Quantcast

Economía

Veon rechazó en 2015 comprar Zed por sus disputas accionariales

Mikhail Fridman.

Veon (antes Vimpelcom), el grupo de servicios de internet participado por Mikhail Fridman -que se ha hecho en España con la cadena de supermercados DIA- rechazó a mediados de 2015 la adquisición de Zed, la compañía tecnológica española que estuvo presidida por Javier Pérez Dolset.

La Fiscalía Anticorrupción ha requerido este mes la imputación de Fridman por haber obrado supuestamente de manera ilegal para estrangular financieramente a Zed y provocar su quiebra.

En la documentación entregada por la representación legal de Fridman para oponerse a su imputación -el magnate, de origen ucraniano, ha solicitado acudir a la Audiencia Nacional como testigo- se incluye un correo electrónico enviado a mediados de junio de 2015 por Jean-Yves Charlier, entonces consejero delegado de Veon -la multinacional era socia de Zed- a Alexey Reznikovich, directivo de L1 Technology -accionista de Veon, con el 47,85%, controlada por LetterOne, fundada por Fridman-.

Según la información aportada por los abogados de Fridman -un reconocido despacho madrileño especializado en Derecho penal económico y que tiene entre sus clientes a organismos públicos y conocidos ejecutivos-, Reznikovich había informado a Charlier que había sido contactado por Peter Wakkie -administrador de Zed+, la matriz holandesa de la española Zed- y que este le había consultado si Veon estaría interesada en adquirir Zed.

"Conflicto entre sus dos mayores accionistas"

En el correo mencionado, el consejero delegado de Veon responde a Reznikovich que el grupo estaba satisfecho con el trabajo que había realizado Zed, que aportaba contenidos para móviles en los mercados de Rusia, Kazajistán y Armenia. Pero que Zed había registrado un "grave conflicto entre sus dos mayores accionistas [presuntamente Pérez Dolset y el grupo Planeta]" y que el mismo, según la opinión legal recabada, "podía desestabilizar la operatividad de la empresa".

Con este correo, la representación legal de Fridman trata de probar que el inversor no participó en la toma de decisiones desde Veon sobre la española Zed.

El primer ejecutivo de Veon añadía en su correo que en noviembre de 2014 había dado a Zed un periodo de 12 meses para poner fin a su relación de negocio en Rusia, dejando claro que estarían "abiertos a considerarles en el futuro como proveedores después de que resuelvan sus disputas".

Además incluía como argumentos para rechazar la compra de Zed el hecho de que la operación pudiera provocar un conflicto de interés y que su negocio de contenidos para móviles no era estratégico para Veon.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.