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Economía

A fuego lento y con la vigilancia de las administraciones: así será la salida del BBVA de la operación Chamartín

Maqueta de Madrid Nuevo Norte

La hoja de ruta del BBVA en la sempiterna 'operación Chamartín', hoy Madrid Nuevo Norte, siempre contempló su presencia en el corte de cinta de las obras pero nunca en el final del proceso. La idea siempre fue poner en valor la arriesgada apuesta por el considerado como desarrollo urbanístico más ambicioso de Europa en lo que va de siglo, lo que pasaba por salir (total o parcialmente) del capital de Distrito Castellana Norte (DCN), promotora del proyecto y tenedora de los derechos de adquisición de los suelos propiedad de Adif y Renfe en el ámbito. Un proceso que la entidad financiera inició antes de la histórica aprobación urbanística del desarrollo por parte del Ayuntamiento de Madrid del pasado mes de julio pero que tardará aún en culminar.

Hasta el punto de que, a día de hoy, no hay fecha para tal hito. Se ha hecho lo más difícil desde el punto de vista burocrático. Pero aún resta lo más complicado desde el prisma económico: poner los 6.000 millones de euros en que se valora la inversión en Madrid Nuevo Norte.

A finales de la semana, los diarios Cinco Días y El País desvelaron el interés de Merlin, la mayor socimi de España y compañía cotizada en el Ibex-35 por hacerse con la participación del BBVA en la operación Chamartín e informaron, con avanzado grado de detalles, sobre las negociaciones entre ambas entidades, que incluiría una operación de participaciones cruzadas. No es el primer ofrecimiento que le llega al banco presidido por Carlos Torres. Pero sí es de los más firmes. Y, además, el que viene de parte de capital español.

Cuestión esta última nada baladí. En los últimos meses, cuando el futuro de Madrid Nuevo Norte estaba en manos de que los grupos con representación en el Ayuntamiento de la capital se pusieran de acuerdo para celebrar el Pleno que diera luz verde al desarrollo y que algún que otro informe medioambiental saliera del cajón donde permanecía guardado con electoralistas intenciones, el mensaje desde DCN tenía como piedra angular la consideración del desarrollo como un proyecto para todo el país. No para la ciudad de Madrid ni siquiera para del conjunto de la Comunidad de Madrid.

Intereses públicos en juego

Un factor a tener muy en cuenta es el papel que representan las tres Administraciones Públicas en esta operación. Adif y Renfe ingresarán 1.250 millones de euros por los terrenos que comprará DCN, un montante que ya tiene un destino muy definido: la nueva estación de Chamartín, a la que rodeará el centro de negocios que incluye el proyecto de Madrid Nuevo Norte y para la que hay prevista una inversión de unos 900 millones de euros. La infraestructura es clave para el desarrollo de la red de alta velocidad hacia el norte del país.

Pero hay más. El Ministerio de Fomento también mira hacia Madrid Nuevo Norte como un escenario ideal para sus planes de vivienda protegida. Algo que comparte con el Ayuntamiento de la capital. Bajo el mandato de Manuela Carmena, el Consistorio logró que el espacio para VPO fuera el doble del que establece la Ley.

Para el Gobierno regional, el desarrollo potencia la movilidad, con tres nuevas paradas en la línea 10 de Metro y dos estaciones de Cercanías. De esta forma, las Administraciones estarán muy vigilantes a la estructura de capital de DCN porque la conexión entre ambas partes seguirá siendo continua.

La opción de Merlin

En este sentido, la opción de Merlin tendría una clara ventaja frente a las de grandes fondos internacionales y fondos soberanos de países de Oriente Medio, que suenan entre los que han mostrado algún tipo de interés por entrar en la operación Chamartín.

Por lo pronto, aún resta algo más de un año de trámites burocráticos para que se dé inicio a las obras. Otro hito importante a tener en cuenta será el traspaso de los terrenos, que será cuando DCN comience a tener un activo de referencia. Hasta la fecha, los socios de la promotora (BBVA y Grupo San José) han aportado en torno a 165 millones de euros para mantener vivo el proyecto, darle forma y negociar su tramitación administrativa.

La inversión total calculada en Madrid Nuevo Norte roza los 6.000 millones de euros. Son cifras suficientemente respetables para pensar que el relevo de BBVA en el desarrollo no será inmediato. Ni sencillo.

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