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Economía

Varoufakis: "La manera en que se diseñó la UE pedía a gritos una crisis como la griega"

Varoufakis, durante la conferencia celebrada en la sede de la OCDE en París.

El ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, ha dicho este jueves que su Gobierno no está dispuesto a firmar "cualquier cosa" a cambio de conseguir ayuda financiera y abogó por hallar un punto de encuentro con el resto de socios de la eurozona. El problema de la actual ronda de discusiones, según destacó en una conferencia en la sede en París de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es que "todo está paralizado hasta que la negociación acabe". "No nos importa que se revise nuestra economía porque creemos en el diálogo y, si hay buenas ideas sobre lo que debemos hacer, queremos escucharlas. Pero, mientras tanto, creemos que podríamos actuar a dos niveles y empezar a implementar las reformas en las que hay acuerdo", explicó.

"Cuando un país se ve atrapado en una gran depresión, es difícil reformar", asegura el ministro heleno

Su intervención coincidió con el anuncio del ultimátum de seis días dado por el Grupo de Trabajo del Euro al Gobierno griego para que este presente a sus socios nuevas propuestas en materia de finanzas, pensiones, legislación laboral y privatizaciones antes de la próxima reunión del Eurogrupo, que se celebrará el 24 de abril. Varufakis admitió que la economía de su país necesita reformas "profundas", pero advirtió de la dificultad de aplicarlas. "Cuando un país se ve atrapado en una gran depresión, es difícil reformar a menos que los ciudadanos vean que hay un plan que deja ver la luz al final del túnel", destacó el ministro, que vio más importante afrontar primero los casos más graves de corrupción y evasión fiscal.

"Europa no ayuda"

Mencionar la palabra reforma en Grecia es similar a "democracia en Irak: si dices democracia en Irak, la gente empieza a salir corriendo", bromeó el representante heleno.

Varufakis dejó claro también que la culpa de la situación económica de su país no reside solamente en el Ejecutivo griego, sino en la estructura misma de la eurozona. "No hay ninguna duda de que, si la UE fuera una República Federal, no estaríamos aquí discutiendo sobre la crisis de Grecia o de la eurozona (...) Desgraciadamente la manera en que ésta se diseñó pedía a gritos una crisis como esta", consideró.

El ministro, que reconoció que como político aún tiene que aprender a ser "diplomático", lamentó además que Europa siga pretendiendo que ha solucionado sus problemas y que cuenta con instituciones que van a consolidar la eurozona. "Europa no ayuda a la estabilidad económica global", criticó, en una intervención en la que también subrayó que no está pidiendo ningún "atajo" para su país, sino la implementación de medidas razonables.

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