Publicado: 13/12/2019 04:45
Los socialistas catalanes se preparan para el adelanto electoral con la reafirmación de su núcleo duro comandado por Miquel Iceta. Se activa así una línea continuista desde finales de 2018, ya sin Ángel Ros, actual embajador de España en Andorra al frente del PSC.
A excepción de Ros, se mantiene la actual estructura del PSC desde 2016 sin que haya oposición a la candidatura de Iceta. Otro de los nombres que no solo se mantiene en el cargo sino que tendrá más responsabilidades es Salvador Illa, el hombre fuerte del PSC en las negociaciones del PSOE con ERC para la investidura. Illa tendrá la cartera de Acción Electoral. Según ha podido confirmar este medio, Antonio Balmón mantiene el cargo de secretario de Acción Política.
Un trienio convulso por los críticos al 155
Esta lista, que se completará el 14 Congreso de este fin de semana, trata de aunar aún más las fuerzas entre los socialistas tras los últimos éxitos electorales cosechados tras el batacazo histórico del PSC en 2015, cuando obtuvo tan solo ocho diputados, la cifra más baja en toda la democracia. Los cambios fueron obligados cuando el entonces portavoz en el Parlament, Maurici Lucena, no sacó su escaño por Barcelona. Denostado en el PSC, se le fijó después un sitio privilegiado: la presidencia de Aena.
En 2017 y en plena era de cambios en el socialismo catalán, Núria Parlón, alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, dimitía de la Ejecutiva del PSOE. La excusa fue el apoyo de Iceta a la aplicación del 155. En ese mismo año y por el mismo motivo los alcaldes de Terrassa, Granollers y Castellar del Vallès abandonaron la formación.
La inmersión lingüística y su opa al votante de Cs
Tras la intensa marejada, Iceta ha logrado establecer un equipo sin fisuras y remando en la misma dirección con una única candidatura, pero lejos de imponer una única línea, trata de hacer ajustes para dar voz al máximo de sensibilidades internas de la formación.
Los socialistas encaran así unas elecciones autonómicas que la Generalitat insiste en convocar en 2021, pero la alta tensión interna en el Ejecutivo de Quim Torra y la falta de apoyo a los Presupuestos hace indicar que podrían tener lugar el próximo año.
En las últimas semanas y tras la confirmación del hundimiento de Ciudadanos, los socialistas tratan de acaparar este "voto huérfano". Con la inmersión lingüística, asunto estrella en el Congreso de este fin de semana, como punta de lanza.
En la ponencia marco, se ha defendido la flexibilización pese a oponerse este mismo miércoles a la enseñanza trilingüe en Cataluña. No hay una línea definida para acabar la imposición del catalán en la escuela en el seno interno, más cuando hay cerca de una veintena de enmiendas a la totalidad.
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