensuales alternas en Barcelona y Madrid

El principal pacto o entre ambos lados de la negociación es que las reuniones de la mesa serán mensuales y se alternarán entre Barcelona y Madrid. A las próximas sesiones asistirán solo los miembros de segundo rango de ambos equipos. La presencia de los presidentes y vicepresidentes de ambos gobiernos se reservará para las reuniones semestrales, en las que se hará balance del trabajo y los diagnósticos consensuados por las dos delegaciones. Las reuniones de la mesa también se blindarán de cualquier influencia política exterior, ya sean elecciones o debates de presupuestos.

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