Quantcast

El Liberal - Opinión

Europa se pone las pilas contra el coronavirus

Imagen de la zona de atención a los casos de Covid-19 en el Hospital Clínic de Barcelona.

En nuestro anterior artículo examinábamos las medidas que se barajaban para la reunión del Eurogrupo del martes 7 de abril. Vamos a contar ahora lo que han decidido. La reunión ha sido larga y complicada. Europa se la estaba jugando. Ha habido tensión entre los países del norte (Holanda daba la cara pero le secundaban Alemania, Austria y Finlandia) y los del sur (Italia daba la cara pero le secundaban, aunque cada vez menos, Francia y España). Finalmente, el jueves 9 de abril hubo fumata blanca. Los Ministros de Finanzas alemán y francés han sido decisivos. Es una buena noticia para todos.

El titular de prensa es que la UE ha desbloqueado 540.000 millones de euros en ayuda financiera a los Estados para mantener viva la economía, devastada por el brutal impacto de la pandemia. Estas medidas necesitan la aprobación definitiva del Consejo Europeo (= reunión de Jefes de Estado y de Gobierno), que se celebrará en los próximos días. Es seguro que el Consejo confirmará las propuestas del Eurogrupo y, probablemente, acordará medidas adicionales. Ya veremos.

No se han aprobado los coronabonos, pero esto no es grave. Veamos las medidas tomadas.

1. MECANISMO EUROPEO DE ESTABILIDAD (MEDE): 240.000 MILLONES

Ya hemos explicado qué es el MEDE, cómo funciona y qué es lo que hizo en la crisis financiera de 2008-2013: rescate de Irlanda, Portugal, Grecia. Y de varias cajas de ahorro españolas (nos prestó 41.700 millones de los que aún debemos 23.700). El MEDE emite bonos en el mercado, a medio y largo plazo, a muy bajo interés, con garantía de los Estados miembros. El dinero obtenido lo presta países en dificultades, a largo plazo y muy bajo interés. En realidad, es un sistema muy parecido al de los ansiados coronabonos.

La capacidad de endeudamiento del MEDE en el mercado depende de las garantías aportadas por los Estados, que irán en proporción de su PIB.

La capacidad de endeudamiento del MEDE en el mercado depende de las garantías aportadas por los Estados, que irán en proporción a su PIB. Se había dicho que esa capacidad era de 410.000 millones pero, a la vista de los acuerdos tomados, se ha decidido autorizar al MEDE a endeudarse en un importe igual al 2% del PIB de la zona euro, eso es, unos 240.000 millones de euros. A España le tocarían 24.000 millones.

La gran pelea con el MEDE ha estado en la condicionalidad. ¿Qué significa esto? Esto quiere decir que el MEDE ayuda a los países en dificultades pero a cambio les exige buena conducta. Para asegurarse de que el país ayudado se va a portar bien, el MEDE envía a sus hombres de negro a controlar las cuentas públicas: gastar menos y recaudar más. Es lo que pasó con Grecia, a la que se obligó a rebajar las pensiones, despedir funcionarios y un largo etcétera.

En estos momentos, en que no se puede culpar de la crisis de la pandemia a la mala cabeza de nadie, la simple mención a la condicionalidad levanta ampollas, sobre todo en Italia. A nadie le gusta que unos interventores de fuera le digan a uno lo que tiene que hacer.  Por eso, se ha acordado lo siguiente:

a) Los países que pidan ayuda al MEDE la recibirán (hasta un 2% de su PIB) sin ninguna condicionalidad siempre que el dinero se destine a gastos sanitarios relacionados directa o indirectamente con la pandemia: atención médica, cura y prevención. Aquí entra bastante.

b) Si la ayuda se pide para apoyar a la economía, habrá condicionalidad, aunque bastante light (está por definir el tipo de control). Siempre con el límite del 2% del PIB.

El Gobierno español dice que nos hace falta recurrir al MEDE porque tenemos una posición muy holgada en los mercados para emitir nuestra propia deuda.

Lo más increíble es que, después de tantas discusiones con el MEDE, se rumorea que ni Italia ni España van a solicitar su ayuda. ¿Para qué discutían tanto? El Gobierno español dice que no nos hace falta recurrir al MEDE porque tenemos una posición muy holgada en los mercados para emitir nuestra propia deuda. Afortunadamente, esto es verdad, gracias a la extraordinaria ayuda del Banco Central Europeo, que ha aprobado programas de compra de deuda de 120.000 + 750.000 = 870.000 millones. Lo cual nos reconforta con unos tipos de interés muy bajos. Menos mal.

En mi opinión, a España le conviene pedir ayuda al MEDE. No es vital, pero serían 24.000 millones menos de deuda pública a emitir en estos momentos críticos. Se lo devolveríamos al MEDE, dentro de diez o quince años, mediante la emisión de deuda en un escenario mejor.

Debemos indicar que las emisiones del MEDE son muy parecidas a los coronabonos. Y está claro que, si hay coronabonos, habrá condicionalidad.

