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El Liberal - Política

Albert Boadella: "Cataluña necesita un grupo cívico de salvación nacional"

Alberto Boadella, en una fotografía de archivo.

Actor, dramaturgo, director, fundador de la compañía Els Joglars... el currículo de Albert Boadella es largo e intenso. Como también lo es su trabajo en favor de la democracia y, sobre todo, en contra del separatismo catalán. Boadella vuelve a estar "al pie del cañón" y, en una entrevista con la periodista Anna Grau para Sociedad Civil Catalana, ha alertado de la necesidad de articular en Cataluña un "grupo cívico de salvación nacional" que permita acabar con un Govern "degenerado, degradado y casi mafioso".

Boadella tiene claro que España sufre una "crisis de ciudadanía" que afecta especialmente a Cataluña. En su opinión, faltan ciudadanos conscientes de "sus derechos y obligaciones". Pero también conocedores de "un mínimo de las posibilidades legales de lo que se puede hacer en la vida". Esto, asegura, "no existe en Cataluña", donde cree que existe "la impresión de que esta secta millonaria", en referencia a los independentistas, "ya nos ha vencido". 

Independentistas en una manifestación.

El autor de Ubú president y presidente honorífico de Tabarnia cree, sin embargo, que Cataluña sigue teniendo solución. "Hay que  conseguir de nuevo", explica, "que un grupo de personalidades de Cataluña, desde la sociedad civil, vuelva otra vez a tomar la responsabilidad de dirigir la parte que no es la gubernamental y que encuentre fórmulas de oposición que no son solo las parlamentarias". Conoce bien Boadella de lo que habla pues, no en balde, es uno de los fundadores de Ciudadanos y ha colaborado estrechamente con Societat Civil Catalana con estos objetivos. Pero, en la situación actual, no parece que ambos grupos sean suficientes para luchar contra un separatismo que, según alerta, llegará a sus "dementes" objetivos si no se actúa antes.

Masa fanatizada

A juicio de Boadella, en la Cataluña del coronavirus presidida por Quim Torra "no hay ni gobierno". "Es un estado de degradación cada vez mayor" en el que, asegura, "hay una masa de apoyo al Govern que está enormemente fanatizada". Es una "masa casi religiosa" de la que solo se puede salir "bajo la técnica de desmontar sectas". "El adversario político no puede actuar como adversario sino que tiene que hacerlo como terapeuta", añade y recuerda que ni siquiera "la oposición está unida". Algo que considera "muy arriesgado". 

A la pregunta de si debe volver la "diáspora catalana" y "tomar el control" de la situación, Albert Boadella tiene muy clara la respuesta: "Es obligado. Si no, ellos hará durante años lo que les pace y acabarán logrando sus objetivos". Un claro toque de atención a personas como la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que en el mejor momento del partido en Cataluña y en el peor para los catalanes que quieren seguir siendo españoles, se fue a Madrid para dirigir la formación y sustituir a Albert Rivera. 

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