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El Liberal - Política

Gabriel Rufián, de héroe a villano

Gabriel Rufián en el Congreso

Corría 2014 cuando un joven de Santa Coloma de Gramanet empezaba a darse a conocer en los círculos independentistas a través de la entidad Suma’t. Una organización que pretendía dar a entender que se podía ser independentista sin ser nacionalista y que cualquiera, fueran cuales fueran sus orígenes, podía compartir el afán de romper con España. El joven sin pasado político era Gabriel Rufián y nada hacía presagiar entonces que llegaría a ser el portavoz de ERC en el Congreso, en sustitución del histórico Joan Tardà.

Durante estos cuatro años, Rufián ha vivido tiempos de gloria. Sobre todo en las redes sociales, donde cada uno de sus tuits era celebrado con miles de retuits y me gustas por los independentistas. Algunos, incluso, llegaban a vaticinar que Rufián podría acabar siendo el presidente de una utópica Cataluña independiente.

El diputado de ERC llevó una impresora al Congreso para burlarse del Gobierno de Rajoy con motivo del 1-O.

Una impresora en el Congreso

Cuanto más le jaleaban, más se crecía. Medios de comunicación nacionales lo invitaban a tertulias y entrevistas. Y Rufián no defraudaba. Llegó a presentarse en el Congreso de los Diputados con una impresora poco antes de la celebración del referéndum ilegal del 1-O para exigir al Gobierno de Mariano Rajoy (PP) que no persiguiera a los organizadores de la consulta. Acusó al Gobierno de “hacer el ridículo” y de “perseguir impresoras”. Aparatos que, añadió, no servían “para imprimir billetes de 500 euros”.

Esposas para presos, camisetas con lemas reivindicativos, discursos cargados de recriminaciones guasonas… Rufián ha hecho de todo en el Congreso para ganarse el aplauso de sus votantes y los de otras opciones independentistas. Pero la tortilla se dio la vuelta en cuanto, tras las elecciones generales del 28-A, la postura de ERC pasó de la confrontación con España y la vía unilateral para la independencia a la pretensión del diálogo y el apoyo abierto a una posible coalición entre PSOE y Unidas Podemos.

Renuncia a la vía unilateral

Rufián, una vez más, fue el protagonista de un discurso en el que casi suplicaba a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias que se pusieran de acuerdo para gobernar España. Atrás quedaban sus augurios de independencia inmediata. Y es que, con el número 1 del partido, Oriol Junqueras, en prisión y la confrontación cada vez más evidente con sus socios de gobierno en Cataluña (JxCat), Rufián parece tener claro que necesitará su escaño en el Congreso mucho más tiempo. Ya no dice aquello de que su trabajo en Madrid durará los 18 meses que, en 2017, pensaba que serían suficientes para lograr la independencia de Cataluña.

Ha sido este giro en su discurso el que la ha costado duras críticas por parte de quienes antes no dudaban en aplaudir todo aquello que decía y escribía. Así, en estos momentos, cualquiera de sus manifestaciones en redes sociales es inmediatamente respondida por centenares de independentistas que se sienten defraudados por su diputado y que aseguran que no volverán a darle su apoyo.  Ha pasado de héroe a villano en cuatro años. Nadie sabe cuál será su siguiente paso.

https://twitter.com/PInsatisfecho/status/1184061826444726273?ref_src=twsrc%5Etfw

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