La cajera de un supermercado recibe dinero mientras usa guantes y tapabocas

2. EL PROGRAMA SURE DE COBERTURA DEL DESEMPLEO: 100.000 MILLONES

La UE, a través de alguna de sus entidades financieras, emitiría bonos en el mercado, a medio y largo plazo, a muy bajo tipo de interés, con la garantía de los Estados miembros. El dinero así obtenido se presta a los Estados afectados por la pandemia, a largo plazo y muy bajo tipo de interés. Esto también se parece mucho al sistema de los coronabonos.

El dinero recibido debe destinarse por el Estado receptor a cubrir programas de protección al desempleo implementados a causa de la pandemia. Y durante un tiempo determinado. Esto está pensado para los esquemas de jornada reducida (kurzarbeit o short-time working) muy extendidos en Alemania (y que deberíamos copiar). También está pensado para nuestros ERTEs.

Esto no se repartiría en proporción al PIB sino en función de las necesidades de cobertura del desempleo de los países más necesitados (como España). Nos podrían tocar 15 ó 20.000 millones.

En mi opinión, debemos acogernos al Programa SURE para pagar los ERTEs, así como el aumento del paro provocado por la pandemia.

En mi opinión, debemos acogernos a esto para pagar los ERTEs, así como el aumento del paro provocado por la pandemia. Las razones son las mismas del MEDE: disminuir ahora la presión sobre la deuda pública, para pagarlo dentro de 10 ó 15 años en un escenario más favorable.

Las prestaciones por desempleo alcanzarán importes muy elevados. La media de enero y febrero de 2020 da un gasto de 2.000 millones mensuales para 1,8 millones de beneficiarios (= 65% del total inscritos en el paro). Esto era antes de la pandemia.

Tras la pandemia, tendremos unos 3 millones más de beneficiarios = suma de parados temporales de los ERTEs, más los parados definitivos fuera de los ERTEs, más los autónomos con prestación por inactividad. Ello arroja un gasto mensual  de unos 3.000 millones de euros (adicional a los 2.000 millones). ¿Durante cuántos meses? Hay que acogerse al SURE.

3. PRESTAMOS DEL BANCO EUROPEO DE INVERSIONES (BEI): 200.000 MILLONES

El BEI es una entidad financiera en cuyo capital participan los Estados miembros de la UE (España con un 10%). Obtiene fondos emitiendo bonos en el mercado de capitales, con garantía de los Estados europeos. Esos fondos se destinan a financiar proyectos de inversión de empresas solventes. Normalmente, el BEI ofrece líneas de liquidez a las redes bancarias de los Estados (en España a través del ICO). Los Bancos detectan el proyecto de inversión y el BEI aporta los fondos, coparticipando con el Banco local en el riesgo (el BEI asume un porcentaje del riesgo, inferior al 50%).

Las líneas ofertadas por el BEI serán útiles una vez que las empresas hayan superado la crisis de liquidez provocada por la pandemia.

Pues bien, con el objetivo de superar la crisis de la pandemia, en el acuerdo del día 9 se autoriza al BEI a inyectar liquidez mediante este tipo de préstamos hasta un importe de 200.000 millones de euros.

Las líneas ofertadas por el BEI serán útiles una vez que las empresas hayan superado la crisis de liquidez provocada por la pandemia. Para superar esta crisis de liquidez el Gobierno español ha implementado un excelente sistema de avales a través del ICO por un importe de 100.000 millones. Lo hemos explicado en un artículo anterior.

Imagen de billetes de euros.

Los Bancos obtienen del BCE todos los fondos que necesiten. El Estado avala hasta el 80% de los préstamos efectuados por los Bancos a Pymes y Autónomos. Para grandes empresas el aval es del 70% ó 60%. Ya se ha utilizado un primer tramo de 20.000 millones de este aval (la mitad para Pymes y Autónomos y la otra mitad para grandes empresas) y acaba de ponerse en marcha el segundo tramo por otros 20.000 millones (exclusivamente para Pymes y Autónomos).

4. EL FONDO DE RECUPERACION ECONOMICA EUROPEA (FREE)

Este es una propuesta, todavía no concretada y sobre la que podría darnos alguna alegría el próximo Consejo Europeo. Se trata de incluir en el Presupuesto de la UE un Fondo de Recuperación, gestionado por la Comisión, destinado a financiar programas estratégicos de carácter industrial, tecnológico o medioambiental, orientados al renacimiento económico europeo tras la crisis de la pandemia. Parte de las ayudas podría ir en forma de préstamos y parte en forma de subvenciones. Se habla de utilizar instrumentos innovadores (¿eurobonos?) para financiar el Fondo de Recuperación.

CONCLUSION

No es poco lo ofrecido por la UE a los Estados afectados por la pandemia. Utilicémoslo. Y vendrán más cosas. Y, sobre todo, ahí está el BCE,  inyectando liquidez sin límite en la economía y comprando deuda en cantidades tremendas para mantener bajos los tipos de interés. Si actuamos con unidad y seriedad superaremos esto.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.