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El Liberal - Política

El diputado de ERC Joan Josep Nuet niega la persecución del castellano en Cataluña

Joan Josep Nuet, diputado de ERC

El diputado de ERC (antes en En Comú-Podem) Joan Josep Nuet ha negado en su cuenta de Twitter que el castellano sea una lengua perseguida por las instituciones independentistas en Cataluña. En un tuit publicado en esta red social, Nuet asegura que quienes denuncian la persecución del castellano en Cataluña pueden “analizar los datos de una realidad tozuda”. 

En un tuit en castellano, de redacción farragosa y plagado de faltas de puntuación, Nuet afirma que la lengua en Cataluña “no es un conflicto”. Y advierte de que “hay mucho trabajo para seguir manteniendo nuestro patrimonio lingüístico, aumentarlo y equilibrarlo”.

El diputado de ERC acompaña su tuit de un gráfico en el que se indica que el 48,6% de la población de Cataluña se expresa habitualmente en castellano, frente a un 36,1% que lo hace únicamente en catalán. El 7,4% lo hace en ambas lenguas. En el mismo gráfico, se señala que es en la zona de Barcelonés Nord donde más gente se expresa habitualmente en castellano (73,8%). El catalán es, por el contrario, la lengua preferida por los residentes en la zona de Terres de l’Ebre (72,2%), según el gráfico tuiteado por Nuet.

Bilingües reales

Sorprende en el tuit de Joan Josep Nuet los bajos porcentajes de personas que se expresan habitualmente en castellano y catalán. Esta opción es mayoritaria en la zona de Baix Llobregat I (11,1%), mientras que en Terres de l’Ebre solo lo hace un 4,4%.

Considerando las elevadas cantidades de dinero que ha destinado la Generalitat de Cataluña en los últimos 40 años a la inmersión lingüística en catalán y cómo esta lengua se ha convertido en vehicular tanto en la Administración como en la educación, llama la atención que, en estos momentos, se pueda producir una situación como la expuesta por el diputado Nuet. 

Sorprende aún más que la tesis de Nuet choque frontalmente contra la de expertos en educación como el inspector jubilado Jesús Rul, quien, en una entrevista concedida recientemente a El Liberal, explicaba que la inmersión lingüística en el ámbito escolar tiene graves consecuencias para los alumnos castellanohablantes. Otros como Roberto Garvia y Andrés Santana, autores del estudio El consenso sobre la inmersión lingüística: realidad o mito, señalan que dicho consenso no existe y que, además, “quienes apoyan la inmersión, rechazan los derechos lingüísticos individuales”. 

Desde el PSC, por otro lado, se apuesta ahora por una “flexibilización” de la inmersión lingüística con el objetivo de ayudar a los alumnos catalanohablantes, que tienen un bajo nivel de conocimiento del castellano, gracias a que solo reciben dos horas de clase semanales en esta lengua. Señal de que la situación descrita por Nuet no está precisamente ajustada a la realidad. 

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